They Don't Know About Us

Capítulo 15

No sé cuánto tiempo llevo tirado en el suelo con la espalda apoyada en un árbol y mi mirada fija en la punta de mis botas moteras algo desgastadas.

Saber que ella siente algo y que yo también lo hago, en parte me alegra. Y en parte no. Yo sé que si formáramos un "nosotros" no funcionaría. Yo tengo ensayos, entrevistas, un disco que crear, viajes y ella también tiene actuaciones, ensayos, estudios... Y el dolor que nos podría acarrear nos haría sufrir. Ella ya tiene bastantes problemas con los que lidiar para añadir uno más a su lista. Uno que por muy loco que esté por ella, no podría remediar lo idiota e inútil que sería para alguien como ella.

Por ello, debo elegir entre hacerle sufrir o dejarla ir y encontrar a un chico normal, sin demonios y sin estupidez. Aunque esa idea me agujerease el corazón, o lo que queda de él.

Decidido a dejarlo estar todo, y alejarla de algún modo me levanto y me sacudo para quitarme los trozos de hojas y arena que se han adherido al pantalón. Me recoloco la camiseta y vuelvo al campamento.

Mis ojos en seguida buscan a Savie (o así me gusta llamarla en mi mente), y la encuentro con su cabeza en el regazo de Kyle ya dormida.

Cuando me siento al lado de Connor, ella abre sus enormes ojos azules y me mira. Puedo ver su enfado, su dolor, pero me hago el indiferente mirando a otro lado.

Decidimos cantar algo, y a las chicas les encanta la idea. Cojo mi guitarra, con la que he compuesto muchas de mis canciones y con la que me he desecho de mucho dolor. La música me cura.

Comenzamos con los acordes de "Endless Love" y no puedo evitar mirar a los ojos a Savie.

"No lo entiendes,

No entiendes que cada vez que te veo tengo ganas de besarte,

de agarrarte y no soltarte,

de sentirte y abrazarte.

No lo sientes,

No sientes electricidad,

Chispas en el ambiente,

Conexión irrompible,

Tensión palpable,

¿No sientes mi anhelo?

No lo ves. No lo ves.

Es amor sin fin. Sin principio, nos enamoramos sin saber cuándo, ni cómo, ni dónde.

Sólo sé que eres tú.

La letra sigue siendo cantada por Chris , Seth y yo cantamos los coros y cuando terminamos, veo a Savie bajar la cabeza, apoyarla en el hombro de su hermano y cerrar los ojos. Aun así puedo sentir su tristeza.

- Guau, eso ha sido increíble. Estoy muy cansada, ¿os importa que me vaya ya a dormir? - pregunta ella, dirigiendo su mirada a todos menos a mí.

- Claro que no, descansa bien - responde enseguida Kyle, recibiendo el asentimiento de cabeza de los demás.

Se despide de todos y, cuando llega a mí, tan sólo me da una mirada cargada de sentimientos y un ligero beso en la mejilla.

Agarro su mano por instinto. Mierda, Jayden, ¿qué haces?

Todos se quedan extrañados ante mi acción, la suelto inmediatamente y me rasco la nuca, intentando pensar alguna respuesta.

- Ten cuidado con las ramas- digo, mirando al suelo - Además hay algunos socavones. Ahí hay uno, creí que te ibas a caer.

Miento, aunque sí es cierto que un agujero muy grande se abría en el terreno. Ella mira hacia abajo, después me vuelve a mira y frunce el ceño. Sin embargo, no me dice nada más que un seco "Gracias".

La veo alejarse, con paso apresurado y meterse en su tienda de campaña. Miro a los demás y ellos a mí.

- Me voy.

Doy media vuelta y me voy a mi tienda de campaña, la cual comparto con Connor y Seth. Me siento en el colchón, necesito un respiro.

Chequeo los mensajes de mis redes sociales y tras responder algunos decido cambiarme, poniéndome unos pantalones anchos de pijama y una camiseta desgastada negra. Me acuesto sobre el colchón, apoyando mi cabeza en la almohada y con un brazo por detrás de mi cabeza.

No tengo sueño, sólo estoy cansado y sé que aunque intentara dormir no lo conseguiría. Cierta persona no para de rondar por mi cabeza. Me frustra saber que ella también siente lo que yo siento y no poder decírselo, pero no puedo exponerla al mundo porque sé que en cuanto los parásitos llamados paparazzis se enterasen no la dejarían, y ella tiene una vida y debe tener su respectiva privacidad. Que yo haya decidido sacrificar cierta privacidad en mi vida para poder dedicarme a lo que me llena, me concierne solo a mí. ¿Cómo reaccionaría ella si además de todo todo lo que debe llevar adelante, la gente empezara a juzgarla, a perseguirla y todo por mí? Ella merece algo más que eso.

Cojo mi guitarra, la desfundo y la apoyo en mi rodilla. Empiezo a tocar la melodía que ya he compuesto y tras tocarla entera saco una hoja de papel que tenía arrugada de mi mochila y un bolígrafo de la mochila de Chris. Sé que siempre lleva uno fuera donde fuese porque es el que más compone y da igual el sitio donde le viniese la inspiración, él busca un sitio cualquiera para sentarse (incluido el suelo) y se pone a escribir.

Las palabras parecen salir de mí automáticamente, escribo a la velocidad de la luz y cuando termino de escribir lo que sería el comienzo de la canción y el estribillo me dispongo a tocarla.

Cuando termino me quedo en silencio, con las manos todavía en los trastes que corresponden al último acorde de la canción. Todo ello va por ella.

Un chasquido proveniente de fuera de la tienda de campaña capta mi atención. Me giro y veo la sombra de Savannah. Estoy seguro de que es ella.

- Entra – digo más alto de lo normal para que me escuche, puedo ver cómo ella pega un salto. Me levanto y voy a abrir la cremallera, y cuando la veo retrocediendo para irse la cojo de la muñeca -. ¿Qué hacías ahí?

Se muerde el labio, visiblemente nerviosa y se aprieta más el cinturón de la bata que lleva. En seguida mis ojos viajan y ven lo estrecha que es su cintura. Joder. Cálmate, me digo a mí mismo.

- Escuché la melodía que tocabas con la guitarra, y quería escucharla. Siento si te he fastidiado la canción.

Prácticamente la arrastro dentro de mi cabaña y la siento en el colchón, a mi lado.

- ¿Te gusta? - le pregunto. Ella enarca sus ojos, abriendo a la vez más esos ojos verdes que veo cada vez que cierro yo los míos.

- Sí, ya te lo he dicho - responde, encogiendo levemente los hombros.

- No, me has dicho que te gustaba la melodía. Sé que has escuchado la letra - ella se sonroja, y aunque me quiero reír me lo guardo, quiero escuchar su opinión de verdad.

- Sí, es preciosa - en cuanto escucho eso, suelto el aire que no me he dado cuenta que estaba reteniendo.

La miro a los ojos y no puedo evitar besarla.

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¡He vuelto! Espero que os guste, ¿qué creéis que pasará ahora? ¿Se darán una oportunidad, o no...?

Nos leemos muuy pronto,

-lachicadelluvia-