Rebelde Involuntario

Silenciar la Razón

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Cap largo, favor ponerse cómod@ , llenarse de paciencia con la terquedad fatalista de Enjolras y leerle cuando se tenga tiempo, porque son varias hojas...

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-¿Por qué Jehan me mira tan mal cada vez que me ve?- tuvo que preguntar Enjolras la tercera vez en la hora en que el poeta desde su sitio parecía taladrarle con juicio crítico y despiadado

-¿Qué le hiciste?- dudó Combeferre todavía leyendo el periódico

-¿Yo? ¿Por qué deduces que le hice algo?- replicó de inmediato seguro de no haber hecho nada

-Porque es un alma noble. Dulce y tierno por naturaleza- defendió al literato- personas así no despiertan un día queriendo odiar a los demás y tú, mi amigo, eres letal y francamente hiriente cómo para haber dicho algo que le ofendiera y ni siquiera seas consciente de ello. Por eso te culpo a ti- reconoció cerrando el periódico sonriéndole ante la mirada apática que le dedicó

-No he hecho nada, no lo veo desde hace días, ni siquiera en el campus, el último día que le vi, fue el día de la protesta antes de irme con ustedes- defendió su inocencia, Combeferre solo se acomodó los lentes sospechando motivos

-Entonces, tendrás que preguntarle- solucionó con sencillez el castaño y le vio negar de inmediato- de antología, el fiero líder intimidado de lo que pueda decir el sensible poeta... ¿si no hiciste nada, por qué te intimida?- tuvo que verificar, Enjolras abrió la boca, quiso responder, volvió la vista al frente captando no tener motivo en teoría- ¿estás recordando algo por lo que pueda estar molesto?- tanteó cruzándose de brazos reclinado en el espaldar de la silla

-No directamente... pero tal vez...- concedió seguro de no querer acercarse al poeta

En lo que a Enjolras concierne ya había tenido que rendirle cuentas a Grantaire y hablar de sentimientos, era mucho pedir que quisiera afrontar más de lo mismo, cómo para ahora tener que explicarle las cosas a cada paño de lágrimas que pudiera tener el pintor, aunque aquello le servía de advertencia. Si así estaba Jehan, podía imaginarse a Eponine contratando un francotirador para que le siguiera los pasos o recrear el eterno sermón que le esperaba de parte de Musichetta. Por lo que más quisiera el mundo, solo pedía que no tuviera que lidiar con Bousset y Joly, porque ahí, sí sería demasiado

-Puede que Grantaire tenga algo que ver- reconoció el rubio inconforme viendo a la gente pasar fuera del café

-Interesante- reconoció el castaño logrando que lo mirara unos instantes, Combeferre sonrió con inocencia y Enjolras volvió a ver por la ventana- ¿pasó algo ese día? La verdad fue todo una sorpresa bajar esperando lo peor al no oírlos y encontrarlos contra todo pronóstico, hablando en esta sala- reconoció el médico recibiendo el pedido- tengo toda la tarde, Enjolras, mi turno es nocturno y tú ya saliste de clase- le recordó empezando a beber ante el voto de silencio

-Es que no pasó nada- resumió el ojiazul ese día alterándose de intentar entender cómo una conversación derivaría en el disgusto de Jehan- pero creo a Grantaire capaz de exagerar todo y convertir en un drama una conversación- reconoció codeándose en la mesa

-O... te creo capaz de restarle importancia a algo crucial- tuvo que abogar por el artista

-¿De qué parte se supone que estás?- refutó de inmediato- te digo que no pasó nada más allá de hablar, concederle razón sobre lo riesgoso que es esto, declinar a sus desvaríos, exponer mis motivos y oír su terquedad a desistir de su utopía- enlistó mecánicamente dignándose a beber, Combeferre repasó esos pasos en la mente intentando descifrar o entenderlos, solo exhaló