Capítulo 22

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Lo que debe hacerse





Nunca había visto la torre de plata tan llena de agitadón y eso la molestaba profundamente. ¿ Había que hacer tanto drama solo porque habían encontrado a JungKook sano y salvo? Y como no había ido JiMin a su rescate.

Las almas revoloteaban todas a la vez hablando sin parar y poniéndole la cabeza como un bombo. Aquello era insufrible.

-El señor JiMin está muy encariñado con ese humano.

-¿Es muy romántico no creéis?

-Yo lo que creo es que es un capricho pasajero.

-La otra noche me escabullí para oírlo cantar, ni los ángeles del cielo lo harían mejor.

-A mí me parece un aprovechado.

-¿Estas celosa?

-¡Es que el señor casi no pasa tiempo con nosotros como antes!

-Y EunBi está que Trina.

-Si, todos sabemos que está prendada del señor.

-Pobre infeliz.

¡Malditas gallinas viejas!

EunBi tiró el libro de poemas al suelo. Ya estaba cansada de todo aquel cotilleo. Si al menos Seung estuviese a su lado, pero el muy traidor prefería a JungKook antes que a ella. ¿Por qué? No podía entenderlo. En Hanok, JungKook era un cero a la izquierda que no interesaba a ninguna persona y aquí todos quedaban prendidos bajo su yugo.

Era incomprensible y contra más intentaba comprenderlo, más se irritaba y sentía odio por él. EunBi no era ninguna tonta. Puede que solo fuese una niña de catorce años para la eternidad, pero no era ciega ni estúpida: JiMin se había enamorado del humano y el humano de él y EunBi no podía hacer nada ni competir por cambiar las cosas.

¿Por qué era todo tan injusto? ¿Por qué tenía ella que estar muerta y JungKook vivo? Que JiMin hubiese cambiado era culpa suya. Antes de que él llegase, su señor no estaba tan triste y cabizbajo. Ahora parecía consumido y tan abatido que a EunBi se le rompería el corazón literalmente si estuviese viva.

Tenía que hacer algo para que todo volviese a ser como antes. Y la única forma de hacerlo era ir a hablar con JungKook. Le diría la verdad y lo obligaría a que se marchase. Pero tendría que calcular bien sus pasos. Los diablillos lo adoraban y ellos estaban siempre por todas partes. Lo más aconsejable sería espiar todos sus movimientos y atacarlo en el momento oportuno.

EunBi abandonó el lugar donde había estado flotado y decidió ir a ver qué estaba haciendo el humano en aquel momento. Por un momento, pensó que quizás estaría en brazos de su señor pero desechó la idea. ¡No podía estar con JungKook!

Salió como un resorte de la torre de plata y, sin darse cuenta, chocó -todo lo que pueden chocar dos seres incorpóreos -con Seung. Su antiguo mejor amigo salió de sobre ella tambaleándose y la miró con los labios fruncidos.

-Podrías mirar por donde vas. Es muy desagradable que te atreviesen.

-¿Crees que solo es desagradable para ti idiota? -le espetó llena de rabia. Estaba tan dolida con él que lo único que deseaba era hacerle daño.

-Pero bueno ¿por qué me insultas? Yo no te he hecho nada -le reprochó él-. Estos días estas insoportable.

Aquello le sentó peor que un baño de agua helada y ella sabía perfectamente de lo que hablaba.

-¿Y tú que sabes si solo estas con el humano?

Seung achinó los ojos y se puso tieso.

El Castillo de las Almas (Amante Demonio)JIKOOK👣 adptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora