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Quizás Luis no estaría seguro si lo dejábamos solo en el laboratorio pero si lo llevábamos con nosotros, sería muy peligroso; su vida peligraba, pdrían descubrirlo y ejecutarlo o morir por todo el medicamento y todo lo que le habían hecho.

Subimos las escaleras lo más rápido que pudimos antes de que alguien viniera, desde hace un tiempo sentía como si alguien nos estuviera siguiendo pero debió ser mi imaginación.

Llegamos hasta arriba muy cansados, deberían poner un ascensor, cerramos otra vez la puerta con llave y caminamos de regreso por el largo pasillo, antes de entrar a la oficina Saúl nos detuvo.

Saúl: Shhhh

Guardamos silencio y pudimos escuchar que alguien estaba en la oficina, nosotros permanecimos en el pasillo detrás de la puerta, había un guardia hablando por teléfono.

Guardia: No, no los he visto,se que llevan mucho tiempo desaparecidos.... Tampoco se que le pasó a las cámaras, calmate los voy a encontrar , si, te lo aseguro pero por favor cálmate Liliana *cuelga*

El guardia salió de la oficina, sabía que nos estaban buscando, pasamos por la oficina corriendo y nos situamos en el otro pasillo actuando natural lo más alejados posible de la oficina, yo me senté en el piso cansada de subir y bajar escaleras, después de unos minutos llegó Liliana.

Liliana: DONDE ESTABAN!!??? MADELINE! PORQUE TU ROPA TIENE TANTA SANGRE!!!???

Yo: Solo fué un derrame nasal😒😒

Liliana: Volviste a matar a alguien!

Yo: Que no!! Que fué un derrame nasal!!! *la golpea*

Logré darle un puñetazo a Liliana en la cara, ella se notaba muy enojada.

Liliana: YA ESTOY HARTA!!!

Me agarró de la mano y me llevó al último piso, yo me retorcía y jalaba pero me llevó casi arrastrando, la golpeé en el brazo muchas veces pero unos guardias me cargaron y arrojaron en una habitación dos veces más grande de lo normal y con muchas coladeras en el piso, esperé a que algo pasara, en cinco minutos volvieron los guardias junto con Liliana cargando una gran manguera, ¿No pensaban mojarme.... o si?

Un guardia abrió la manguera y empezó a salir una gran cantidad de agua tan fría que quemaba y salía a mucha presión, quería correr pero en unos segundos ya estaba inmovilizada por el frío del agua, casi no podía moverme ni respirar, el agua se metía por mi nariz, boca y oídos; Liliana estaba junto a los guardias recargada en la pared cruzando los brazos y con una sonrisa de satisfacción. Quería que pararan, ya era suficiente, había aprendido la lección, ellos no paraban, ¿Como podía decirles que era suficiente?

Les gritaba ¡YA! ¡PAREN! ¡BASTA! pero no tenían piedad, mi cuerpo me dolía, el agua salía a tanta presión que golpeaba mi cuerpo muy fuerte, creí que hiba a morir.

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