La nueva generación de los hijos de la anarquía.
La historia comienza con la protagonista, Raven, llorando sobre la tumba de su madre. Así es como descubre quién es su padre.
Raven llega a Charming y es para quedarse, que su padre sea el presidente...
-Tengo que arreglar unas cuantas cosas del club y después te llevaré a casa ¿de acuerdo?- yo asiento, me parece increíble que esté aquí de verdad, por primera vez le veo como algo real. - Bien, puedes esperar aquí.- se acerca un poco y los dos dudamos qué debemos hacer, al final nos damos un abrazo rápido e incómodo.
Después se aleja con Tig y para entrar en la sala de reuniones.
-Chibs es algo mayor para ti, ¿no crees?- un rubio tras una sonrisa empieza a hablar conmigo. Cuando se inclina veo una pistola en su espalda, al parecer soy la única que no va armada y esto empieza a preocuparme.
—Ihug.— le miro asqueada.— Es mi padre.— nunca había tenido más sentido la frase de «es demasiado viejo para mí, podría ser mi padre».
—No sabía que tuviera una hija.— se sienta junto a mí y algo hace clic en mi cabeza, desde que le había visto su cara era todo un déjavu para mí, pero ahora sé por qué.
—Él tampoco.— me doy la vuelta para comprobarlo y veo que estoy en lo cierto.— ¿Por qué está tu cara en esa pared?
—Porque soy miembro de SAMCRO.— a pesar de su tono de obviedad, quedo como una estúpida al no fingir que sé de qué está hablando.— Como tu padre.
—Ya...— justamente es Chibs quien sale al salón.
—Hey, Abel, chaval.— le rodea con el brazo amistosamente.— Esta es mi hija...— siento una punzada en el pecho, mi padre no sabe cómo me llamo.
—Raven.— Abel abre los ojos sorprendido, como si los cuervos tuviesen un significado especial.
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—De todas formas... hay algo que quiero preguntarte.— de verdad que no pretendo acosarle con mis dudas, pero esta no la puedo aguantar.—¿A qué os dedicáis?
