❤️Gracias por leerme, de antemano.
Mañana es la actuación de Navidad. Para ser sincera, estoy muy nerviosa. Intento no pensar mucho en ello cuando no estoy ensayando o en la escuela de baile, pero muchas veces fallo en el intento.
Los ensayos han sido cada vez más continuos, y por ahora todo va muy bien. Nadie se ha lesionado, no ha habido peleas como otros años entre alumnos y todos nos estamos esforzando al máximo. Es una de las actuaciones más fuertes y bonita que tenemos, y por muchos nervios que tengamos, también lo estamos deseando.
Un suave apretón en mi mano hace que vuelva a la realidad, y miro a los ojos a Jayden, quien está sentado en frente de mí, con su mano sobre la mía y devolviéndome igual de fija la mirada.
- ¿Qué te pasa? ¿En qué piensas? - pregunta.
-Estaba pensando en los ensayos y en la actuación - respondo, el vuelve los ojos.
- Sabes que todo saldrá bien. He visto algunas veces el final del ensayo y lo hacéis muy bien. Además, mi madre está muy contenta - intenta tranquilizarme, acompañándolo de otro suave apretón.
Le sonrío, y él me devuelve el gesto, aunque no le llega a los ojos.
Últimamente está muy raro, quizá sean imaginaciones mías, creadas por los nervios o por necesitar otra cosa en la que pensar. Pero aún así una parte de mí cree que es verdad: no ríe, no suele hacer tonterías cuando estamos solos como antes, está un poco esquivo conmigo, nos vemos menos y... No es el mismo de antes.
Si le pregunto se pone a la defensiva, aunque más bien termina por cambiar de tema.
Yo no quiero presionarle, tenemos mucha confianza el uno en el otro, así que confío en que cuando quiera decírmelo, lo hará.
-¿Nos vamos?
- Está bien - asiento. Él saca su cartera y saca un billete, se levanta y me tiende la mano.
Se la cojo y nos dirigimos fuera de la cafetería. Debido a que es complicado aparcar por esta zona, andamos unas calles cogidos de la mano, ambos en silencio, hasta llegar a su coche.
- Te voy a dejar en el conservatorio, hoy no te puedo recoger del ensayo, tengo cosas que hacer - dice, serio y mirando hacia la carretera.
Está muy sexi con sus gafas de sol puestas, una mano en el volante y la otra en la palanca de cambio. Su pelo está despeinado por el aire que entra por la ventana abierta.
Difícilmente me resisto a prehuntarle las cosas que tiene que hacer, o adónde va. No quiero empezar a ser la típica novia celosa y controladora.
Asiento y miro por la ventana.
Cuando llegamos, me dispongo a abrir la puerta, pero su mano me lo impide.
- ¿Te vas sin despedirte? - se le ve un poco enfadado, y tiene el ceño fruncido
- Es que te veo un poco... No sé, ausente - digo, intentando decir la palabra correcta y que más se acerca a su extraño estado de humor.
- Lo siento. Te quiero - dice y enseguida me besa.
Nos separamos y se me queda mirando.
- ¿Hasta mañana en la actuación?
- Hasta mañana en la actuación - repite, bajándose las gafas al puente de la nariz, guiñarme y vuelve a ponerlas donde estaban.
Le doy un beso más y me bajo del coche, no sin antes coger mi macuto con la ropa de baile y para después cambiarme.
Voy hacia los vestidores directamente, donde están Emily y Emma.
- Aún no puedo creer que el día sea mañana - exclama Emily, subiéndose las mallas.
- Va a ser la hostia. ¿Estáis nerviosas? - pregunta Emm.
- La verdad es que sí, pero es normal, ¿no? - digo yo. Ellas asienten.
- De todas formas tienes a un tío muy sexi dispuesto a desestresarte y hacerte olvidar, eh - bromea Emm, riéndose con Emily. Yo me intento reír, pero debe salirme algo muy diferente porque se miran serias entre ella para después posar sus miradas inquisitivas sobre mí.
