Coincidence of destiny ❥ʀɪᴠᴀᴍɪᴋᴀ

🍸ᴄᴀρɪᴛᴜʟᴏ 19🍸

— ¡¿Por qué lo dejaste?! —exclamó Eren tirando palomitas a la televisión.

Estaba tirado en el sillón con una caja de pañuelos a su lado, ya había acabado la pizza y descubrió una bolsa de palomitas para hacerse en el microondas.

En la televisión pasaban una telenovela, ya que al hacer zapping quedo ese canal que le llamo la atención.

—Era tu amigo, pero te trataba mejor que ese patán—murmuró sonando sus mocos con un pañuelo descartable.

Suspiro desganado, ya se parecía su madre cuando su cantante favorito besaba a otra famosa en la entrega de premios.

Agarro su celular para entrar al WhatsApp, lo tenía en mudo para disfrutar mejor la telenovela, pero como estaba en el corte aprovecho para ver el grupo que estaban todos.

•Los Titanes... y Sasha•

[Krista]: ¿Enserio fuiste?

[Sasha]: ¡Claro! Pero mi madre me pidió que fuera a la casa.

[Eren]: ¿De qué hablan?

[Armin]: ¡Nada!

[Ymir]: Sasha siguió al profesor luego de dejarte en la zona de amigos.

[Eren]: ¿Quién es la perfecta del profesor? ¡Y no paso eso!

[Armin]: ¡Nadie! Y si paso.

[Sasha]: Era pelinegra, casi igual a tu mamá Eren.

[Eren]: Mi mamá no saldría con él.

[Armin]: Quizás Sasha la confundió.

[Ymir]: Puede ser, ¿Quién querría un foreveralone como hijastro?

[Eren]: ¡Oye!

[Eren]: Iré a ver mi novela.

[Eren]: ¡Adiós!

El castaño dejo su celular en la mesita para volver si vista al televisor. Estaba intrigado por aquel triángulo amoroso que se había formado.

— ¿Por qué tomas así? —pregunto la pelinegra.

Ya habían cenado, pero como ninguno quería irse, decidieron tomar un té.

—Es una larga historia—murmuró tomando un sorbo de su té.

Le fascinaba el sabor, tenía la misma costumbre de su madre. Tomar y disfrutar el cálido sabor que pasaba en su boca y el exquisito olor que emanaba.

—Cuéntame, tengo toda la noche—comento acomodándose en la silla.

El hombre explicaba muy bien sus anécdotas, parecía un libro que solo ella podía ver.

—Vivía en barrios bajos, o mejor dicho pobres—comento mirando el objeto tibio de sus manos—; mi madre consiguió una fina porcelana en el basurero... —Sonrió leve recordando la cara de felicidad que tenía—; era para tomar el té. Pero cuando me sirvió en una taza pequeña, esta misma al agarrarla por el mango, se había caído y roto en muchos pedazos. —La miro, ella estaba muy concentrada en sus palabras—. Desde ese momento tengo miedo de que vuelva a pasar.

—Cada vez que hablas de tu madre, tus ojos brillan—comento Mikasa mirando aquellas finas orbes que tanto le encantaban.

—En mi opinión, una madre es lo mejor que puede pasarte—murmuró el pelinegro agarrando la mano de su compañera.

La chica sonrió triste, el rechazo de su hijo le afectaba mucho y trataba de hacer lo posible para que la quiera.

Sin darse cuenta el pelinegro ya estaba sentado al lado de ella.

—Él te quiere—murmuró besando la mejilla de la contraria—; todos los adolescentes pasan por la etapa de rebeldía.

—Tienes razón—murmuró para besar sus labios.

—Qué final impactante...—murmuró Eren.

Quedo sentado en el sillón, aquella pareja que hizo odiarla y amarla, por fin terminaba junta pero un suceso inesperado los mato a ambos.

Apago el televisor, ya era demasiado tarde y mañana tendría clases.

Aunque varias personas, sin decir que todo el mundo, creía que era un irresponsable, era mentira, bueno un poco. A veces se quedaba viendo sus series animadas u otro video de No Name hasta la madrugada, y con a veces nos referimos con siempre.

Un movimiento hizo gruñir a Levi, estaba tan acogedor y calentito que se aferraba a su compañera para que no se mueva.

—Buenos días dormilón—murmuró una cálida voz en su oído.

Este mismo quería seguir durmiendo pero los leves cosquilleos que tenía en su cuello le hicieron abrir los ojos.

—Cinco minutos más—murmuró acomodándose entre los pechos de su compañera.

—Quería preparar el desayuno—comento con un leve puchero.

El contrario la miro adormecido, aquella noche que tuvieron lo dejo agotado.

— ¿Cómo puedes estar con tantas energías? —murmuró para besarla.