El legado de los hijos de la anarquía (Sons of anarchy)

3

—Lo siento mucho, cielo.— ya no pude evitar beber y tengo en mis manos un vaso totalmente lleno de whisky.

—Yo... quiero saber qué le hiciste a mamá para que no pudiéramos conocernos.— aunque mi madre no fuese de las que perdonan y olvidan, espero que haya un buen motivo para esto.

—¿No te lo contó?— niego con la cabeza, que es más rápido que explicarle la mentira sobre el donante de semen.—Bueno, un policía y un delincuente no pueden estar juntos sin perjudicarse el uno al otro, tu madre decidió que su carrera era más importante que lo nuestro y yo no quise retenerla.— y mi vaso de whisky ya está a la mitad.

—¿Te abandonó?— me siento mal por lo que hizo a pesar de que la comprendo.

—Como abandonan a los cachorros cuando empieza el verano.— el humor de Tig me parece bastante cruel pero lo dejo pasar.

—Entonces... ¿qué planes tienes?— no le conozco del todo bien pero no parece uno de esos que se ponen nerviosos a la mínima, sin embargo, ahora lo está.
Yo también tengo la cabeza hecha un lío y un vaso vacío en la mano.

—Me gustaría pasar algo de tiempo contigo.— no pretendo ser una carga pero lo cierto es que solo me queda él o estaré sola.

—Gracias a Dios.— se acercó para abrazarme.— Por supuesto que sí, te quedarás en mi casa.