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Era un día de esos en los que te pones a pensar acerca de la vida, acerca del amor, acerca de las cosas que realmente te hacen sonreír o llorar, la vida son momentos a veces pasajeros a veces eternos, son cosas que no se pueden controlar o quizá si uno nunca sabe.

Y que te puedo decir las buenas historias, siempre comienzan cuando alguien se decide a contarlas, cuando alguien se decide a vivirlas, quizá no todos los finales son de cuento de hadas, y quizá tampoco son felices, lo que si debe quedarnos más que claro, es que siempre existe un final y que, el amor que nos han vendido en los cuentos de hadas del "felices por siempre" está muy lejos de encontrarse hoy en la realidad, el problema real es que crecemos con esa ilusión y cuando nos estrellamos con la fría realidad, siempre es un impacto que es difícil de superar.

Mi parte favorita de la historia es cuando ella dice, pero si yo solo te besé porque tenía frío, y él dice y yo te beso demasiado, porque no sé exactamente cuánto durara esto........ahora solo es una historia más, ahora cada quien escribe diferentes historias con diferentes personas, en diferentes tiempos.

Esta historia tiene un poco de verdad, tiene un poco de ficción, tiene un poco de sentimientos, un poco de mentiras, un poco de ilusiones tiene un poco de la vida en todos sus aspectos.

Todo tiene inicio en uno de esos días lluviosos donde las pequeñas gotas de lluvia comenzaban a descender del cielo con una mayor precipitación, la calle estaba húmeda y casi por completo vacía, de no ser por una mujer con un enorme impermeable y un hombre al que parecía que la lluvia realmente no le incomodaba, ella lo miro a los ojos y se despidió de él con un beso en la mejilla sabiendo que seguiría siendo su amigo, pero él la tomo y la beso en la boca sabiendo que después de eso su amistad había quedado atrás, pero en ese momento las mentiras sabían mejor, porque la realidad cruda le había dejado a ella un sabor de boca que era difícil sacarse de la memoria. Ambos se habían revelado secretos, crearon nuevos secretos juntos, compartieron verdades e inclusive mentiras y se encontraban accidentalmente con toda la intención del mundo siempre en el mismo lugar y a la misma hora, a solas se conocían perfectamente uno a otro, en público eran un par de desconocidos que compartían un mismo secreto, pero era el momento en que sus vidas tomarían caminos distintos, y es que después de esa noche, de ese último beso, de ese primer beso de verdad, todo lo que conocían desaparecería por completo, se extinguiría como la luz de una vela

Esa noche dejo secuelas en sus memorias, dejo secuelas en sus vidas y no era de esperarse menos, sería este uno de los eventos que más recordarían a lo largo de su existencia, quizá en ese momento aún no lo sabían pero así seria.

Mi nombre es Alina Villamil, en definitiva esta no es historia mía, pero lo ha escuchado con el suficiente detenimiento como para poder compartirla con ustedes. 

El último unicornioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora