Rebelde Involuntario

Cambios y Própuestas

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Uff hay capitulos más triunfantes, más felices, más entretenidos y luego... está este y confío la tonalidad no la tenga ningún otro, porq sino esto se me vuelve un dramón, así que acomodate porq sí, al parecer ya no recuerdo como se hacen cap cortos entonces busca en un buen sitio y suerte leyendo, ojalá no se te haga tedioso

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Y así seguía esa tarde para Enjolras, obligándose a concentrarse en lo que tuviera a su padre ahí, aunque querer ir tras Grantaire y traerle a rastras, así eso fuera perpetrar su libertad, no le importaba, pero tampoco iba a pensar más en ello, se juró, así que todo se resumió a seguir intrigado de pie al lado del sofá por tan inesperada visita, mientras su padre parecía restarle importancia para sentarse en el sofá, abriendo la caja que llevaba, mientras Enjolras optaba por quitarse de ahí y le traía un vaso de agua a cada uno, tal vez, él necesitándolo más que su padre

-Esto es para ti, te lo envía Delphina- resumió Monsieur sacando un paquete que Enjolras le recibió, sentándose en el sillón a esperar- ¿Estás solo?- dudó de repente ante el latente silencio entregándole dos sobres más cuando le afirmó- de tu madrina- aclaró la procedencia de los sobres y siguió revisando el paquete antes de detenerse y mirar la habitación frente a la sala- ¿dónde está Philip?- dudó y fue el único instante en que dejó de hacer, luego siguió clasificando las cosas en la caja

-No lo sé- reconoció y en ese momento no supo porque la suspicaz mirada del mayor que afirmó e igual exhaló- con suerte llegue más tarde y sino ya mañana- resumió casi sintiendo condenado a Courfeyrac cuando su padre volvió a verle- es fin de semana- defendió su ausencia y nada cambió en el semblante de Monsieur Enjolras

-Y son las 3 de la tarde, mis finanzas se ven en peligro por sus fines de semana- añadió sacando un par de cosas más- tu amigo, está demasiado malcriado, hasta por ustedes dos, debe moderarse y ya me hacía yo, la idea que jamás se había ido- condenó logrando recién que Enjolras maldijera en sus adentros el confirmárselo al haber respondido, pero es que sí, siendo justo no recordaba que Courfeyrac supuestamente vivía aparte- ¿pero qué le envía?- continuó y le enseñó la caja- ¡mimerías! Esto es su disculpa por regañarle- resumió dejando en la mesa lo que era para Courfeyrac- el resto de la caja es para ti, en cuanto a ti- advirtió captando del todo su atención levemente sobresaltado de verse inmiscuido de repente, prefería que hablaran de Courfeyrac siendo honesto- que no vuelva a saber que le alcahueteas su estilo de vida, debe aprender a sobrevivir- regañó girando a verle, fue inercia para Enjolras cruzarse de brazos nada más lo vio erguirse- y eso me recuerda, el dueño de este edificio me llamó hace un par de semanas- añadió y solo le vio beber agua viendo al frente, sabiendo que de esa conversación no iba a salir bien librado, pero le pareció bajo que el sujeto acudiera a llamar a su padre, en lugar de darle respuesta a él- no necesito problemas, ni quejas sobre ti con el dueño de este lugar y no es la única queja que obtengo de cualquier tipo de autoridad en esta ciudad- reprendió obligándose a callar para no hablar de más y centrarse en el casero- pero te lo concedo, esto no es digno de un piso en los elíseos, son 5 pisos... lo menos que pueden hacer es tenerlo en optimo estado- reconoció también apático a haberlos tenido que subir, como si no tuviera prisa- escoge otro que tenga lo que debería tener este y múdate- autorizó y Enjolras le negó de inmediato, Monsieur bufó a la negativa- Alexandre, escoge otro y cuando lo tengas, te mudas

-No quiero irme- contradijo de inmediato y lo oyó bufar- este lugar es increíble, lo tiene casi todo, empezando por la vista- altercó y el cónsul solo le miró apático- sí, le falta un ascensor que tiene, pero nunca funciona a no ser que sea temporada alta, supongo que por reducir gastos, pero no voy simplemente a irme, eso no soluciona nada, el problema continuará para los que vivan aquí y es inaudito que algo así se permita- insistió y solo vio a su padre frotarse los ojos, posiblemente contando hasta mil