Capítulo 13 - Matthew Grint

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Bajé las escaleras dirigiéndome a la salida de la casa. En el camino me tropecé con Harry.

—¿Ya te vas? —Me tomo del brazo.

—Ya —respondí cortante, él me miró sorprendido. —Lo siento... No me siento bien, iré a casa.

—Yo te llevo —se ofreció.

—No quiero arruinar tu noche.

—Tranquila, se arruino cuando Verónica llego —miré por encima de su hombro y vi que Niall venía en mi dirección pero Clarise lo detuvo.

—Esta bien, vámonos.

Caminamos hasta su auto y durante el camino a mi casa todo fue en silencio. Miré el reloj que marcaba las tres de la madrugada. El tiempo paso muy rápido en la fiesta sin siquiera darme cuenta al igual que el camino a casa en su camioneta.

—¿Quieres pasar? —dudó un poco pero finalmente asintió. —Incluso puedes quedarte. Hay habitaciones libres, no me importaría —iba a sacar las llaves cuando recordé que el bolso en el que las traía se había quedado en la casa de Niall.

—¿Qué sucede?

—Mi bolso, las llaves. Se quedaron en la fiesta —comencé a presionar el puente de mí nariz con mis dedos.

—¿Y ahora? —reí, estaba tan ebria que no me había dado cuenta que no tenia mi bolso junto a mi.

—No lo sé —suspiré, esto no podía ir de mal en peor.

—¿No hay otra entrada? Yo que sé, una en el patio trasero.

—Solo hay una cerca, nada de puertas. Ven —rodee la casa con Harry detrás de mi. —Tenemos que saltar.

—¿Qué? No, en definitiva no. Mejor vayamos a mi departamento.

—Esta al otro lado de la ciudad y estas ebrio —me cruce de brazos dejando caer el peso en mi pie derecho haciendo que todo girará aún más rápido.

—No hay tantos autos —se encogió de hombros.

—No quiero que terminemos en el hospital.

—Pues lo harás si caes de esa altura.

—Por eso lo harás tú. Eres alto y aún mantienes el equilibrio —desvíe la mirada de Harry ya que no podía enfocar su rostro.

—¿Y tus vecinos? Seguro llamarán a la policía por allanamiento.

—La señora de al lado se duerme temprano y los demás siempre salen en la noche, él de enfrente no está desde hace tres días y no creo que haya llegado hoy.

—No se por que te hago caso —miró a su alrededor un poco preocupado. —Asegúrate de que no ve nadie.

—Eso hago —me recargue en las tablas de madera tratando de estabilizar todo a mi alrededor. Él tomó impulso y ya que estaba por pasar la cerca comencé a ver unas lucecitas azules y rojas en la calle de enfrente.

—Harry la policía, creo que acabo de ver a la policía.

—¿Qué? —se soltó y cayo en el césped del otro lado.

—¿Estas bien? —nadie respondió. —Harry... —nuevamente todo estaba en silencio, fue ahí donde comencé a asustarme. —¡Harry! Por favor responde.

—¿No me vas a dejar contemplar la luna?

—Mierda, ya casi te daba por muerto. —Se escucho ruido y unos cuantos quejidos. Medio corrí en zig zag de vuelta a la puerta esperando a que me abriera. —Gracias, Harold —sonreí pasando por su lado.

L O N D R E S [ N.H ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora