Capítulo 39.

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Luego de terminar de abrocharse las deportivas Lauren salió de la habitación principal para deleitar sus oídos con Every Breath You Take de The Police que sonaba desde las bocinas del antiguo equipo de música.

Una sonrisa se dibujó en su rostro al ver cómo Camila balanceaba su cuerpo mientras servía el café recién hecho.

- Buenos días princesa.

Ésta le recibió con un rápido beso que se vio interrumpido por el sonido del pan saltando en la tostadora. Lauren frunció el ceño antes de tomar su taza de café y sentarse en una de las sillas.

- Ya veo que jamás podré volver a tostar pan.

- Lo lamento. – Camila le sacó la lengua.

Frente a la agradable situación la más alta se limitó a sonreír observando la belleza natural de su novia quien aún no se había colocado el leve maquillaje que solía usar en el trabajo.

- Toma.

Cuando sus manos tomaron el pequeño plato donde estaba la tostada sus ojos color esmeralda se quedaron detallando con curiosidad y felicidad el corazón de mermelada de frambuesa que se encontraba en el centro del pan.

- Me has dejado un corazón en la tostada...

- Sí... - Sonrió. - Buenos días mi amor.

La morena se acercó y Lauren le tomó entre sus brazos para sentarla en su regazo. Ambas se fundieron en un largo beso que hizo temblar el cuerpo de la morena.

- Me encantas... Me encantas... - Susurró.

Camila simplemente respondió con más besos que hicieron reír entre dientes a una feliz Lauren.

- Anda pesada, ahora a desayunar que a tu jefa no le gusta la impuntualidad. – Bromeó la morena.

- Entonces será mejor que me des otro par de besos.

- No...

Antes de levantarse, un pequeño beso en su hombro por parte de la más baja fue todo lo que ésta le dejó para salir de la cocina sin antes coger su taza de café con leche.

- ¡Que no me gusta que me dejes desayunando sola!

- ¡Que ya voy, que ya voy! – Gritó desde el salón.

Rodando los ojos Lauren suspiró levemente para ahora centrarse en el tierno corazón de mermelada. Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro al verse envuelta en aquella mañana cotidiana al lado de Camila.

Cuando el dulce sabor a frambuesa invadió su boca un pequeño gruñido escapó desde el fondo de su garganta deleitándose con lo que muchos tomarían como sólo un simple desayuno. Ahora Lauren sabía apreciar aquellas pequeñas cosas y momentos que durante su vida anterior jamás había tomado en cuenta, la vida le había cambiado y dado una gran lección, quizás de una forma muy fuerte y no esperada, pero ahí estaba ahora, disfrutando de los detalles y de la incertidumbre de lo que podría venir a futuro.

Strangers in the night. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora