Capítulo 35

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La sala de espera está a reventar. Las amigas de Savannah se encuentran abrazadas, con ojos llorosos. Más o menos como todos nos encontramos. La policía ya se ha ido, acordando que mañana pronto vendrán a tomar declaraciones.

- No entiendo quién querría hacerle daño.  De verdad que no lo entiendo - susurra Kyle frustrado, intentando que los demás no le escuchen, solo yo.

Entiendo su frustración, porque yo mismo la estoy sufriendo. Quiero pillar a esos cabrones que se atrevieron a ponerle un dedo encima. Y claro que lo iba a hacer, pero ahora mi sitio corresponde con Savannah.

- Tranquilo, lo encontraremos. Yo sólo quiero que esté bien y que despierte.

Él asiente. Se acuna la cabeza con las manos, señal de cansancio. Llevamos cerca de 5 horas y nadie ha dormido, aunque puedo ver que nadie podría aunque lo intentaran.

Al inicio del pasillo veo aparecer a la enfermera que antes había prometido avisarme de cualquier cosa así que me levanto, llamando su atención. Ella se acerca con una sonrisa, tranquilizante y cariñosa.

- Hola joven, sé que está estable, pero ha sufrido un golpe en la cabeza y está muy desorientada.

- Espere un momento, perdone - la interrumpo para volverme hacia los demás y avisarles de que vengan. Una vez estamos todos alrededor de la enfermera, ella prosigue: -. Como le decía al joven, Savannah se encuentra en un estado crítico, pero a nivel emocional. Ha sufrido un golpe fuerte en la cabeza, y eso ha hecho que esté muy desorientada, además de adolorida. Presenta traumatismos por los golpes, y les aviso que verla puede causarle conmoción. Podéis entrar a verla, pero de dos en dos.

- Muchas gracias - ella sólo sonríe, asiente con la cabeza y se retira.

Los suspiros de alivio al saber que está despierta no tardan en escucharse. Me vuelvo hacia los padres, quien a su vez también están mirándome. A pesar de mis ganas incontrolables de ver a Savannah, sé que son sus padres y deben verla primero.

- Iré después de vosotros, no os preocupéis - les digo. Ellos me miran y asienten, para después ir hacia la habitación de Savannah.

Unos diez minutos después salen inesperadamente, y al ver sus rostros me asusto. Ambos están con los ojos irritados y parecen haber envejecido. 

- ¿Qué pasa? ¿Está bien?

- Sí, hijo, pero nos ha impactado verla así. Tenemos que pillar a esos hijos de perra - responde con furia el señor Ward. No puedo evitar mirar a Caroline, que no para de llorar. La abrazo y se me encoge el alma cuando la siento temblar y sollozar.

Respiro hondo, sabiendo que no estoy preparado para verla así, aunque mi corazón y yo deseemos verla a partes iguales. 

Cuando soy capaz de calmarme abro la puerta, y ahí está ella. Con un respirador para facilitarle hasta un proceso tan vital y natural como el de respirar, con varios colores en la piel señal de los golpes y sus preciosos ojos hinchados y cerrados. 

Al cerrar la puerta ella pega un leve salto y abre sus ojos, y me mira.

- Jayden - puedo escucharla decir. Le sonrío como puedo y me acerco con cuidado a ella, temiendo hacerle daño con tan solo una caricia. 

- Hola, Savie - le sonrío y le doy un beso en la frente que le hace cerrar los ojos. Cuando vuelve a abrirlos puedo distinguir las lagrimas que amenazan con salir -. No llores, ya ha pasado todo, estoy aquí. Lo siento tanto, debería haber estado allí, haber llegado más rápido. Lo siento, Savie.

Ella niega con la cabeza, y me pide con gestos quitarle la máscara de oxígeno. Titubeo un poco pero termino quitándosela al ver la necesidad en sus ojos.

- No te culpes... De verdad... Sólo quiero dormir contigo aquí, me das paz - dice  con dificultad. Yo asiento, y ella se mueve hacia un lado para poder recostarme a su lado. Me da miedo hacerle daño así que parezco un puto equilibrista para tumbarme sin tocarle mucho. Ella ríe un poco, y ese hecho hace que me llene.

- Joder nena, es que no quiero hacerte daño - le digo riendo.

- Lo sé, pero te necesito.

Y así, riendo en una situación así ambos nos quedamos dormidos, aunque mi intención era quedarme hasta que ella se tranquilizara y durmiera, encontrando la paz en medio de la guerra. Supongo que eso es lo que solo nosotros, el uno con el otro únicamente, podemos hacer.

*Narrador omnisciente*

Todos en la sala estaban preocupados pues Jayden llevaba media hora por lo menos en la habitación. Kyle, sin aguantar más decidió entrar, con su madre que insistió en entrar con él. No podía con esa preocupación.

Cuando ambos entraron se quedaron de piedra al ver una imagen tan tierna, con un ambiente de amor verdadero tangible. 

Kyle y Carolina Ward se miraron, él desconcertado y ella con una sonrisa. 

- Vamos a dejarle un tiempo, ella se sentía muy cansada pero decía que tenía pesadillas y él necesita también descansar. Míralos, ¿no es precioso? - Kyle asiente, con un sentimiento de envidia sana al sentir sin esperarlo las ganas de encontrar algo así.

Se retiraron tan en silencio como entraron, sin querer despertarlos y romper su burbuja.

Una vez con los demás, le comentaron qué había pasado y lo que habían visto, y ninguno de los presente pudo contener la risa. Vaya dos.

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Es un capítulo corto, lo sé, pero mejor algo que nada!

Nos leemos pronto,

-HeartLetters-

They Don't Know About UsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora