Antes que nada quiero pediros discupas por el largo tiempo que ha pasado desde que actualicé. Ha sido una época dura para mí, y lo siento. Espero que podáis entender que tengo una vida aparte y que a veces prefiero no escribir por escribir y esperar hasta poder hacerlo y hacer un capítulo que valga la pena leer. Quizás este no sea el mejor ni el más profundo, pero algo es algo. Vuelvo a decir que lo siento de verdad. Disfrutadlo 🙏🏻❤️
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Cuando escucho sus palabras me tenso, y me quedo sin saber qué decir. Tras unos segundos de incómodo silencio, escuchar la risa de Jayden a mi lado me desconcierta. Lo miro con el ceño fruncido y él se dirige a su hermana.
- Deja tu lado bromista, Nicole. La vas a asustar - ella se queda con los brazos cruzados y el gesto serio, sin embargo tarda poco en reír.
- Es broma, Savannah, lo siento pero deberías haber visto tu cara - dice riéndose.
Yo sonrío, un tanto incómoda. Casi se me para el corazón del mal rato que estaba pasando.
Jayden niega con la cabeza, aunque se ríe con su hermna. Cuando ve mi mirada asesina me guiña un ojo y retira mi silla, invitándome a sentarme a la mesa. Le sonrío a modo de agradecimiento.
Hace lo mismo con su hermana, quien se sienta y deja su bolso colgando del respaldo de la silla.
- Ay, hermanito, tus detalles caballerosos conmigo no funcionan para librarte de la regañina que te voy a echar a ti. A ver, contadme, cuánto hace que salís? - nos pregunta, mirándonos a ambos.
- Unos dos meses, ¿por qué...?
- ¿Que por qué lo pregunto? Pues porque has tardado dos meses en presentarme a tal belleza, muy mal hermanito.
Por su tono sabemos que está bromeando. Sin embargo, no puedo evitar pensar que detrás de esa broma se esconde una verdad. Jayden parece pensar lo mismo, porque suspira y se disculpa.
- Lo sé, es verdad. Pero con el lío de mamá y todo eso... pero en fin, tienes razón, lo siento.
La cena transcurre en un ambiente muy tranquilo. Me relajo, sabiendo que Nicole no está aquí para juzgarme o buscarme lo malo y Jayden siempre intenta meterme en la conversación cuando llevo un rato callada.
Cuando terminamos de cenar, decidimos ir a tomar unas copas a un bar cuyo dueño es un amigo de Nicole. Ella propone ir cada uno con el coche con el que hemos venido, así que Jayden y yo, tras despedirnos de ella, nos dirijimos hacia donde dejamos el coche aparcado.
— ¿Qué tal te ha parecido? — pregunta Jayden, poniendo su brazo sobre mis hombros y apretándome contra su costado para darme un beso en la coronilla.
— ¿Tu hermana o la cena? — bromeo —. Creo que ha ido todo muy bien, excepto el principio. Estaba sudando como un pollo.
— Nicole es así, impredecible — dice, riendo.
Llegamos al coche y mientras él arranca, cojo el móvil para ver Instagram. Puede que me considere un tanto adicta a esta red social, y no por cotilleo ni stalkeo, sino porque me fascinan las fotos de las personas forógrafas a las que sigo y me gusta saber de mis amigos también. Supongo que para esl está, seguir a gente que te interese e interactuar con ellos.
Jayden conduce por unos quince minutos, hasta que aparca justo en frente del local en el que hemos quedado con su hermana.
— Eres un tío con suerte — bromeo. Él me mira fijamente.
— Y no precisamente por poder aparcar en frente del local, sino por tenerte a ti — responde. Me acerco y le doy un casto beso, aunque él me coge de la nuca para volver a estampar sus labios con los míos. Unos toques en la ventanilla hace que nos sobresaltemos.
Una sonriente Nicole se encuentra agachada, con la nariz casi pegada al cristal. Jayden le hace señas para darle a entender que se retire para que pueda abrir la puerta, así que yo también salgo.
