Strangers in the night. (CAMREN)

Capítulo 52.

Maratón -> 2/4

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El melancólico sonido de la guitarra de la canción Heart's On Fire de Passanger ambientaba el amplio lugar, bajo el constante zumbido de la máquina de tatuajes que estaba marcando con tinta la extensión de su espalda.

- ¿Cuántos años vive un elefante?

- Como promedio llegan a los 50 años.

- ¡50 años! – Dijo el hombre sorprendido. – No tenía la menor idea.

Camila sonrió ampliamente frente a la espontanea risa que surgió de la boca de Arthur.

- ¿Siempre te han gustado?

- Sí... El elefante significa la fuerza de atravesar todos los obstáculos que la vida te pueda poner.

Luego de mencionar las mismas palabras, que había utilizado para explicar aquello a Lauren, sus ojos marrones volvieron a mirar un punto fijo en la pared. La piel de su espalda comenzaba a escocer levemente, pero aún se sentía a punto de explotar por haber logrado llegar a la tienda de tatuajes para conseguir aquel con el que había estado soñando.

- ¿Y ahora habrá viaje a Cancún luego de pasarte más de dos años en Alepo?

- No... - Murmuró. – Tengo algunas cosas que resolver... Por ejemplo que estoy sin empleo y vivo con mis padres.

- ¡Ey! Yo viví con ellos hasta los treinta.

La morena sofocó una pequeña risa intentando disipar el dolor que sentía cada vez que Arthur remarcaba una de las líneas del tatuaje.

- Bueno, es un poco raro volver con ellos luego de haber tenido mi propio piso y un matrimonio que terminó siendo un total fracaso.

- Ouch. – Rio.

- Suenan a problemas tan superficiales, si me pongo a comparar con lo que vivíamos en Alepo...

Ambos se mantuvieron en silencio, momento en el cual Camila intentó identificar todas las emociones que se le atoraban en su pecho.

- ¿Has viajado a Nueva York alguna vez?

- Sí... - Dijo Arthur. – Es una ciudad increíble... Tienes esa sensación de que puedes hacer todo... Además hay muchos referentes para aprender sobre tatuajes.

- Me lo imaginaba...

- ¿Quieres mudarte?

¿Qué estaba haciendo realmente en Seattle? ¿Estaba dejando que su vida se quedara pausada en un lugar y momento en el cual no tenía realmente nada más que perder?

- De seguro hay un montón de hospitales que querrán contratarte. – Sonrió Arthur.

¿Y si regresaba a su antiguo trabajo? Quizás pudiera enfrentarse a todo lo ocurrido entre Stefan y ella... No... ¿Qué era lo que realmente deseaba?

- Además Nueva York es una buena ciudad para enamorarse.

Una caprichosa sonrisa se dibujó en su rostro, aún podía oír a Lauren hablando sobre todas las tardes que podían pasar en Central Park o simplemente abrazadas en el sofá luego de un largo día de trabajo.

- Quién sabe. – Dijo Camila.

...

Michael se colgó al hombro el único bolso que había llevado Lauren. Ambos caminaron en silencio en dirección del antiguo BMW color negro del anestesista.