Coincidence of destiny ❥ʀɪᴠᴀᴍɪᴋᴀ

🍸ᴄᴀρɪᴛᴜʟᴏ 22🍸

Ya casi era hora que el mocoso venga a su casa, debía esconder toda evidencia que su madre le había pedido.

Los portarretratos de ellos estaban en la habitación que compartía él con su novia.

Respiro hondo, ya había acomodado y limpiado el lugar. Arreglo los libros en la mesa para esperar por fin a su estudiante.

Camino hacia la cocina, de paso se prepararía un té.

Al cabo de unos minutos el esperado timbre empezó a sonar.

Cuando camino a la entrada, abrió la puerta, encontrándose con un pequeño castaño pálido y sudado. Sabía que le tenía miedo pero nunca imagino que tanto.

—H-Hola profesor—murmuró bajando la mirada.

El nombrado se movió para darle paso.

—Entra, te agarraras un resfrío—comento el mayor.

El menor asintió para entrar apurado, su nariz estaba congelada y sus manos ni que hablar.

— ¿Quieres algo para tomar? —pregunto caminando a la cocina a dejar su taza.

—N-No gracias—murmuró tomando asiento.

Observo los libros que se encontraban sobre la mesa. Eran para primaria, ¿El profesor enseñaba a pequeños niños también?

—Bueno, ¿Tienes tus cuadernos? —pregunto el mayor sentándose.

Eren asintió, empezó a sacar los cuadernos de matemáticas, química y física.

Levi agarro el de matemáticas, ya que era la materia que le preocupaba su madre.

— ¿Nunca has hecho los ejercicios?—pregunto mirando todas las actividades.

Estaban escritas pero en ninguna hoja estaba el desarrollo o el resultado.

—No las entiendo, de todas formas no me servirá en el futuro—murmuró alzando los hombros.

El pelinegro lo miro fijamente, ¿Enserio decía eso? Suspiro para agarrar la calculadora que tenía apartada, debía comprobar algo.

—Prende el aparato—ordeno entregando el dicho objeto.

El castaño se puso nervioso, ¿Cómo se prendía? Su amigo rubio lo hacía ver tan fácil.

Con las manos sudorosas agarro la calculadora, saco la tapa y miro los millones de botones que había.

— ¿No sabes inglés acaso? —pregunto irónico.

Su alumno negó avergonzado con la cabeza.

—Mira, es una calculadora científica, por lo tanto la palabra ON es encendido—comento señalando la tecla del aparato.

— ¿Con este se prendé? —pregunto tocando otro botón.

—No, con este—señaló el botón nuevamente.

El castaño toco el botón que señalaba su maestro y con eso prendió el aparato. Sonrió orgulloso de sí mismo.

—Bueno, ya la usaremos—comento Levi retirando el aparato, para agarrar un libro.

Tenía de portadas dos niños contando con sus dedos.

— ¿Por qué me muestra eso? —pregunto confundido.

—Quiero ver cuánto sabes—comento abriendo el libro.

Agarro una pequeña cinta y marco la página.

—Quiero que hagas estos ejercicios, cualquier duda me preguntas—ordeno señalando una hoja.

El pequeño agarro el libro y empezó a revisar los ejercicios, algunos no entendía y otros sí.

—Escribe en esta hoja—comento entregando una hoja blanca.

Llevo dos minutos haciendo un ejercicio para mostrárselo al profesor que miraba su celular.

— ¿Ya está? —pregunto confundido.

Pensaba que había hecho todos los ejercicios, pero cuando vio la única actividad que había hecho lo miro amenazador.

—Este es el ejemplo del libro, además lo copiaste mal—comento suspirando.

— ¿Puedo descansar un rato? Recién llego del colegio—murmuró con un puchero.

El pelinegro asintió algo cansado para luego pararse.

Camino hacia su habitación para ir a un pequeño cuarto donde guardaba su ropa y la de su pareja, arriba había un pequeño estante donde habían cajas de él.

El juego de porcelana de su madre, fotos y algo antiguo que siempre escondió.

Mientras el castaño estaba nervioso y avergonzado, intento hacer de nuevo el ejercicio.

—No entiendo nada—murmuró mirando la hoja.

Mordía su dedo pulgar tratando de concentrarse, pero justo llego su profesor.

—Pondré algo de música—comento caminando hacia su estéreo.

Eren asintió desganado, quizás ponga baladas de tango o lo que los viejos escuchan, música clásica.