— Os habría dejado daros el lote y tener vuestro momento de pareja de no ser por el hombre con la gorra negra de allí — informa, mirando hacia donde estaría ese hombre. Jayden y yo decidimos no mirar y seguir nada.
Entramos al bar y nos recibe Rick, el amigo de Nicole. Resulta ser un chico de unos 25 años proveniente de España. Me parece muy simpático y nos quedamos hablando y tomando unas copas con él cuando le avisa uno de los camareros sobre un problema.
— Bueno, disfrutad el resto de la tarde. No dudéis en llamarme si necesitáis algo, estaré por aquí — se despide. No pasa desapercibida la extraña mirada que le da a Nicole, quien parece ponerse un tanto nerviosa. Jayden está distraído con el móvil por lo que no parece darse cuenta.
Pasan las horas, bailamos y cantamos en el karaoke y puedo decir que es una de las mejores tardes que he pasado con Jayden.
— Voy al servicio, pero no os desmadréis en mi ausencia — dice, pinchandonos. Ambas nos miramos y Nicole rueda los ojos.
— Estás tardando en irte, hermanito — ataca Nicole.
Nos quedamos solas y decidimos sentarnos a terminarnos nuestras bebidas.
— Así que... no quiero ser indiscreta pero... ¿estás saliendo con Rick? — pregunto, rezando porque no le haya molestado mi pregunta. A ella parece pillarle por sorpresa mi pregunta, pues abre mucho los ojos y se revuelve incómoda en su silla.
— Pu-pues bueno, se podría decir que algo tenemos, sí. Pero no le digas nada a Jayden, porque no somos nada serio y, bueno, sabemos lo posesivo que puede llegar a ser — asiento, respetando su decisión.
— Tranquila, no le diré nada. Además no es algo que me corresponda a mí decir — la tranquilizo. Ella asiente y me sonríe.
Seguimos hablando sobre temas triviales hasta que llega Jayden y decidimos irnos.
Nicole prefiere quedarse a tomar algo con Rick, así que Jayden y yo nos vamos tras despedirnos de Nicole y de Rick.
— Es un buen tío — comenta Jayden, de manera distraída mientras me abre la puerta de salida del bar.
— Sí que lo es — concuerdo.
— Sabes, creo que tienen algo esos dos, pero no voy a presionar a mi hermana a que me lo diga.
Yo asiento, sin saber muy bien que decir.
En el coche le pido que ponga su disco, y disfruto que me cuente alguna de las cosas en las que se inspiraron para escribirlas o algunas anecdotas relacionadas con el disco y la canción.
Me distraigo de lo que dice mientras pienso en lo feliz que me siento, adoro estos trayectos en los que la tranquilidad me llena y con él puedo ser yo.
— ... y entonces Seth se cayó de... Nena, me estás escuchando — pregunta, aunque no está enfadado.
— Lo siento, estaba pensando — respondo, poniendo mi mano sobre la suya que está en la palanca de cambios. Él me la coge y me da un beso en el dorso.
— ¿Pensando en qué? — inquiere.
— En lo feliz que me siento estando así contigo.
Él se queda en silencio, sus labios formando una fina línea.
— ¿Qué pasa? — pregunto, preocupada al ver su reacción.
— Nada, es solo que... a veces pieso en eso mismo y me da miedo a arruinarlo. Te quiero mucho, en serio — sus palabras me enternecen. Me acerco a darle un beso en la mejilla y descanso mi cabeza sobre su hombro.
No decimos nada más, el ambiente sigue siendo tranquilo y la música sigue sonando. Sigue sonando hasta que todo se atenúa y me quedo dormida sobre su hombro.
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Nos leemos pronto,
-HeartLetters-
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They Don't Know About Us
Romance¿Qué pasa cuando el chico malo no es del todo malo y la chica buena no es del todo buena? "Ellos no saben cuánto te quiero, cúanto te deseo y te necesito. Ellos no saben nada sobre nosotros".