🍸ᴄᴀρɪᴛᴜʟᴏ 8🍸

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No habían pasado más de cinco minutos y él ya se sentía que se iba a venir, separó a Mikasa de su falo para arrodillarse frente a ella.


Esta misma no se encontraba satisfecha con su resultado, quería seguir degustando aquellos raros sabores que nunca pudo experimentar.


Mientras que Levi, necesitaba dilatarla urgente, el placer mandaba en aquel maestro, con suavidad bajo las bragas de la contraria.


No se había dado cuenta que esta misma traía una provocativa lencería, pues su excitación no lo dejaba pensar.


Con un dedo empezó a frotar el clítoris de ella, esta misma respondió con un gemido sonoro, el líquido lubricante mojaba los dedos que la masajeaban, haciendo sonreír por dentro al pelinegro.


Una electricidad paso por la espina dorsal de Mikasa, haciéndola arquear su espalda, se acostó en la cama para apretar las sabanas, aquellas sensaciones la descontrolaban.


Levi había metido un dedo por el estrecho lugar, movía lento para no causar daño a la joven que empezaba a sudar. Quiso probar otra experiencia, acercándose para saborear aquellos líquidos que está liberaba mientras proseguía a meter otro dedo.


La pelinegra se retorcía en la cama, pedía más aquellas acciones que le brindaba su compañero, que simplemente la mandaban a otro mundo.


Sin llegar al segundo minuto, ella llego al orgasmo, su corazón latía con ferocidad y su piel quemaba, tenía una leve capa de sudor en su cuerpo.


Levi se paró chupando sus dedos, la chica se sonrojó ante aquella acción. Mientras que él se dedicaba a admirarla, la luz intensa roja ayudaba en aquella atmósfera, querían el siguiente paso.


El joven se acomodó sobre ella para besarle con dulzura el cuello.


-Dime cuando estés lista-murmuró, deseaba que le diga ahora, quería hacerla suya, quería marcarla para fundirse con aquella hermosa mujer.


-Ahora-murmuró abrazando al pelinegro, sus cuerpos ardían de los excitados que estaban.


Levi al tener su consentimiento, se posicionó entre las piernas de Mikasa, coloco con cuidado su miembro en la entrada vaginal de ella.


Empezó a entrar lento, parando en cada movimiento de dolor por parte de la fémina, esta misma rascuñaba leve la espalda del joven, se sentía una primeriza, la rara sensación de aquel cuerpo dentro le dolía.


El de orbes oliva, se mantuvo quieto, respetando las sensaciones de la contraria, mientras besaba y mordía el hombro de esta.


Al pasar unos minutos, ella se movió para darle aviso al pelinegro. Este mismo empezó a moverse lento, hasta que en un cierto tiempo la pelinegra empezó a pedir y a nombrarlo constantemente.


Agarro con firmeza la pequeña cintura de la joven, para empezar a dar estocadas más intensas, la contraria empezó a rasguñar los hombros y omóplatos de Levi. Este mismo trataba de tocar aquel sitio que lo hacía blasfemar en inglés y español, haciendo que Mikasa quiera escuchar aquellos roncos gemidos del francés.


Ambos se movían para cumplí aquel objetivo, pero al haber tanto placer, la entrada se le dificultaba y el estrecho canal se hacía más difícil de pasar.


-Tsk, Mikasa-murmuró el pelinegro jadeando.


La nombrada sentía su falo latir, mientras que luchaba por resistir unos minutos más. Esa sensación agradable que quería repetir.


Ambos llegaron al orgasmo en diferentes segundos, se mantenían quietos y jadeantes, Levi apoyo su sudorosa frente con la de Mikasa.


Ella lo miraba curiosa, tenía el ceño fruncido y los hombros tensos, trataba de recobrar el aire. Esa imagen hizo que una chispa naciera en la de orbes grises, ¿Se estará enamorando?


En cambio Levi, trataba de recuperar las fuerzas, hace tanto tiempo que no tenía aquella felicidad de hacerlo. El calor y la dulzura de la pelinegra pudieron con él, nunca había querido hacerlo con alguien que no fuera su pareja, pero la joven, ella pudo sacar al hombre que debía ser.


Al estar más calmado, el pelinegro saco su miembro del canal de la contraria, para así acostarse a su lado. Fue una noche que ambos se entregaron mutuamente, quizás para que nacieran nuevos sentimientos para ellos.


La acurruco entre sus brazos, acaricio su cabellera con dulzura para darle un afectuoso beso en su frente involuntariamente.


El silencio reinaba la habitación, Mikasa abrazo pegándose al sudoroso pecho de Levi. No le importaba estar desnuda, de igual manera, este mismo no sentía problemas ni incomodidad.

Coincidence of destiny ❥ʀɪᴠᴀᴍɪᴋᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora