El último unicornio

11

Como todas las tardes nos veríamos en el parque a las 7, para contarnos cosas que nos habían sucedido en el día, para caminar por lugares a los que nunca antes habíamos ido o para comer cosas y tomarnos de la mano ese era nuestro tipo de cita a los 16 años. Realmente a mi me parecía increíble yo estaba completamente enamorado y supongo que ella igual.

- Ayer he soñado contigo

- En serio ¿qué has soñado?

- Soñé que nunca te ibas y te quedabas conmigo para siempre

Quizá nunca debí decir esas palabras sólo logre que ella se enojará muchísimo

- Sabes que el verano terminará en unos días y tendré que regresar a mi cuidad

- Lo sé, es lo que me has dicho pero.

- ¡Pero nada! No puedes hacerme esto

- ¿Qué estoy haciendo?

- ¡Tú estas tratando de convencerme! No me digas que no tengo razón

- Es porque en realidad quisiera convencerte

- Quieres convencerme porque eres egoísta, porque sólo te importa tu felicidad

- ¿Sólo mi felicidad? Mírame a los ojos y dime que no has sido feliz estas últimas semanas. ¡Mírame a los ojos y dímelo!

- No puedo hacerlo

Ella salió corriendo y se fue y yo me quede expectante de toda la situación, por un lado me parecía sentir que ella sentía lo mismo que yo, sin embargo jamás le había preguntado cuales eran sus sueños, cuales eran sus metas y que era lo que esperaba de la vida, la quería por supuesto pero no la conocía lo suficiente como para saber ese tipo de cosas Alina.

- Entonces usted la dejo ir así porque si

- No

- ¿Fue a buscarla?

Pasaron 3 días después de nuestra discusión en el parque por casualidad estaba yendo por unas compras que mi padre me había pedido y vi que ella subía sus maletas a una camioneta, entonces supe que era el día en que se iría.

- ¡Mayra!

- Henry ¿Qué haces aquí?

- No lo sé es casualidad

- Me voy Henry, debo irme.

- Espera

- No evitarás que me vaya

- Lo sé no iba a detenerte, es sólo que no te puedes ir sin que te de algo especial.... Rebusque en mi mochila pero no tenía nada

- Quería pedirte disculpas por lo que dije la otra vez

- Acepto tus disculpas Henry y también te pido perdón no debí decir esas cosas

- Mayra hay algo que siempre he querido hacer

- En serio ¿qué cosa?

- Darte un beso

Ella se sonrojo y sonrío

- Creí que nunca dirías eso

Nos besamos y después ella se fue, regresé cada verano a la cafetería donde nos habíamos conocido pero ella nunca volvió, bueno sólo lo hice 3 veranos antes de ir a la universidad.

- Vaya que historia tan interesante, sabe que necesito que mañana me traiga sus cosas favoritas en el mundo.

- ¿cosas favoritas?

- Si cosas que quisiera conservar por siempre, todavía nos falta mucho que aprender sobre los unicornios.

En realidad era una buena historia Henry y su inocente amor, no sé si al final él aprenderá lo que es un unicornio pero al menos logro recordar momentos que le hicieron feliz en algún momento de su vida y yo había aprendido que no es tan mala persona como parece.