Capítulo 9

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El huésped


La conciencia comenzaba a ganar terreno.

Poco a poco los sentidos se fueron despertando junto con un dolor que parecía dormido. Unos gruñidos escaparon de su boca mientras intentaba moverse. Sentía el cuerpo entumecido además de aplastado. Sí, aplastado, era la palabra perfecta, pues la única explicación que se le ocurría en aquellos momentos de escasa lucidez, era que un carro de cuatro caballos le hubiese pasado por encima.

El dolor fue intensificándose a medida que JungKook recuperaba la conciencia y el conocimiento. Sentía la boca seca y la legua parecía lija de tan rasposa que la tenia. Forzándose a si mismo por volver en sí y calmar el dolor que se comenzaba a expandir, el joven abrió los ojos, pero volvió a cerrarlos por la gran claridad que se filtraba por alguna ventana y había contrarestrado su pupila dilatada por la oscuridad.

JungKook parpadeó para achicar su pupila y lo que vio entre parpadeo y parpadeo lo desconcertó. Estaba seguro que el lugar donde se encontraba no era unsu casa. Aquella habitación era tan grande como su minúscula casita del pueblo y la cama donde descansaba era más cómoda y confortable que la suya propia. Pero lo más extraño e inesperado no fue eso.

Para nada.

-¡Se a despertado!- exclamó una voz que le sonó conocida.

El joven abrió los ojos del todo- Por fin- y contempló la espaciosa estancia de piedra en la que se encontraba completamente solo. JungKook escrutó la habitación provista de todo tipo de lujos. Tenia una chimenea con reborde de lo que parecía oro, había muchos frescos decorando las paredes y también algún que otro tapiz ilustrando jardines llenos de flores. Cerca de la vidriera que había frente a él -y la culpable de la gran cascada de luz sobre su rostro- había una mesa con un jarrón lleno de jazmines y dos sillas de buena madera y con bonitas tallas rosas.

Sus ojos castaños volaron hasta los postes que decoraban la cama y en el cual reposaban unas cortinas azules claras tan finas que no podrían ser otra cosa que seda.

¿Dónde se encontraba? Intentó recordar y le vino a la memoria su huida de Hanok al caer la noche y el ataque de los lobos en el bosque.

-Está despierto- dijo de nuevo la voz de niña de antes. Parecía conmocionada sin saber que hacer.

Nervioso, JungKook miró a su alrededor mas frenéticamente sin poder encontrar el origen de aquella voz ¿Y si todo era un sueño? Muerto no podía estar pues sentía demasiados dolores por todas partes. ¿Pero un sueño podía llegar a ser tan doloroso y confuso?

-MinHo, MinHo-  volvió a decir la voz como un salmo. Aquello le puso los pelos de punta, aquel nombre no sonaba muy halagüeño.

Sin querer permanecer ni un minuto mas en aquella estancia de fuerte y agradable olor a jazmín, JungKook quiso levantarse y un estallido de dolor le recorrió todos los músculos. Dejo escapar un gemido mientras caía sin fuerzas sobre los almohadones y se le llenaba la frente de sudor.

-No te muevas si no te reabrirás las heridas- dijo la voz de niña y esta vez en su campo de visión apareció una esfera luminosa de una blancura inmaculada que flotaba sobre su cabeza.

El Castillo de las Almas (Amante Demonio)JIKOOK👣 adptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora