Coincidence of destiny ❥ʀɪᴠᴀᴍɪᴋᴀ

🍸ᴄᴀρɪᴛᴜʟᴏ 29🍸

La castaña de lentes tironeaba las mantas, estas mismas eran agarradas por la chica depresiva.

—Hanji basta—murmuraba.

¿No pueden dejarla en paz? La única persona con la cual quería festejar su cumpleaños la odiaba por haberle terminado sin explicación.

—Solo ve al cumpleaños y después quedas tirada todo lo que quieras—comento Nanaba.

—No ayudas de mucho—dijo Mikasa soltando la manta.

Hanji tiro a otro lado aquellas sabanas, la mujer estaba con un camisón que anteriormente se podía deducir que era blanco, pues ahora estaba lleno de helado de chocolate, vainilla y menta. Su rostro tenía unas ojeras muy notables, rastros de lágrimas en sus mejillas y una mirada perdida.

—Veo que no has dejado de pensar en él—dijo la rubia mirando el teléfono, que anteriormente estaba entre las manos de la morena.

Estaba el número del pelinegro con su foto de perfil, mirando atento a la calle. Fue el día en que ella quisiera volver a vivir.

—Vamos, en unas horas será tu fiesta y no todos los días se cumplen 34 años señorita.

Hanji trataba de animarla, pero sabía cuál era el plan, y ese plan costaría su vida.

— ¿Para qué? Tú no vendrás de todas formas.

La miro secando sus lágrimas, estaba en duda si ir o no.

—Iré más tarde—comento nerviosa.

—Está bien—acepto rendida.

Si no iba, sus amigas la llevarían con esas fachas a la fiesta, con o contra su voluntad.

Las mujeres se arreglaron, peinaron y colocaron ropas de gala, claro que Mikasa negaba en bañarse y tuvo que ser metida a la fuerza por la dulce Nanaba. Solo rogaba que los vecinos no hayan escuchado el escándalo de ambas. Hanji había abandonado la casa horas antes para cumplir su parte del plan.

Iban en el auto de la rubia a aquella fiesta, pues la morena no tenía tanta felicidad como la primera.

—Anda, ponte feliz. —Le codeaba el brazo.

— ¿Por qué me atacaste cuando quise manejar?—pregunto con el ceño fruncido.

—Estabas tan "sad" que quizás terminarías chocando contra algún poste, y créeme linda, yo debo casarme con Mike—comento moviendo su dedo y hombros en cada oración.

—Tsk, no uses términos de adolescentes conmigo. Además ese hombre cuando hablas de casarte, se pone pálido y con ganas de escapar. —Hizo un puchero mientras cruzaba de brazos.

— ¿Vez? Te la agarras conmigo—comento burlona, colocando una mano en su pecho—; solo trato de ayudar.

—Si no mantienes los ojos en el camino, créeme que no morirás por un poste.

El camino siguió silencioso, Nanaba quería reír pero aguantaba.

— ¿De qué te ríes? —pregunto desganada Mikasa, cuando ella soltó la carcajada.

—Nada—murmuró limpiando una lágrima de su mejilla.

En solo pensar en la cara de Mike cuando ella planeaba tener un hijo, era más graciosa que cuando quería casarse, pobre Mike, pero debía hacerlo, todas sus amigas estaban casadas, tenían hijos y ella no.

Cuándo Mikasa llego a la fiesta con cara de pocos amigos, estaba muy bien arreglada, luces violetas y azules, manteles blancos, arreglos florales espectaculares, todo era perfecto. Eso significaba una cosa, Annie se había encargado de todo. Por suerte saco a su hijo del medio, no iba a quedar muy bien como centro de mesa un Pikachu, o de adorno un Goku en el techo.

Ella agradeció todo, sus amigos estaban reunidos, pero aunque negara que él estuviese allí, no paraba de buscarlo con la mirada.

—Mami ¿Buscas algo? —pregunto Eren.

Estaba emocionado, pues la entrada de su profesor iba a hacer en un escenario improvisado, según él, cantaría una balada o algo cliché. Pero de todas formas, estaba ansioso y curioso de saber que era. Sus novelas terminan de esta forma, pues claro, él sería parte de esta.

—No hijo—comento su madre acariciando los cabellos castaños de él.

¡Pues claro que busca algo! O mejor dicho, alguien. Pero nadie entendería esa sensación de...

— ¿Se cortó la luz? —pregunto Armin.

Todos balbucearon, pero una luz blanca iluminó el escenario, era hora.

Un redoble de batería y guitarra resonó en el ambiente.

—Hizamazuke... —Se escuchaba desde un micrófono—; Butadomo Ga.

Madre e hijo gritaron y saltaron de su asiento, ¡Era No Name!

— ¡Es...! —trato de decir Eren, pero todos lo miraban irónicos.

¿No se había dado cuenta que Levi era el vocalista?