- ¿Pasa algo? - pregunta Emily, tras unos segundos en silencio.
- Está muy extraño últimamente, cuando nos vemos parece que tiene la cabeza en otro lado, y está muy esquivo o a la defensiva. No quiero preguntarle y ser pesada, ni tampoco discutir. ¿Le pasará algo? ¿Habré hecho algo mal? - empiezo a ponerme alterada.
Las chicas intentan aconsejarme y tranquilizarme lo mejor que pueden. Pero por mucho que me digan, no puedo evitar pensar en que algo anda mal. ¿Es que no confía en mí? ¿He hecho algo mal?
Queda nada para el ensayo en el auditorio, así que me apresuro a vestirme, peinarme y llegar hasta allí.
Nada más llega la señora Adams, nos pone en posición, nos da algunas instrucciones y todos empezamos a movernos.
Es increíble la magia que se crea en el escenario, la sensibilidad con la que expresamos lo que la obra quiere hacer llegar al espectador. Lo mejor es que nos metemos tanto que terminamos por sentirlo y a mi forma de ver, sentirlo es bueno.
Llega la parte en la que los demás bailarines se van detrás del escenario, y Will y yo nos quedamos bailando.
Me pongo nerviosa, pero intento hacerlo lo mejor que puedo. El movimiento que viene ahora es el que más me cuesta.
Will me alza sobre sus manos y brazos, yo me apoyo sobre mi espalda en sus manos. Dejo una pierna estirada y la otra la levanto flexionada. Dejo caer la cabeza hacia atrás y Will da dos vueltas lentas, se levanta y me tengo que encoger para caer bien en sus brazos.
Suspiro aliviada cuando ha pasado, y lo demás va sobre la marcha, y perfecto.
- Nena, has estado increíble, pero no te pongas tan tensa, me pones nervioso y tengo la sensación de que te vas a caer - le sonrío, con una mirada de disculpa. Él me guiña un ojo.
- Lo siento, lo sé. Mañana va a salif muy bien, lo presiento - digo, porque es verdad. Hoy al hacer la actuación sin público me he sentido muy bien, nerviosa, pero la excitanción y emoción son más fuertes.
Mis padres me esperan con la cena en la mesa. Han hecho mis platos favoritos y cuando les pregunto a qué se debe todo esto y me dicen que para animarme para mañana.
Pregunto por Kyle pero dicen que está de fiesta, y yo entiendo eso. Además hoy he hablado ya con él así que no me molesta. Cenamos tranquilamente, mi padre se empeña en hacer un triste brindis los tres y en decir unas palabras para mí.
- Desde que tu madre me puso la mano en su barriga cuando estabas dentro de ella para notar tus pataditas, supe que nos ibas a salir bailarina. Y cuando escuché tu potente llanto, supe que tendrías mucho potencial para cantar - dice, riendo. Mi madre y yo nos miramos y nos reímos también - y deseo con toda mi alma que triunfes en lo que amas, tanto cantando como bailando. Confío en ti, y aunque fallases te apoyaría. Siempre contigo, hija - alza su copa, dando por terminado su bonito discurso y juntamos las copas.
Una vez en casa y preparada para dormir, antes intento llamar a Jayden, pero no contesta.
Decido quedarme unos minutos mirando las historia de instagram, y me extraña ver una suya. Está de fiesta, y aunque no sé si debo, me molesta y me enfada.
Llamo otra vez, pero deja que suene hasta que decido colgar. Suspirando, dejo el móvil cargando apagado sobre la mesilla de noche y me vuelvo hacia el lado contrario y me duermo.
******
¿Qué creéis que le pasa a Jayden? Descubridlo en el próximo capítulo el próximo domingo.
Nos leemos pronto,
~HeartLetters~
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They Don't Know About Us
Romance¿Qué pasa cuando el chico malo no es del todo malo y la chica buena no es del todo buena? "Ellos no saben cuánto te quiero, cúanto te deseo y te necesito. Ellos no saben nada sobre nosotros".