Estaba bajo la lluvia haciendo el semáforo con la misma apatía de cada día, sabía que calles abajo, por la principal, había una manifestación a saber de qué, no le importaba en lo más mínimo, por eso él estaba por una via menos transitada dónde pudiera andar en paz, pero nada que hacerle, el día había decidido ponerse en su contra y ahora lloviznaba; bien que podría pasarse la señal en rojo, no venía nada por la calle, pero ahí estaba esa maldita cámara sobre el semáforo que le retenía
-Malditas foto multas- renegó su suerte- ¿no puedes apagarte solo por esta vez?- le insistió al aparato que sacaba fotos de quienes pasaran el semáforo en rojo para luego enviar las multas a la casa- valiente bienvenida la que te di- se disculpó con la moto perdido en sus pensamientos cuando se sobresaltó al sentir peso tras él
-¡ARRANCA! ¡ARRANCA POR LO QUE MÁS QUIERAS!- le gritó alarmado quien sea que se hubiera subido en su moto manoteándole el hombro con prisa y la vista fija en la callejuela- ¡QUE ARRANQUES, MALDITA SEA!- le insistió y el motociclista articuló un grito que mezclaba susto con sorpresa, volvió la vista atrás y lo que vio fue rojo- ¡ARRANCA!- volvió a gritarle y lo hizo, puso todo el acelerador cuando sintió que algo se aprisionó en su espalda como amenaza y sobretodo, escuchó sirenas de las patrullas
Para cuando el pelinegro se dio cuenta, los seguían, ¿cómo se había involucrado en una persecución y que clase de enemigo de estado tenía por pasajero como para que lo siguieran dos patrullas y cinco motos?; al comienzo el camino fue recto hasta que supo que no tenía idea a dónde iba, preguntó a gritos y por respuesta obtuvo otra pregunta "¿eres de aquí?", afirmó, "entonces ve hacia san Denis, ahí te indico" prometió el hombre encapuchado tras el paño rojo que le cubría la mitad del rostro
Obedeció sin dejar de ir al máximo de velocidad contando cada semáforo que se pasaba y fuera de eso con el exceso de velocidad, le esperaban varias multas que le costarían la vida, si es que no lo mataban los persecutores o su raptor; porque vivía en barrios bajos como para saber que lo que le había puesto en la espalda para que arrancara, era el cañón de una pistola o revólver e igual seguía conduciendo con la vista fija en los espejos para estar seguro que todavía tenía lejos a la policía
La adrenalina de la situación, casi que le hizo sentir vivo, nada mal, llevaba todo una semana limitándose a vivir y en ese preciso instante solo podía pensar en huir, sintiendo su pulso acelerado y sentidos alertas a todo lo que pudiera surgir en el camino y aun así, casi suelta la moto cuando el primer disparo impactó en el espejo izquierdo y el impulso le tiró la dirección hacia el lado contrario por el impacto; puede que gritara, pero no estuvo seguro, de hecho, no estaba seguro de nada en esos momentos, solo podía manejar; fue instinto de supervivencia olvidar las indicaciones de san Denis y tomar la primera calle que vio, estrecha y maltrecha como para librarse de las patrullas porque no podrían pasar por ahí y tomarle ventaja a las motos
Había podido parar, dejar que lo atraparan, pero no lo había hecho y ahora le habían volado de un disparo el espejo de la moto y ya no estaba seguro si los motores que oía eran reales, o psicosis de que aún les perseguían, pero supo que eran reales cuando el segundo disparo detonó y por poco le da a la rueda trasera, maldijo y puteó a los policías por quererle dañar su moto y tal como si le hubieran escuchado un segundo disparo voló el otro espejo
"¡HIJOS DE PUTA!, ¡¿PERO QUE HACES MALDITO DEMENTE?!" maldijo y renegó al ver que el otro, ante el tercer disparo, sacó de un bolsillo interno de su chaqueta algo que en el momento le pareció una granada, adiós a su vida, pensó, le vio quitar el seguro, al menos no había sido una buena vida, moriría sintiéndose más vivo que nunca, alcanzó a pensar y para su sorpresa le vio agitar la granada notando recién que tenía forma de bengala y le vio lanzarla hacia atrás
Pronto, todo tras ellos se volvió una cortina de humo y él seguía vivo, no era una granada, era una bomba de humo y casi pudo soltar a reír ante la situación, ni siquiera sabía que le parecía tan gracioso, era respuesta del cuerpo a la adrenalina y emoción, casi euforia de verse libre de policías; habían perdido las motos, pero igual se metió en un callejón varias calles después y detuvo la moto para verle bajar, mientras que él recuperaba el sentido e intentaba asimilar lo que había pasado, para después maldecir; por su parte, vio a su raptor acomodarse el maletín que tenía a la espalda y tantearse el cinturón antes de maldecir, algo había perdido al parecer
