Rebelde Involuntario

Confrontación

Aun sobresaltado a que alguien llamara a esa hora a la puerta Combeferre abrió los ojos. Normalmente no eran buenas noticias aquellas que llegaban en semana, a la madrugada, así que obligándose a despertar, se había preparado para el caos y tragedia misma, lo que hizo que incluso fuera, algo desilucionante, solo ver a Grantaire en la puerta

-Grantaire- saludó confundido Combeferre cuando abrió - ¿qué... qué haces aquí?- insistió frotándose los ojos obligándose a despertar- ¿pasó algo?- temió relacionando la hora con una tragedia

-No- prometió confundido de tal comentario- necesito hablar con Enjolras- explicó con calma- ¿estás bien? Pareces alterado- notó ante lo estupefacto que estaba el aspirante a médico

-Ah... si, si lo estoy, pero... Grantaire... son las 4- explicó haciéndose a un lado dejándole pasar y sintiendo el aroma a alcohol, todo tomó sentido- bien, pasa, pero, deberías descansar primero... ponte cómodo, iré a ver si sigue despierto- aseguró yendo hacia allá después de verificar que el artista esperó en el sofá

Deteniéndose frente a la puerta de Enjolras esperó apoyado en la pared del pasillo, en el estado que estaba el pelinegro, con el silencio del piso, el fresco de la noche y la hora que era, no tardaría en dormirse, dedujo y en efecto ocurrió, pero tal como si de verdad hubiese llamado a la puerta, escuchó a Enjolras abrir y el sobresalto fue mutuo

-¿Combeferre?- verificó Enjolras sujeto de la puerta- ¿Qué haces ahí?- dudó seguro de haber sido su compañero de piso lo último que viera a esa hora frente a su puerta

-¿Por qué sigues despierto?- fue todo lo que pronunció el castaño- no importa, pero deberías estar dormido, ¿no oíste que tocaron hace un rato?- dudó en voz baja preocupando al periodista

-¿Ocurre algo?- alcanzó a dudar temiendo cualquier cosa- ¿dónde está Courfeyrac?

-Está dormido, estamos bien, no pasa nada, cálmate- pidió reteniéndole bajo el marco de la puerta con la mano en el pecho- no fue nada, es solo que... era Grantaire y no está en condiciones para volver a su piso, estoy esperando que se duerma- explicó con calma antes de retenerle cuando le pasó por el lado- quieta, quieto, ¿a dónde vas?

-A enviarle a casa, nada tiene que hacer aquí- impuso halando el brazo para soltarse

-No, no está en sus cinco sentidos para volver a casa- se interpuso poniéndose frente a él sin soltarle- a no ser que le vayas a llevar a casa, no le vas a despertar, ya debe haberse dormido y baja la voz- le ordenó antes que protestara siquiera- no vas a echarlo a la calle, lo que sea que haya pasado entre ustedes dos no es momento de solucionarlo, hablar con alguien en ese estado, no consigue nada- explicó e impuso soltándole y dando un respingo antes de exhalar cuando escuchó la puerta azotarse- dame paciencia o dales valentía para concretar algo, esa pobre puerta no da aguante- bromeó para nadie negando divertido antes de salir a hurtadillas a su habitación tras verificar que el dibujante dormía recostado en el sofá- descansa, Taire- despidió yendo a su cuarto para volver con una manta que le dejó y se dignó a dormir hasta que tuviera que despertar para ir a clases

Y menos mal fue a dormir y cayó hasta que la alarma sonó o habría tenido que apaciguar la guerra que casi se desata en esa casa entre reniegos y susurros después que cerca al amanecer Courfeyrac todavía adormecido hiciera todo mecánicamente muy a las 6 para arreglarse mientras renegaba el tener clase a las 8 y con tazón de cereales por negarse a cocinar, llegó al sofá y se encontró con el artista dormido

-¿Y tú?- le despertó chuzándole con el índice- ¿Qué haces aquí?- dudó bajándole los pies del sofá para sentarse ahí buscando algo que ver