L O N D R E S [ N.H ]

Capítulo 19 - Demasiado rápido

Después de un viaje de último minuto que duró cerca de siete horas, un horrible tráfico desde el aeropuerto a la recepción del hotel donde me estaba esperando Alice para mantener guardadas mis maletas en su habitación hasta que arreglará mi situación con Camila y otro viaje espantoso de dos horas hasta Williams Hotels Corporation. Por fin había llegado a la recepción del edificio que por cierto era gigante y hermoso por dentro. Pisos de mármol, puertas de cristal con las cuales no sabrías si están de por medio en tu camino, una perfecta combinación entre blanco y negro en las paredes y muchas personas entrando y saliendo de la gran construcción de treinta y tres pisos.

—Buenos días —me acerqué a la recepcionista del lugar.

—Buenos días, señor. ¿En qué puedo ayudarle? —su acento de Brooklyn retumbó en mis oídos, tenía una voz agradable y una sonrisa que mostraba calidez.

—Necesitaba saber donde puedo encontrar a la señorita Williams —me aclaré la garganta. —Camila Williams.

—¿Cuál es su nombre? ¿Tiene una cita con ella?

—Soy Niall Horan —hice énfasis en mi apellido. Costumbre que adquirí para cumplir mis objetivos cada que quisiera si llegaban a poner trabas. —Y la verdad es que ella no sabe que estoy aquí, es una sorpresa.

—Lo siento, caballero. Sin una cita programada me temo que no puede pasar pero le puedo agendar una.

—¡Oh vamos! —pasé una mano por mi cabello, sonreí de lado y la miré de una forma peculiar. —Debe estar esperándome y a ella no le gusta esperar. Hazlo por mí.

—En verdad lo siento, pero sin una cita-

—Niall ¿qué haces aquí? —una voz interrumpió el ambiente. Una magnífica voz que no había escuchado desde hace dieciocho horas.

—Camila, no sabes cuanto te extrañé. Vine a verte y la joven me estaba ayudando —le guiñe un ojo a la morena rizada.

—¿Y por eso le estabas coqueteando?

—Para poder verte tengo que recurrir a mis tácticas. Amor, eres una persona importante ahora y por ende difícil de contactar.

Ella llevaba puesto una gabardina con cuadros blanco y negro hasta la mitad de sus muslos los cuales estaban cubiertos por unas medias blancas y un tacón alto color negro. Sus manos usualmente pálidas estaban cubiertas por guantes de piel del mismo color.

—Gracias Lucy por no dejarlo pasar —le sonrió a la chica detrás del mostrador. Después se giró dando la espalda y caminó hasta la salida con su bolso Chanel a un costado de ella.

—¡Hey! —camine a prisa ya que ella en cuestión de segundos había atravesado las puertas gigantes de cristal. —¡Cam, espera por favor!

Mierda. ¿Cómo es posible si quiera que ella sea más rápida que yo incluso llevando tacones? Salí del edificio hasta alcanzarla en la mitad de las escaleras. Se detuvo esperando a que pudiera estar a su lado.

—¿Qué haces aquí? —su ceño fruncido la hacía ver más tierna de lo que ya era.

—Vine por ti —caminamos juntos hasta llegar a la base de la calle.

—Yo no quería que vinieras —se cruzó de brazos y una ventisca le alborotó sus pocos rizos castaños desprendiendo un olor a coco y chocolate.

—Perdóname, Cam. Sé que cometí un error y exagere las cosas pero me habías tomado con la guardia baja.

—Niall —suspiró.

—Crucé la mitad del mundo sólo para verte y disculparme por mi actitud, si tan sólo...