Tuvo esos segundos para detallarlo, era como ver un destello rojo que casi le cuesta la vida y no era capaz de dejar de verle de espaldas a él. Era como si esperara una explicación que obviamente el otro no le iba a dar y él tampoco iba a pedir, pero era incapaz de dejar de verle casi intrigado por su raptor, ¿podía irse? Suponía que sí, no estaban ni cerca de San Denis, pero seguro que a él solo le importaba escapar y eso habían hecho, así que no debería haber problema en que se fuera; volvió la vista a su moto ultrajada cuando el otro descargó el maletín al suelo y de cuclillas empezó a buscar algo
-Debo suponer que no eres un ladrón- interpretó logrando que dejara de buscar y renegar algo entre dientes inentendible y girara el rostro hacia él, dejando ver sus cejas y ojos más azules que hubiese visto el transeúnte en su vida, todo decorado con una expresión severa que le hizo sonreír vaciladoramente- esto tiene que ser una maldita broma- juró y como respuesta le vio enarcar la ceja izquierda- eres un abaissé ¿no?- insistió al no obtener respuesta- ya sabes, uno de les amis- se explicó el pelinegro gesticulando con las manos y el anónimo le afirmó
-¿Conoces mi organización?- fue toda la respuesta que obtuvo antes de cerrar el maletín y volvérselo a poner para ir con él, de móvil en la zurda y de repente, sus palabras tuvieron sentido en la mente del civil que le afirmó- gracias por la ayuda, ciudadano- admitió extendiéndole la mano detallando la moto- lamento los inconvenientes y el involucrarle, pero era algo de vida o muerte- aseguró soltando su mano, pese a que el otro siguió estrechándola unos segundos antes de soltarle también
-Eres su líder- sentenció como si le divirtiera la situación- te queda el apodo, "líder rojo", que originales, son en Paris- se explicó cuando le frunció el ceño confundido por lo divertido, se miró igual que lo hizo el otro tentado de bajarle la mascada que le cubría el rostro o la capucha que tenía la chaqueta roja, algo que le dejara ver más que sus ojos y hacerse una idea de su identidad- como sea, chief rouge, no fue nada, pero tu fuga me costó daños- admitió forzándose por apartar la mirada
-Eso veo- comentó sin apartar la vista del móvil que el otro casi se sintió curioso de ver, solo sonrió de ver que la funda del móvil también era roja con una franja a la mitad con la bandera francesa- espera aquí- le pidió y el otro se sentó en la moto viéndole a varios metros casi tentado de sacarle una foto o dibujar lo poco que veía, sin duda dibujaría sus ojos, ¿lentillas? Podía ser, jamás había visto ojos turquí, exhaló cuando le escuchó hablar por el móvil- calla y escucha, si ya dieron con el auto, necesito que vengan por mí y...- le dijo al del teléfono, volviendo la vista al motorista- no estoy solo- admitió y colgó volviendo su atención al civil que le veía desde la moto- me encargaré que no logren involucrar tu vehículo en esto- prometió
-Es lo menos que puedes hacer, injusto sería que mi moto recién sacada del concesionario terminara de tal modo- juró casi con desprecio- y menos que tenga que pagar las multas por tener que huir de tus enemigos- se impuso y le vio afirmar apático a oírlo y más concentrado en enviar su ubicación al grupo- yo intentando evitar el caos que desatan ustedes cada vez que se dejan notar y termino aquí contigo- renegó tanteándose la chaqueta de tela verde recordando que seguía lloviendo cuando fue a encender el cigarro y el cielo retumbó y vio al rebelde guardar las manos en la chaqueta roja- puedes quitártela si quieres, pareciera que te cuesta respirar con ella puesta- admitió señalándose su propio rostro, imaginándose el rostro tras la mascada de la cual se oía la respiración densa y lenta, lo escuchó exhalar e ir a la entrada del callejón- te vas a helar- le habló desde su sitio aprovechando que estaba bajo el alero del balcón de uno de esos pisos
-Solo es agua- le replicó y dándole la espalda a varios metros de ahí, el otro supo que se la bajo por el movimiento que hizo y porque la respiración cautiva por el paño, dejó de sonar- podemos arreglar tu moto, si quieres o si prefieres llévala por garantía, pero no creo que cubran los daños- le admitió dándole la espalda y el otro se forzó por entender lo que le decía, algo dentro de él colapsó al oír la voz tal cual, quería ir y obligarlo a girar para ver su rostro, se le antojó pero siguió fumando en su sitio- ¿vienes?- volvió a hablarle cuando vio girar el auto en la esquina, se subió de nuevo la mascada antes de girar a ver que el desconocido subía los hombros- bien, vamos- le ordenó cuando el auto se detuvo
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Rebelde Involuntario
FanfictionSin querer y sin planearlo, Grantaire termina involucrado con el grupo de Les Amis en un favor del destino. ----------- La imagen de Grantaire, no me pertenece, es de juanjoltaire y ya el diseño de la portada es de Lexma como regalo. Gracias, chica!