L O N D R E S [ N.H ]

Capítulo 6 - Luces neón y peleas

La casa estaba en total silencio, no había ruido alguno, ni siquiera el de los autos, todo estaba muerto. Entré a mi habitación para quitarme el vestido apretado después abrí la regadera y el agua comenzó a caer sobre mi piel lo cual ayudo a contrarrestar el dolor. Cuando salí tomé mi celular y me senté en la cama mientras me cubría con una sábana, lo desbloquee y abrí la galería de imágenes. Había fotos de mi abrazando a todos. Hubo una que captó mi atención.

Sentada en las piernas de Niall dando un beso en su mejilla izquierda y él me abrazaba por la cintura mientras reía mirando a la cámara. 

Viniendo de mí en un estado etílico... No esperaba menos.

—Oigan, ¿y si vamos a divertirnos? —Louis mencionó, yo no estaba segura de querer salir. No tenía ganas.

—Sería buena idea —comento Alice.

Me escapaba a bares o discotecas con algunas compañeras de la universidad, bebía sólo un poco, a lo mucho dos cervezas y me iba con algunos chicos a sus casas. Suena irresponsable pero la mayoría iba en mi escuela y necesitaba algo sin compromisos. Dejé de hacerlo tan frecuente cuando el chico con que me acosté una vez me siguió por el Instituto, me dolió ver su rostro luego que le dije que no sucedería nada entre ambos y que solo lo utilice para sexo esa noche.

—Bueno chicas, las dejamos para que se arreglen y nosotros venimos a recogerlas a las nueve en punto.

Fuimos a mi habitación las tres después de que los chicos se fueran de la casa.

—¿Qué tienes en tu guardarropa?—me preguntó Alice.

—Si lo que esperas es un vestido corto, pues no tengo nada de eso. La nueva y reformada Camila Williams se ha alejado del mundo del pecado.

—Por supuesto —se dio la vuelta girando los ojos. Salió por la puerta para después volver con ropa y zapatos. —Mira este vestido, es lindo.

—Se ve apretado... —Era muy corto para mi gusto pero no tenía ropa de este estilo. Viniendo de ella, era mi única opción.

—Danielle quieres que te preste...

—Yo ya se que ponerme —contestó de inmediato.

Alice me dio un par de tacones negros muy altos, pinte mis labios de color vino y coloque en mis pestañas varias capas de rímel. Después de casi una hora y media yo ya estaba lista. Cada quien se había ido a su habitación para que tuviera privacidad. Di unos suaves golpes a la puerta de Alice.

—Adelante —ella llevaba puestos un bralette rojo oscuro y una falda negra a la cintura con el cabello suelto en ondas. —Tengo que ponerme los zapatos y estoy lista.