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"Me limité a esperar que los días pasen, que el dolor pase. Sinceramente, todos los intentos al olvido fueron en vano. Nada encajaba con nada; argumentos, sentimientos y metafóricamente aquellos pedazos que ahora eran mi corazón. El alcohol no era la solución con cada sorbo los ahogaba, pero obviamente, los recuerdos sabían flotar. No había nada que los hiciese parar u olvidar. Sentía desesperación, gritaba, pero en silencio. Tenía que sacarlo, dejarlo ir pero nada resultaba.
¿Dónde ir? Cuando ni siquiera dormir era la solución.
Mientras más días pasaban peor era mi silencio. Mis padres no entendían...Y tampoco los haría entender.
El espejo sólo mostraba mis ojos inexpresivos sin rastro de algún hecho sucedido. Mi boca que hace ya algún tiempo no mostraba ninguna curva que demostrara simpatía. No podía, realmente, esto me perseguía. Quería huir, pero a donde fuese los recuerdos me seguían, era inevitable.
La noche afectaba esos malos sentimientos. Me recordaban la amistad y lo falsa que puede llegar a ser. Me recordaba el amor, ese mismo, que tarde o temprano te apuñala el corazón.
¡Oh pequeña Luz! La gente hace daño, demasiado como para ser cierto.
¡Oh pequeña Luz!Ya ni siquiera podes tener tu propia luz, y es cierto, ya no brillaba sino que cada día la oscuridad me abundaba y la depresión constantemente me acechaba. Pero, debía ser fuerte esa era mi única y lamentable opción que los hechos y la mismísima vida me habían dado.
Tenía que fingir que nada de esto estaba acabando conmigo.
Lo admito, si, lo admito tengo miedo ,hasta tiemblo de miedo en ocasiones. Son esos miedos que te hacen prisionero y te vuelven más débil. De esos miedos que no sabes como los vas a lidiar y que sentís que están siempre ahí y no te sueltan más".
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"SILENCIO".
Novela Juvenil"Hay cosas que pasarán en tu vida que nunca jamás olvidarás y por el resto de esta te perseguirán".