El último unicornio

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Era hora de enfrentar el papel que por derecho le correspondía a Henry, pero casi podemos apostar a que él no es de las personas que están preparados para ser padres, en realidad esto se estaba convirtiendo en un total drama, imaginen el escenario seguro no era nada fácil de asimilar, sobre todo porque él no pensaba decirle a Mayra que tenía una esposa y mucho menos pensaba en decirle a Devora que había tenido una aventura. Él se sentía frustrado en ese sentido pues tras tres años de matrimonio Devora nunca había podido darle un hijo, él no amaba a Devora pero su suegro era el socio principal de su empresa y claro está que en un mundo regido por el dinero los sentimientos en ocasiones quedan por un lado. Él tampoco amaba a Mayra aunque muchas veces le dijo que si la amaba y quizá en algún tiempo muy lejano había llegado a sentir amor por ella, ese tiempo había quedado atrás, sin embargo la elegía constantemente a ella, era más una cuestión de costumbre que de amor. Aunque él nunca imagino que esa costumbre le daría la oportunidad de ser padre.

Así fue como después de escuchar, las palabras que Mayra le había dicho Henry tomó una decisión, probablemente la decisión más importante de su vida.

- Mayra debes saber que soy nuevo en esto, pero quiero ser parte de esto, quiero estar cerca de ti en todo momento, si es posible te tomaré la mano, te miraré a los ojos para hacerlo más real

- Oh Henry sabes que no es necesario- las lágrimas brotaban de sus ojos verdes

- Significas mucho para mi Mayra

- Eso significa que no vas a dejarme sola con esto

- Yo estaré contigo hasta el final, que no te quede duda de eso

- Discúlpame Henry, perdí el control hay cosas que no quise decir, no fue mi intención

- Está bien comprendo la situación, es normal que estuvieras estresada

- También es nuevo para mi

- Saldremos a adelante los dos juntos

- ¿Te irás de nuevo?

- Si

- Henry hablemos seriamente como los adultos que somos, me acabas de decir que estarás conmigo, pero tus acciones me dicen lo contrario pues al terminar el domingo desaparecerás nuevamente, mejor dime desde ahora si serás padre únicamente los fines de semana, para que yo sepa a que atenerme en el futuro.

Por supuesto él no se esperaba ese comentario tan intrigante.

- Mayra acabas de darme una razón suficiente para cambiar mi vida, te he dicho que me quedaré y lo haré, pero como adultos debes saber que tengo un empleo, tendré que arreglar un traslado, ver cambios, tú sabes como son estas cosas, pero haré lo que sea con tal de estar contigo y ese pequeño ser que cargas en el vientre.

A Mayra sus palabras le parecieron sinceras, era todo como un sueño del cual uno no quiere despertar pues todo el panorama era perfecto.