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-¿Quieres quitar esa sonrisa de bobo, niño?-
-Déjalo que disfrute unos minutos más, Nyoka.-
-¿Para qué? ¿A caso te parece bien que quiera alejarnos con una cortina de humo, Insa?-
-Ya lo sabe él suficientemente bien.-
-Lo sabe mejor que nadie. ¿Piensas qué es algo bonito?¿Qué  tu corazón volverá a latir de aquella manera tan humana y sentimental? No te engañes, Yoongi, todo son imaginaciones tuyas.-
-Eso es, Nyoka tiene razón. Ese chico sólo quiere escapar de aquí. Escapar de ti. ¿Crees que eres especial? No seas tan estúpido, en cuanto te descuides ese chico escapará de ti, del monstruo.-

-Él no es así, callaos.- En medio de la oscuridad de su propia habitación esas dos criaturas le controlaban, le decían la verdad, le decían que pensar y sentir. La serpiente se enredaba por su cuello, y con ayuda de el ahogado sombrío torturaban al chico cada noche y mañana.-¡Parad, parad, parad! ¿No es así!-

-Míralo, Nyoka, aún piensa que se puede reconstruir, cómo si este reino no se hubiera derrumbado y consumido hasta ser cenizas hace ya demasiado tiempo.-

-Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, Insa- La boca de esa serpiente reía estruendosamente. No sólo reía, se reía de él: de humano insignificante incapaz de aguantar la verdad de su existéncia. - Al parecer nos deberemos encargar de que desaparezca de nuevo.-

Yoongi se balanceaba hacia delante y hacia atrás en esa posición fetal, intentando inútilmente buscar acallar a esos seres del inframundo. Con sus manos en su cabeza, la frotaba intentando pensar en otras cosas, intentando no escuchar con sus manos, luego, en sus oídos. No, no era cierto. Yoongi se negaba a creerlo. Esa sonrisa debía ser verdadera, esa sonrisa no podía ser destrozada tan fácilmente por esos dos engendros. 

-Esta bien, está bien niñito, vamos a tranquilizarnos.- dijo el ser más parecido a un hombre que a una culebra. -La situación es sencilla, no somos malos, al revés, sólo queremos lo mejor para ti.-
-Eso es Yoonginie- dijo la culebra iniciando otra vez su fase de putrefacción.
-Solo queremos protegerte.-
-¡¿protegerme de qué?! ¡¡Dejadme en paz, por favor!!- inevitablemente unas pocas lágrimas procedentes del rubio tocaron el suelo. -No puedo más con vosotros- los gemidos lastimeros de su boca no acallaban nunca. 

Cada vez que uno de ellos abría la boca, toda su mente se transformaba, la materia gris que poseía dejaba de serlo para pasar a ser materia negra y matéria transparente. Al parecer así era, era la realidad, era la verdad, aunque puede que no absoluta, era su propia verdad. 

Hacía ya tiempo que Nyoka y Insa no lo visitaban, y aunque había disfrutado de ese tiempo, no podía negar lo atado que se encontraba a ellos, lo mucho que les pertenecía y les servía en lo más profundo y sereno de su ser.

-Chico, Nyoka y yo hemos estado siempre a tu lado. Desde el momento en que tu madre te dejó hasta el momento en el que nos aceptaste como tus iguales. Te hemos acompañado durante un largo trayecto, ¿crees que nos equivocamos después de tanto tiempo unidos a ti?-

-Vamos, sabes lo que eres. No te engañes a ti mismo- sus manos húmedas y viscosas comenzaron a acariciar su cabello de una manera peculiarmente cariñosa y afectiva. -La soledad fue tu decisión, no la rechaces tan pronto. Tanto ella como nosotros dos te hemos sido fieles, igual que tu a nosotros. No estas listo y lo sabes. El mundo está en tu contra, y lo sabes. Esa sonrisa no durará mucho mi pequeño- susurraba la serpiente a su oído.- Ese chico no puede hacerte sonreír. Nada puede hacerlo. Esta es tu naturaleza. No lo intentes tan fuerte.-

En el fondo de su alma, y aunque se negara a verlo, también en su superficie, Yoongi sabía que ellos tenían razón, pero, ¿entonces qué pasaba con el beso de la otra vez? ¿Qué había de ese escalofrío que recorrió su columna vertebral? ¿Qué era ese ritmo furioso impropio de su corazón? ¿Por qué no podía dejar de pensar en su sonrisa, en sus labios, en sus lágrimas, y sus palabras? ¿Por qué tenían que tener razón?

Para él fue real.Fue demasiado real. Fue la primera vez en su vida que tenía la oportunidad de saber lo que se sentía al ser amado. Nadie, ni su madre, ni su padre, ni sus compañeros, nadie le había concedido nunca una oportunidad, mucho menos una segunda y tercera como había hecho ese chico. Por primera vez desde hacía años ya no se sentía tan sólo, ya no se tenía tan triste. Hoseok había encendido una pequeña chispa de esperanza en el corazón de Yoongi que no quería ser apagada, no quería ceder a los vientos y las mareas, quería sobrevivir.

Por primera vez una mirada le hizo sentir, le hizo comprender que quizás existía eso que alguna gente extraña para Yoongi llamaba felicidad. Por primera vez su mirada comenzaba a brillar, y sus pupilas se dilataban, y su respiración se agitaba, y su piel se erizaba y su mente se agitaba, eso si, de una manera totalmente diferente.

¿Por qué había de ser todo tan amargo? ¿Por qué debía sentirse así: con el corazón encogido y los músculos inmóviles?

-Piensalo yoongi.- habló el hombre de tez violeta.- ¿Qué harás con él? ¿A caso lo querrás y lo curarás? Por favor Yoongi,. abre los ojos, vuelve a la realidad, lo destrozarás como todo lo que haces. En cuanto lo toques se desvanecerá en mil pedacitos, eso si no escapa antes de ti, eso si no es todo un teatro fingido por ese estúpido humano.-

-Dejadme en paz, por favor.- Yoongi a apenas podía hablar, no tenía fuerzas para nada más, no podía batallar más, sólo quería acabar con todo esto. Sus lágrimas no paraban de deslizarse por sus mejillas como un río violento deseoso de llegar a su cauce. Su respiración era casi inaudible, pero ahí estaba.

-Nyoka, creo que es hora de irnos.- las sonrisas de colmillos aparecieron en ambas bocas.
-Esta bien, Insa, pero Yoongi, que sepas que no eres más diferente que nosotros. Ya lo verás pequeño... Al fin y al cabo, nunca nos equivocamos.-

Con carcajadas sonoras y burlas se fueron esos dos monstruos otra vez al pozo que los albergó y acogía, dejando a Yoongi rendido en el suelo, vacío, pensativo y vacilante.








Emms... vale, casi lloro escribiendo este capítulo.

Bien: capítulo muy importante y lleno de metáforas que espero que conozcáis, porque no voy a explicar jeje. Yo misma me estoy haciendo muchas teorías a lo big hit, así que si esto os confunde esperad un poco más XD.
Sólo aclararé que Nyoka e Insa significan Serpiente (en suajalí) y Ahogado (en coreano) respectivamente.

Bueno, os amo musho musho y espero que os esté gustando mucho la historia. Gracias por las 3K lecturas!!! Sois geniales!

Baii 🌹

Baii 🌹

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Estocolmo »YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora