En algún momento de su vida Henry había estado realmente enamorado de ella, pero tenían 16 años y a esa edad el amor parece una locura, parece algo pasajero, parece algo inseguro e inestable. Henry había cambiado hablando físicamente para bien, mentalmente también había cambiado y muchas veces él se había aprovechado de eso para seducir a muchas mujeres. Mayra en cambio había madurado demasiado, a pesar de que había tenido otros novios nunca pudo dejar de pensar en la manera de ser de Henry a los 16, en el fondo sabía que nunca encontraría a alguien como él, a alguien que la amará con tanta locura pero lo que ella no recordaba era que a los 16 todo era una locura. Henry no pensaba más en ese amor que había sentido por ella, digamos que sólo sería otra chica más, mientras que Mayra quería volver a sentir esa magia, ella creía que Henry era su destino y que sus encuentros nunca fueron casualidad.
- El mismo
- Vaya cuanto tiempo sin vernos
- No nos estamos haciendo jóvenes, casi 10 años
- Yo diría que un poco más
- Creí que nunca regresarías a este lugar olvidado del mundo
- Uno siempre regresa a los lugares en los que fue feliz Henry.
Lo cual significaba que Mayra había sido feliz en ese mismo lugar, Henry también había sido feliz pero lo había olvidado, lo había dejado atrás y lamentablemente lo recordaría demasiado tarde, en una cafetería hablando de unicornios.
- Tal vez deberíamos ir por un café un día de estos
- Claro, pon fecha y que así sea
- No creo poder esta semana pero la siguiente sería espectacular
- Una agenda apretada e
- Sólo lo suficiente
- En verdad ¿usas una agenda?
- Trabajo fuera de la ciudad Mayra, soy un hombre de negocios claro que me encantaría quedarme a platicar contigo, pero deberíamos dejarlo para el día del café así tendríamos más tiempo.
Él se marchó por supuesto y a ella le dejo soñando miles de cosas en su cabeza, ella tenía esa clara idea de que cuando dos personas están destinadas a estar juntas, se podrán alejar, podrán verse involucradas con otros amores, pero siempre regresarán a la persona a la que están unidos por ese hilo rojo invisible. En 12 años ella había visto y leído demasiados cuentos de amor es claro, pero soñar es gratis y es parte de la vida.
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El último unicornio
RomanceMi parte favorita de la historia es cuando ella dice, pero si yo solo te besé porque tenía frío, y él dice y yo te beso demasiado, porque no sé exactamente cuánto durara esto........ahora solo es una historia más, ahora cada quien escribe diferentes...