Capítulo 23

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Maratón 1/?


El dolor que nos hace fuertes



Aún no sabía que fuerza poderosa fue la que lo arrastró a seguir al demonio, pero allí estaba al lado de YoonGi con JiHo frente a él. JiMin, con un aspecto deplorable, estaba tras el demonio de ojos perla y tras él MinHo y HoSeok con los ojos muy dilatados y los músculos hinchados. La piel del rostro se les había llenado de vetas moradas y había oscurecido.

JiHo dejó escapar una risotada macabra y puso lo brazos extendidos dejando a la vista su pecho desprotegido. Miró a YoonGi entrecerrando los ojos.

-Vamos querido, entierra el puñal en mi pecho. Como puedes ver no estoy dispuesto a ofrecer demasiada resistencia.

La respiración del pálido demonio se agitó de un modo casi imperceptible y aferró con más fuerza el mango de su puñal. Se le pusieron los nudillos blancos.

-Preferiría ahorrarme el mancharme con tu sangre viscosa -le replicó él dignamente.

-Siempre te a encantado el sabor de mi sangre y todo lo referente a mí mismo. Así que no mientas y sé sincero contigo mismo: no quieres hacerme daño, es más; jamás me atacarías aunque te arrancara la cabeza y destruyera todo lo que te importa.

Un gruñido animal y lleno de rabia reverberó en la lujosa y espaciosa habitación. La figura aterradora y aumentada de HoSeok se precipitó contra JiHo y lo empotró contra el suelo donde le propinó un fuerte puñetazo. La sangre brotó por la nariz. rota del demonio mientras sus labios seguían dibujando una Sonrisa lobuna. HoSeok golpeó otra vez. el rostro de JiHo y cuando lo iba a golpear por tercera vez,  JiMin le aferró de la muñeca con conmensurable esfuerzo.

-Es suficiente HoSeok, no quiero derramamiento de sangre inútil entre mis amigos.

YoonGi se acercó a HoSeok y le agarró por el otro brazo con los ojos brillantes por algo más que la humillación.

-Déjalo Hobi no vale la pena.

El herido se levantó del suelo y se pasó una mano por la cara amoratada y sangrante. Cuando retiró la mano, su rostro volvía a ser el de antes a excepción de la sangre que le mancillaba la piel. JungKook estupefacto,  se pegó contra la pared. Era increíble que se hubiese curado tan deprisa. ¿Qué tipo de poder oculto poseía aquel demonio?

-Eso -dijo JiHo con voz burlona -déjalo Hobi porque no podrás conmigo. Tus puñetazos parecen los golpes de una niña babeante de tres años.

Los tres demonios miraron a su compatriota aguantándose las ganas de molerlo a golpes y para ver eso no hacía falta tener demasiada vista. MinHo apareció al lado de JungKook y se colocó muy cerca de él en actitud protectora. JiMin soltó la muñeca del cocinero y se acercó un paso a JiHo.

-Creo que es mejor que te marches de mi castillo por una temporada JiHo. No toleraré más problemas.

El susodicho se limpió la sangre de su rostro con un pañuelo de seda del bolsillo de su chaleco.

-Así que te pones en mi contra -le recriminó el demonio.

El señor del castillo asintió.

-Ellos son mi familia, los que han estado a mi lado en los momentos más insoportables de mi existencia.

-¿Y yo que soy JiMin? -quiso saber tirando el pañuelo a un lado. JungKook se acercó a la espalda de MinHo y aferró entre sus dedos la manga de la chaqueta del mayordomo. En el aire se respiraba demasiada tensión y estaba comenzando a marearse.

El Castillo de las Almas (Amante Demonio)JIKOOK👣 adptDonde viven las historias. Descúbrelo ahora