La médico anestesista especialista en rescate y reanimación, Lauren Jauregui, ha decido comenzar una nueva etapa de su vida dejando atrás un oscuro pasado que sólo desea superar enfocándose en su trabajo en Alepo-Siria. En sus primeros días allí, y...
- Necesito un novio... - Bufó Ally. – O en su defecto, una buena sesión de sexo.
Camila ahogó una carcajada para luego volver a concentrarse en los resultados de la analítica de uno de los pacientes de la Unidad de Cuidados Intensivos.
- Que te lo digo muy seriamente. – Repitió la enfermera. – Quizás Evan no sea una mala opción...
- ¡Por Dios!
Frunciendo el ceño la intensivista miró con curiosidad a su amiga que sólo se encogió de hombros riendo para luego escribir en uno de los folios.
- ¿Cómo lleváis el asunto tú y Lauren?
Esquivando rápidamente una respuesta Camila se levantó de la silla donde había estado para tomar entre sus manos su taza de café con leche.
- Nada que comentar al respecto. – Dijo la morena.
- Me quieres decir que...
- Sí.
Dejando que el sabor del cálido líquido invadiera todas sus papilas gustativas se mantuvo mirando cómo Ally se cogía el cabello con una coleta.
- ¿Quieres hablar de ello?
- No realmente. – Murmuró algo confusa. – Por el momento lo que más ocupa mi mente es el hecho de que hace un mes le dije a Lauren que para las fechas cercanas a mi cumpleaños tomaría una decisión sobre nuestro futuro aquí en Alepo.
Antes de que la conversación prosiguiera el sonido del teléfono llamó la atención de Camila quien con una mano cogió el auricular del antiguo aparato.
- Dra. Cabello, habla Tony, tenemos en urgencias un paciente con una Insuficiencia respiratoria aguda bastante importante. – Informó. - ¿Sería posible que venga a evaluarlo dentro de los próximos minutos?
- Claro, bajaré ahora mismo.
Luego de un pequeño gesto, que Ally comprendió sin problemas, la intensivista se encaminó al servicio de urgencias donde Tony le esperaba cerca del box de reanimación.
- Está con mucha taquipnea, apremio respiratorio y leve compromiso de conciencia... Esta es su radiografía de tórax.
Tomando el examen entre sus manos los ojos de Camila se mantuvieron asombrados por todo el compromiso pulmonar bilateral que quedaba en manifiesto.
- La paciente es VIH (+). – Susurró el enfermo.
Apretando los dientes la morena no apartó sus ojos de la radiografía. Conocía perfectamente el patrón radiológico, aquella era una neumonía grave por Pneumocistys jirovecii, un hongo que producía infecciones oportunistas en pacientes en etapa SIDA.
