2.

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Era de mañana, el Sol brillaba, ¡Que agradable! Aunque pensándolo bien... aprecio más los días lluviosos.


Entré a la escuela y me encontré con Jade.

-¡Hola, Jade!

-Oh, hola Madeline

-¿Pudiste dormir hoy?

-Esta vez el payaso de mi armario no quiso asesinarme -agregó una leve sonrisa.

En muy raras ocasiones puede consolar el sueño pero no deja de ver a los payasos.

-¡Que bueno! Espero que algún día se te quiten las ojeras -señalé debajo de sus ojos.

Permanecimos en la entrada esperando a Saúl, Frida, Giovana y Daniela. Nadie en la escuela llevaba el uniforme porque los maestros nos habían permitido vestirnos con cualquier tipo de ropa, se celebraba algo pero ya no recuerdo que era, no le presté atención a la maestra cuando explicó sobre eso.

Cuando llegaron, nos dirigíamos al salón juntos cuando repentinamente Jade comenzó a llorar y gritar.

-Jade, ¿Que sucede? -preguntó Giovana preocupada.

-H-hay un payaso mirándonos desde esa alcantarilla -señaló una alcantarilla mientras limpiaba las lágrimas de su cara.

Nadie veía al payaso, solo Jade, sin embargo Saúl fue hacia ahí.

-¡¡Maldito payaso no te tenemos miedo!! -se cruzó de brazos.

-¡Deja de atormentar a Jade! -Grité.

En eso, Sayuri (una alumna de tercer grado) y sus amigas se detuvieron frente a nosotros.

-¡Malditos enfermos! -Gritó Sayuri mostrándonos su dedo medio.

-¡Deberían pudrirse en un manicomio! -dijo Ana apoyando a Sayuri.

-¡Son un peligro! -Agregó Jaqueline.

Ahh... Sayuri.... es un amor, una de las principales personas que nos molestan, es la típica "popular" que manipula a quien se le antoje y nunca se separa de su grupo que la apoya no por admirarla, si no porque los intimida. Normalmente la ignoramos pero cuando la agresión es más directa intentamos defendernos mediante golpes hasta que los maestros nos detienen.

Las miramos como queriendo acuchillarlas con la mirada hasta que se fastidiaron y se fueron.

Es lo mismo todos los días, nos hacen bullying y nos gritan cosas malas, no siempre podemos controlar ese impulso de asesinarlos.

Hoy todos en el salón murmuraban entre ellos algo sobre nosotros, yo estaba agregando unos cuantos nombres a mi lista de personas que algún día tendremos que asesinar. Frida nos contó que tuvo una divertida alucinación sobre todos muriendo partidos en pedazos.

Salimos de la escuela juntos como siempre, yo fui corriendo a un parque que se encontraba cerca de ahí para jugar en los columpios como solía hacerlo cuando era más pequeña; Daniela se detuvo a mitad de la acera mirando la calle.

-Miren, todos los de nuestro salón están ahí

Inmediatamente giramos nuestras cabezas y efectivamente estaba todo 2°C bloqueando el paso hacia la avenida, nos miraban con una sonrisa pero no de felicidad, si no de malicia; se fueron acercando lentamente, algunos sujetaban palos en sus manos; me levanté del columpio como si tuviera un resorte en el trasero y corrí fuera del parque en dirección a la escuela buscando otra salida pero unos cuantos de otro salón también bloqueaban el pasó. Sólo nos quedó retroceder hasta sentir como alguien nos sujetaba de los hombros.

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