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Capitulo 34:
Miley entró a su habitación con una sonrisa. ¡Lo hacía feliz que volviera! Pero el problema era que ahora, tenía que dejar pensar en él. Ya que, él estaba con Alekzandra. Tenía que darse a respetar, y claro que lo haría. Ya no más ‘arrastrada’. Ahora, tenía que levantar la cara y seguir fuerte. Darse a respetar.
Alguien tocó la puerta de su habitación. Pensó que sería Justin, así que no hizo caso y se tiró a la cama para dormir, después de haberse puesto una pijama de tirantes... Abrazó la almohada y de nuevo tocaron la puerta. No se inmutó para nada, y siguió tratando de dormir.
La puerta de su habitación se abrió, sintió nervios de que fuera Justin. Pero no volteó, siguió haciéndose la dormida, sintió como la parte derecha del colchón se hundía y alguien se acercaba a ella.
Empezó a rosarle su hombro los la yema de los dedos. Mientras la hacía sentir los pelos de punta. Como no reconocer aquella suave piel, era Justin. La estaba acariciando tan tiernamente, pero no. Ya no iba a ser tan fácil, volver a estar con ella. O eso pensó cuando Justin empezó a rozar sus labios con la piel de su hombro.
¡Mierda! La iba a volver loca, y según ella, le daría una lección por hacerle tantas cosas malas.
— Eres tan hermosa Miley... —Murmuró besándole la piel.
Estaba haciendo lo posible por parecer dormida, pero no creía aguantar poquito más.
— A veces me arrepiento de decir tantas cosas que no debo… —Le dijo él, pero sabía que ella estaba ‘dormida’— Ojala Alekzandra no hubiera regresado...
Miley se quedó atónita ante aquella confesión, entonces.. ¿Porqué mierda había vuelto con ella? ¿A qué estaba jugando?
— Quisiera hacer tantas cosas contigo —Murmuró sobre su oído y empezó a besarle el cuello, mientras empezaba a subir la blusa de tirantes con su mano.
Empezó a besar más haya de su cuello, la puso boca arriba y se subió encima de ella, sin echarle su peso. No él sabía si esto estaba bien, pero no podía aguantar sin ella, ya no.
Juntó sus labios con los de ella, presionándolos. Pero era obvio, ella no contestaría, estaba dormida.
Empezó a subir aun más sus manos, mientras subía la blusa de ella, dejándola encima de su sostén. Se inclinó un poco y lo desabrochó sacándolo del camino. Ya no podía parar, tenía que hacer el amor con ella, estando dormida o no.
Se había sorprendido por aquello Miley, pero… tal vez… Justin si la necesitaba.
Empezó a besarla más rápido, mientras Miley llevaba inconscientemente sus manos hacia el cuello de él, acercándolo más a ella. Se arqueó y se dio cuenta de que Justin solo iba con unos boxers. Sintió aquella erección en su muslo.
— Me encantas... —Murmuró Justin subiendo sus labios a los de ella y empezó a besarla, para su suerte ella le había contestado— Eres tan linda, tan perfecta... tan diferentes a las demás.
Aquellas palabras la estaban conmoviendo, pero ya no sabía si acceder a él, de una vez. Lo amaba, estaba enamorada de él.
Se pegó un poco más a él, y Justin sonrió y empezó a acariciarle las piernas, mientras ella solo se dejaba llevar por los besos.
— Justin —Gimió ella, mientras sentía como poco a poco la iba desnudando. Parecía que estaba murmurando cosas, como si estuviera soñando.
Le sacó toda la ropa, dejándola desnuda contra él, después él solo se bajó los bóxers y sintió como las manos de Miley empezaban a pasar por todo su cuerpo, excitándolo.
— Necesito que hagamos el amor ya —Le dijo él, mientras agarraba un condón que había puesto en el mueble que estaba enseguida de la cama de ella.
Lo había llevado, por si ella ‘aceptaba’ hacer el amor con él, y bueno al parecer había aceptado. Se lo colocó y se puso en medio de las piernas de ella.
— Lo haré lento, lo juro —Le dijo Justin besándole los labios— Te voy a hacer el amor, como jamás se lo hice a nadie.
Empezó a meter su miembro dentro de ella, no quería lastimarla. Sabía que era su primera vez, comenzó metiéndolo lentamente, mientras ella se apretaba mas contra él por el dolor. Cuando todo su miembro entró en ella, se relajó un poco más. Justin empezó a salir y entrar lentamente de ella, haciéndolo tiernamente.
Empezó a sentir como las paredes de Miley empezaba a apretar su pene, era una de las mejores sensaciones de toda su vida.
Los dos se desplomaron con un orgasmo, cayendo en la cama y el aun arriba de ella. Mientras Miley respiraba entrecortadamente, no había abierto los ojos ninguna vez mientras él le hizo el amor, Justin empezó a acariciarle el cabello. Se deshizo de aquel condón y juntó sus labios con los de ella.
— Te amo —Murmuró Justin, mientras la besaba.
Miley se quedó atónita, abrió los ojos y lo miró, él igual lo hizo… estaba nervioso. Ella no habló, Justin se rindió y se acostó a un lado de ella, ella se acurrucó en su pecho y se quedó dormida, dejando a Justin tan confundido como ella.
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No Sabes Cuanto Daño Me Haces (Miley Cyrus & Justin Bieber) ©
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