Coincidence of destiny ❥ʀɪᴠᴀᴍɪᴋᴀ

🍸ᴄᴀρɪᴛᴜʟᴏ 14🍸

— ¿Qué sucede? Te pusiste triste en un momento—comento su compañera.

—No, solo que quizás... —quiso decir pero un grito la interrumpió.

— ¡Mikasa! —dijo un pequeño rubio con una gran sonrisa.

— ¡Oh! Hola Armin—saludo la mayor para darle un beso en la frente—. ¿Y Eren?

Pregunto preocupada, ¿Le había pasado algo a su bebé y no lo sabía?

—Está allí, tiene que decirle algo importante—comento, apuntando dicho lugar.

El castaño se encontraba detrás de la percha de sacos, no quería decir aquella noticia, sabía que su madre armaría una escena en el negocio y algunas eran madres de sus compañeros.

—Traidor—murmuró al escuchar su nombre.

Respiro hondo y salió a combatir, debía ser fuerte y aguantar la regañada como un hombre.

—Eren, ¿Qué hiciste ahora? —pregunto su madre con las manos en las caderas.

Por un momento se acorvado, su cerebro decía "¡Aborten la misión!, ¡Aborten la misión!" pero su corazón decía "¡Corre idiota!".

— ¿No me responderás jovencito? —pregunto nuevamente pero con molestia.

Jugó unos minutos con sus dedos, ¿Cómo lanzaría la bomba? Debía ser inteligente y tratar de decir la noticia lo más suave posible.

—El profesor Ackerman te cito para hablarte de mis notas, quizás me suspenda de la clase, del semestre y quizás del año, y termine hablando mal español mientras atiendo el lugar de comidas rápidas, donde las hamburguesas son exquisitas—explico lo más rápido que pudo.

Mikasa quedo con los ojos levemente abiertos, se detuvo en la parte del "Profesor Ackerman", luego no escucho más. ¿Sabía que este Eren, que no sabía sumar, era su hijo?

— ¿Profesor Ackerman? —preguntaron ambas mayores.

—Si—comento tembloroso.

Cerro los ojos, se prepararía para el gran discurso, la amenaza con el dinero, la comida y hasta con su celular e Internet. Debía despedirse de las salidas y los batidos de las tardes. El fin del mundo llegaría para él y estaba listo para cualquier cosa. Podía con todo esto, estudiar las 24hrs del día, ¿Qué tan difícil puede ser? Ver horas y horas... Y horas... De la misma materia... Los siete días de la semana... ¡No! ¡Debía luchar por las notas, por el Internet y por el Facebook!

— ¿Ah qué hora? —pregunto.

Un leve sonrojo asomó por sus mejillas, ¿Él quería verla? Un leve cosquilleo empezó a molestar su boca del estómago. Con tan solo pensar en su mirada, en sus besos, sus respiraciones, sus labios, y hasta sus caricias... ¡Debía ir! Claro que por Eren, pero más que nada "charlar" con su profesor.

— ¿Mamá? —pregunto con miedo Eren.

¿Ah qué hora precisamente llegaba el regaño? No podía aguantar tanta tensión, su madre se lo quedaba mirando, no con enojo si no con... ¿Una sonrisa? ¿Qué sucedía aquí? ¿Quién era y qué han hecho con su madre?

— ¿Si? —pregunto saliendo del trance.

—Debes ir mañana, después del trabajo—informo.

Armin miraba la escena, acaso ¿Su madre no lo retaba por el amorío que tenía con su profesor? Además nunca vio sonreír así al mayor, parecía tan relajado como si siempre lo hiciera. También le había contado Eren que lo había defendido cuando hablaron mal de su madre. ¡Todo encajaba! Pero no podía contarle, aunque fuese su amigo, admitía que era idiota y actuaría por impulso sin pensar en los sentimientos de su madre. Esta misma hace mucho que no sonreía según el pequeño.

—Está bien, vete a clases—comento animada, acaricio la cabeza del castaño y del rubio, les dio un tierno beso a cada uno en la frente y empezó a acomodar la ropa.

Su hijo quedo sorprendido, ¿Se perdió la regañada? O quizás ¡Lo regaño mientras pensaba! Era una víctima de los regaños, y también era acusado de ser exagerado, ¿Exagerado él? Si claro, nadie sabe lo que sufre cuando se va el Internet o debe luchar con la calculadora para prenderla.

—No fue difícil—comento Armin, despidiéndose de Mikasa y Hanji que empezaban a charlar animadas.

— ¡Sobreviví Armin! ¡No he muerto! —exclamó saltando.

Era un gran logro, sobrevivió al chanclaso diario. Si podía con eso, ¡Podía con lo que sea!

Caminaron para salir del Shopping e irse a las clases que les faltaban.