Capítulo 45.

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(N/A: Cap inesperado.)

***

Aún con el cuerpo adormecido Camila estiró una de sus manos en búsqueda del cuerpo de su novia al otro lado de la cama, sin embargo las frías sábanas dejaban en evidencia que Lauren hacía minutos que ya no estaba allí.

Frunciendo el ceño se giró totalmente para notar cómo una pequeña nota adornaba la almohada, su respuesta natural habría sido sonreír, sin embargo el ruido del viento golpeando contra el cristal de la ventana y el sonido de la fuerte llovizna sólo lograron hacerle despertar del todo.

"No quise despertarte, salí a comprar un poco de frutas para el desayuno, vuelvo pronto..."

Llevándose una mano al pecho la morena apreció el desorden de ropas que había en el suelo luego de lo ocurrido durante la noche anterior. Se envolvió en las sábanas para abandonar la cama y encaminarse hasta la cocina en búsqueda de otra señal por parte de la ojiverde.

- Oh Lauren... ¿Cómo se te ocurre salir con ésta lluvia? – Murmuró preocupada.

Un par de lágrimas comenzaron agolparse en sus ojos al sentir cómo Lauren ni siquiera le había despertado aquella mañana con besos y cosquillas como solía hacerlo, incluso lo esperaba con más ansias luego de haber pasado la noche haciendo el amor con ella. Se suponía que sería la mejor noche junto a su novia, sin embargo no podía dejar de sentir cómo Lauren, luego del último orgasmo, se había desconectado totalmente de ella.

- ¿Qué está pasando mi amor?...

Qué estaba pasando... Lauren llevaba días siendo cortante, distante e incluso fría, y aunque quería relacionar todo aquello con la difícil situación de su novia, al tener que pasarse todo el día sola y haciendo su rehabilitación, Camila sabía que había algo que le preocupaba aún más y era el hecho de que Evan le comentara la intensidad de dolor que Lauren estaba resistiendo para evitar usar los opioides necesarios.

Negando con la cabeza para evitar que sus lágrimas escaparan, se encaminó hasta el baño donde el espejo aún mantenía el mensaje escrito con labial. Extrañaba tanto a esa Lauren, aquella que parecía tan tranquila, tan feliz, tan decidida por un futuro... Ahora no lo podía asegurar, ni siquiera habían tocado el tema a pesar de que ella imaginó que lo primero que Lauren le pediría al salir del hospital habría sido tomar un avión para volver a Nueva York.

Y fue en aquel momento en que Camila lo entendió... Allí entre todos sus medicamentos pudo encontrar el bote de Benzodiacepinas abierto a un lado de un par de cajas de Hidrocodona y otras de Demerol...

Su respiración se cortó, y el pecho le dolió tan intensamente que ni siquiera el llanto que deseaba dejar escapar pudo pronunciarse. Sin querer creerlo sus manos tomaron todos los objetos para notar con una simple mirada cómo una gran cantidad de medicamentos no estaban en éstos, señal inequívoca de que Lauren se los había tomado. ¿Cómo podía haber sido tan ingenua? ¿Por qué Lauren había sido tan obvia?

- Te lo pedí Camila... Te lo pedí. – Murmuró.

- ¿Qué podía hacer? – Dijo casi sin voz. – No podía dejar que sufrieras... Necesitábamos sedarte y manejar la analgesia.

- No...

- ¡No teníamos más opciones!

- ¡A mí no me quedan más opciones si tengo una recaída! – Espetó.

El recuerdo de aquellas palabras que le había dirigido su novia sólo incrementó la intensidad de su llanto y el dolor de sentir cómo su corazón se comenzaba a quebrar en mil pedazos... Ella había sido la causante de que Lauren tuviera aquella recaída en su adicción.

Strangers in the night. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora