Capítulo 11

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*Narra (Tn)_____*

Un dolor insoportable se hacia presente en mis pies. "Estúpidos zapatos". Tuve que caminar desde el prostíbulo hasta el centro de Seúl para tomar un taxi. Estaba más que cabreada y cada vez que las personas me miraban, estaba a punto de sacar mi arma.

Saqué la tarjeta magnética para abrir la puerta de la habitación y la pasé por la cerradura. En cuanto entré a la habitación, saqué mis zapatos y los lancé al piso. No me molesté en encender las luces y fui directo al sofá. 

La oscuridad de la habitación me envolvía en una manta de tranquilidad. Respiré hondo y exhalé despacio el aire acumulado en mis pulmones. Las imágenes de un Namjoon excitado llegaron de repente. "Daría lo que fuera por volver a escuchar sus gemidos". Sacudí mi cabeza por tal pensamiento no sin antes formar un sonrisa en mis labios.

Cerré mis ojos. Tratando de conciliar el sueño y dejar de pensar en aquel bastardo. Un frío recorrió mi cuello al sentir algo helado sobre éste. Pude escuchar perfectamente el sonido de una respiración tranquila detrás de mí.

- No saldrás viva cariño.- aquella voz ronca hizo que mi piel se erizara. De reojo observé un cuchillo y una mano blanca, como las nubes, la sostenía.

- Tanto Japonés.- dije casi en un susurro.- Un arma similar a un puñal de uno o doble filo, pero veo que el tuyo es de un sólo filo.

- Sabes mucho de armas.- dijo aquel hombre.

- Lo suficiente para preguntarme si con esa arma degollaste a Dae-hyun.

Un dolor agudo se hizo presente en mi cuello. Trataba de respirar hondo y relajarme para disminuir un poco el dolor. 

- ¿Qué sabes de ese bastardo?- Min Yoongi elevó la voz. Su forma de respirar cambió a una agitada.- ¡Contesta bastarda de mierda!

- No mucho.- pequeñas gotas de sudor resbalaban sobre mi frente.- No mucho...

- No trates de jugar conmigo querida.- su lengua recorrió mi cuello hasta mi herida, sin apartar el puñal.- Tu sangre es exquisita.

- ¿Cómo entraste?- mi cuerpo comenzaba a ponerse rígido.

- Me limitaré a decir que los idiotas que cuidan tu trasero son unos ingenuos.- con el rabillo del ojo vi una sonrisa torcida.

- Déjame ir.

- No princesa, esperé una semana para poder charlar contigo.

- ¿Te mandó Namjoon?

Yoongi chasqueó la lengua.- No me hables de ese hijo de puta.- volvió a elevar la voz.- Si yo fuera él te hubiera mandado a matar en cuanto pusieras un pie sobre Corea.- dijo acercando más el puñal.- No entiendo porque actuó así contigo a sabiendas que el bastardo de tu padre mató al suyo.

Volví a sentir una punzada de dolor en mi cuello.- Ese no es tu problema, tercero al mando.- dije.

Un dolor más fuerte hizo que cerrara los ojos. Sentí cómo escurría mi sangre y salpicaba el vestido.

- Es mi problema zorra.- comentó.- El señor Kim me amaba como a un hijo, siempre decía que sería perfecto para ser el jefe, pero tenía al bastardo de Namjoon y le dejó a él el puesto.- carraspeó.- Por su culpa nos hemos ido al caño.

- ¿Y por qué no lo matas?- nunca juegues con fuego (tn)____.

- No es una mala idea.- dijo burlón.- Pero todos me tienen a la mira. 

- Si Namjoon se entera que estás aquí...- me interrumpió.

- Llegará tarde para admirar como mato a su zorra.

Otro dolor punzante se impregnó a mi. Sentía como se movía el puñal de un lado hacia otro, lentamente. No pude contenerme y comencé a gritar. Pedía ayuda, pero nadie venía a mi auxilio. Tanteé a alcanzar mi bolso y sacar mi arma, pero Yoongi fue más rápido y la apartó de mi. La sangre resbalaba con tanta facilidad al igual que mis lágrimas. 

- Lo único bueno que hizo Namjoon fue matar a la bastarda de tu madre.- dijo Yoongi con aire de superioridad.- Tan buena y estrecha estaba tu madre cuando le metí mi polla en su culo.

- ¡Cállate!- grité.

- Ella también gritaba y lloraba.- comenzó a reírse. No paraba de mover el puñal y estaba casi segura que pronto moriría.- Pedía a gritos que parara, la sangre escurría y yo la saboreaba.

- ¡Cállate bastardo!- volví a gritar con las pocas fuerzas que me quedaban.

  Recuerdos llegaban a mi memoria con demasiada rapidez. Momentos felices, momentos tristes. Desde que era una niña mimada, hasta llegar a tomar el puesto de mi padre. 

Dejé de sentir dolor. Todo era tan silencioso. Jamás había sentido tanta paz en mi interior. Luces había alrededor. ¿Acaso este es el cielo? No podía sostener mis parpados por mucho tiempo. Sombras se paseaban al rededor de mi. ¿Acaso este es el infierno? Poco a poco iba cerrando los ojos, no sin antes ver unos ojos de color negro y aquellas palabras resonaron en mi cabeza:

"Te prometo que estaré siempre contigo para que no caigas en el mundo de los Bratva".





Heaven and Hell || RM & TÚ || [Primera Temporada] || TERMINADA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora