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Espero en la puerta mientras ellos hacen la votación, esto es ridículo, están hablando sobre mí.

De pronto Thomas abre la puerta y me hace una señal para que entre.

—¿Y bien?—no hay ninguna expresión que pueda interpretar. Todos tienen esa cara de hematadoaalguien.

—Siéntate.— Chibs señala una de las sillas, junto a Happy (al que reconozco por la foto).

—¿Qué os pasa a todos?— me pone nerviosa que me miren de esa forma.

—Bienvenida, novata.— dice Abel dejando un chaleco con la palabra «prospect» bordada en la espalda.

—¿Puedo hablar con el tipo que quiere matarme?— sinceramente, lo de entrar en el club me importa bien poco si acabo muerta.

—Sí, pero ahora estás en el período de prueba para ser una de nosotros.— había dejado de escuchar a partir de «sí».

—¿Cuándo?— pregunto probándome el chaleco.

—Me parece que no sabes en lo que te estás metiendo...— parece que las cosas no están saliendo como mi padre quería.

—Te dije que no funcionaría.— dice Abel con una sonrisa.— Es tan terca como tú.— no voy a darme por vencida.

—Se acabó la reunión.— Chibs da un golpe con el mazo.

— Ha salido a su papá.— ríe Tig al levantarse.— Hey novata, tengo un rato libre, ven y te enseñaré a disparar.

—Te recuerdo que es mi hija.— dice Chibs sujetando su muñeca.

—Te recuerdo que estoy casado.— señala un anillo en su mano izquierda.

—Aún así, te recuerdo que no quieres tenerme como suegro.— sigue amenazante y pongo los ojos en blanco.

—Os recuerdo a los dos que estoy aquí.

El legado de los hijos de la anarquía (Sons of anarchy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora