Conversación en la cocina con las manos llenas de harina
Eran casi las cinco de la mañana cuando se ató el delantal alrededor de la cintura. El demonio contempló su mesa de trabajo de mármol y sonrió con tristeza mientras acariciaba su superficie. HoSeok se recogió su larga melena en una larga cola baja y puso una generosa cantidad de harina sobre la Mesa. Había llegado la hora de comenzar con su trabajo.
Sus ayudantes chepeus aún dormían y él no pensaba despertarles. Nunca había visto a aquéllos pobres diablillos disfrutar tanto y ser capaces de volver a experimentar sentimientos. Lo que hacía JungKook era, simplemente, impresionante. Era algo que jamás había ocurrido. ¿Qué pensarían de ello los demás demonios del infierno? ¿Y Satanás?
HoSeok hizo una especie de volcán y vertió agua en el centro para comenzar a amasar. Los demonios no comían pan pero el mortal que vivía con ellos ahí sí y al demonio no le importaba hacerle una gran hogaza para él solo. Si sobraba -que era siempre -al día siguiente hacía torrijas. Aquello volvía locos a los hydrus.
Y también a YoonGi.
Dejando de amasar por unos momentos, el cocinero añadió sal a la masa y también una porción de levadura fresca desmigada. Volvió a amasar la masa con los dedos llenos de harina. El sonido de unas pisadas hizo que mirase por encima de su hombro.
Lo cierto es que no lo esperaba tan temprano.
YoonGi hizo acto de presencia descalzo y con la única vestimenta de una ligera camisa color champán que le llegaba a mitad de muslos. Su cabello oscuro como las penumbras estando totalmente alborotados y el estómago del demonio comenzó a revolotear. Sería tan delicioso poder enterrar los dedos entre esa mata de cabello sedoso. Sería mil veces mejor que tener los dedos pegajosos por la masa inacabada del pan.
YoonGi le sonrió de un modo encantador y se quedó en el umbral de la puerta.
-No me esperaba encontrarte solo -dijo YoonGi de pasada.
-Ya ves, mis ayudantes aún duermen. No les sienta bien trasnochar tanto por la noche.
YoonGi se mordió el interior de la mejilla mientras él seguía amasando he intentaba no mirarlo. HoSeok era muy consciente de la incomodidad que YoonGi sentía cuando estaban los dos solos. Deseaba tanto poder saber qué debía estar pensando, aunque se lo imaginaba. Él sería incapaz de volver a intentar algo con el pálido demonio.
Se juró no volver a hacerlo nunca más.
Lo quería demasiado para volver a lastimarlo de aquella forma.
Daría cualquier cosa para poder retroceder en el tiempo y borrar la mancha de su intento por poseerlo sin su consentimiento. Pero en aquel momento, su juicio estaba completamente nublado y sus sentimientos afloraron y tomaron el control. Se dejó llevar como si fuese un animal y lo hirió profundamente en una etapa de su vida demasiado vulnerable: JiHo acababa de abandonarlo.
Y YoonGi le quería tanto que incluso se rebajó ante él para recuperarle.
Por eso, cuando lo encontró destrozado y lleno de humillación, quiso apoderarse de él y de su dolor. Solo quería amarlo y que él lo amase a su vez. Pero fue en vano.
A fin de cuentas eran demonios, unos demonios defectuosos. Si no fuese así, no sufrirían tanto. Porque incluso ahora, seguía siendo JiHo a pesar de sus múltiples amantes humanos el que ocupaba su mente y alma.
Siempre sería JiHo.
HoSeok dejó de mirar la masa del pan y miró a YoonGi con una sonrisa tranquilizadora en los labios.
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El Castillo de las Almas (Amante Demonio)JIKOOK👣 adpt
Fiksi PenggemarEl día de la boda de su hermana, JungKook es sacado a bailar por un apuesto joven desconocido, era unos centímetros mas alto que él, el pelo de un rojo intenso y con unos profundos ojos grises. Nada más verle, jungkook no puede pasar por alto todos...