🍸ᴄᴀρɪᴛᴜʟᴏ 12🍸

997 129 27
                                    


Rasco su nuca con nervios, empezaría a trabajar tiempos extras como suplente, para tener un poco más de dinero, sin contar que debía buscarse un departamento.


—No importa, yo quiero hacerlo y no recibiré una queja—comento con decisión.


Era simplemente asombrosa para los ojos de él, tan solo llevaban un día de conocerse y ya sentía una gran química con ella. ¿Eso era posible?


Caminaron hacia dentro del lugar, era enorme, la entrada era adornada por dos macetas grandes con una especie de árbol enano, los empleados de movían con facilidad entre la gente para atender, servir y demás.


Levi se aferró a la fina mano de ella y la llevo a una mesa cerca de la ventana, se veía el interior del gran Shopping y las personas pasar, admirando los contenidos de las vidrieras.


Movió un asiento para ayudarla a sentarse.


Mikasa nunca había sido tratada con tanta caballerosidad, ¿Todavía vivían aquellos hombres, que parecen salidos de los cuentos de hadas, que contaba su madre? Pues, allí lo podía confirmar.


—Eres muy atento—comento cruzando su pierna, para una posición más relajada


—Solo te trato como te mereces—comento con una leve sonrisa.


Su madre le había enseñado que una mujer era como una rosa, al mínimo error del tiempo, esta se marchitan. Por lo tanto debías cuidarla para que aquello no ocurriese.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— ¿Le dirás a tu mamá? —pregunto un pequeño rubio.


—No lo sé Armin, me regañara y peleará con papá—comento el castaño cabizbajo.


Eren y Armin, ambos amigos iban caminando por el shopping Paradise, donde trabajaba la madre del primero.


—Ese profesor es muy estricto, hablo con mi madre y no fue nada malo, solamente me comento que le contaba sobre mi rendimiento—comento el rubio acomodando sus lentes.


—Pero Annie es comprensiva, mi mamá no. Además mis notas van por el piso, si le cuenta mi rendimiento me matara Armin, me matara—comento agarrando los hombros de su amigo.


—No creo que el profesor te odie tanto para mandarte al frente Eren, exageras—murmuró su amigo rascando su nuca.


— ¡Es peor!, parece un águila buscando su presa—explico. Elevó una mano simulando el ave—; y yo soy tan ingenuo para caer como su carnada. —Con la mano elevada aplasto la otra.


—Vuelvo a decirlo Eren, exageras—comento Armin.


—Olvídalo, ¿Quieres comer algo? —pregunto con un puchero, ¿Por qué su amigo no lo tomaba enserio?


—Vamos a la sala de comidas rápidas, allí preparan buenas hamburguesas antes de difíciles confesiones—explico el pequeño.


Eren lo miro amenazante, esperaba que sea un chiste, pero tenía razón, las hamburguesas allí eran las mejores.


Ambos caminaron hasta allí, tenían tanta hambre que se comerían todas las hamburguesas y hasta los "titanes" de juguete, que venían con la cajita de sorpresa.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—Los combo, más los helados, todo seria 30 dólares—informo la cajera acomodando los alimentos.


Cada uno entrego 15 dólares, para caminar con su alimento a las mesas, eligieron una donde se veía la gente caminando.


—Me contabas que quedaste solo anoche—comento el rubio abriendo su cajita de comida.


—Sí, mamá y papá no regresaron anoche—comento con la boca llena—. Tenía reunión con su secretaria.


— ¿Ya la conoces? —pregunto, tomando una patata frita y mandarla a su boca.


—Claro, cada vez que voy esta con mi padre, ella siempre me recibe con galletas—comento sonriendo, realmente amaba las galletas que le compraba especialmente para él—. Agregando que es hermosa.


Trago la hamburguesa para darle otro mordisco.


—Tu mamá es hermosa—comento Armin degustando su alimento.


Eren se ahogó con su comida y empezó a toser excesivamente ante ese comentario.


— ¡¿Te gusta mi madre?!


—No. —Empezó a negar exaltado—. Solo que me contaste que tus padres empezaran el divorcio.


—Eso es pasado Armin. —Dejo el alimento a un lado y formó con sus manos un corazón—. Como no volvieron anoche, quizás eso se resuelva, además, mamá ama mucho a mi padre, así que no creo que se separen.


El contrario asintió, quizás tenga razón.


Siguieron comiendo con sus charlas triviales, pero en eso el rubio amigo, miro una escena que casi escupe por la nariz la gaseosa que tomaba.


— ¿Armin estas bien? —pregunto preocupado su amigo.

Coincidence of destiny ❥ʀɪᴠᴀᴍɪᴋᴀ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora