"Capítulo 26".

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VENTISEISAVO BLOG:

"Llega un momento en la vida donde te inmovilizas, respiras y miras, después te preguntas ¿Y después qué? Uno siempre mira el momento no lo que viene después de ese momento. La realidad es que en estos últimos tiempos tuve crisis existenciales una y otra vez incontables veces, donde mi mente no paraba, donde necesitaba tener un destino... un propósito y precisamente ya no hablaba de esas crisis en donde la vida me pesaba, donde odiaba todo lo que tuviese que ver con ella. Al contrario, el camino que tomase mi vida junto con la de Grecia estaban en juego con cualquiera de las decisiones que yo pudiese tomar. 

Me preocupaba el futuro, no quería tener que depender de mis padres toda mi vida porque no era sano y sé que ellos no quisieran eso para mí. La cuestión es que yo quería estudiar pero mi debate era el constante ¿Qué me gusta? Porque cualquier cosa que decidiera es lo que haría hasta el final de mis días y en mis condiciones no sería justo darme el gusto con cambiar de carrera porque no me guste con la misma rapidez en la que me cambiaba las bragas, no era lógico no sólo perdía y desperdiciaba mi tiempo sino que destruía la posibilidad de que Grecia tuviera una vida digna que su madre no sea la que vive de riquezas de sus padres, quiero que tengamos lo nuestro, quiero esforzarme y decir: "Fue difícil, pero hoy, ya estoy acá". 

*                                                         *                                             *

Iba en el subte, camino a mi terapeuta de los test vocacional a la séptima sesión porque yo no encontraba lo que me haría sentir plena. Todo muy normal, con gente normal, ocupados de sí mismos, lo usual. Me encontraba parada al lado de una chica de mi edad, muy bonita para decir verdad con unos esplendidos auriculares rosa y ropa totalmente hermosa, obvio, sin descontar su hermoso y fabuloso cuerpo. Seguro se preguntarán, ¿Qué tiene que ver con tu 'futura' vocación?, ahora les cuento.

Detrás de ella venía un hombre de más o menos la edad de mi padre, mirando morbosamente a la chica, al principio pensé; Así son siempre los hombres, no dejan nunca de mirar culos, es la triste realidad. Hasta llegó a causarme gracia pero algo me hizo abrir los ojos y no dejar de mirar está acción ni por un segundo, entonces lo vi... 

Este hombre aprovechando la gran cantidad de gente que yace en el subte, comenzó a apegarse hacía la pobre e indefensa chica. También al principio pensé que era algo involuntario pero luego este hombre acercaba su miembro erecto al trasero de ella, la mirada de la chica era algo indescifrable: miedo, odio, desesperación, como si quisiese esfumarse de la Tierra pero no decía nada sólo cerraba los ojos con presión y respiraba entrecortadamente. 

En ese momento supe que lo que hacía ese hombre no era indefenso ni involuntario, se aprovechaba, violaba de cierta forma a esa mujer. Entonces entendí esa mirada, entendí porque ella querría quedarse callada, lo sabía porque en un momento de mi vida yo también fui esa chica y seguro muchas de ustedes también lo fueron. Ahí broto la idea, yo quería ayudar a que las mujeres que sufren o sufrieron acoso no se callen nunca más y que sepan que en esto no están solas, así que con toda mi voz, a ese hombre lo enfrente;

- ¡Hey, pedazo de mierda! ¿Qué crees que haces tocando sin su consentimiento a esta mujer?-. Dije alzando la voz llamando la atención de las personas que se encontraban allí.

No dijo nada. 

- ¡Te ví maldito! No puedes hacerte el idiota porque te vi y está mal porque vos no tenés ni el puto derecho de tocarla sin su consentimiento, eso es violación.- Me acerqué a él señalandolo con el dedo.- Así que, te la hago fácil o difícil también. Te bajas vos por tu voluntad o te bajo yo a patadas pedazo de animal.- Dije empujándolo bruscamente.

No dijo nada. Sólo bajo sin que yo tuviese que patearlo, aunque hubiese querido que oponga resistencia para poder molerlo a golpes. 

Entonces, la gente aplaudió y la chica llorando me abrazo y dijo: 

- No sé que hubiese pasado sino hablabas vos-. Sollozaba.

- Nunca te calles, nunca hagas que este tipo de comportamiento sea una justificación, porque nadie te puede tocar ni hacerte sentir incómoda sin tu consentimiento. Nadie tiene derecho sobre vos ni tu silencio. Grita si es posible, porque hoy fuiste vos, mañana podría ser otra.- Dije firme. - No te calles porque hay silencios que llegan a gritar toda la vida sino lo decís.- Agregué. 

Baje del subte, y me dije a mí misma que si sé lo que es para mí. 

Decidí estudiar psicología, para poder ayudar a todas esas mujeres a las que su silencio condena. Quiero acabar con el ni una menos y que cada vez salgamos con menos miedo a la calle y por ende a la vida.

*                              *                                 *

 Vivimos en una sociedad donde ser mujer tiene un precio muy alto. 

Vivimos en una sociedad donde ser mujer es por ende ser un objeto sexual. 

Vivimos en una sociedad donde ser mujer es ser culpable por si te acosan, si te violan y lo peor si te matan porque seguro dicen; 'Llevaba ropa muy provocativa', 'Andaba afuera muy tarde', 'Quien sabe si ella no consintió el sexo'. ¿Es justo? No, no lo es. Cada una puede vestirse como quiera porque no nos vestimos para provocar a nadie, porque no toda la vida de una mujer gira entorno a un pene. Cada una debería tener la seguridad de ir a comprar a la farmacia de turno a las doce de la noche con la seguridad de que si podes volver a casa y sin miedo. Tan difícil es entender que NO ES NO y lo que hagas después del NO ya es ABUSO. 

Vivimos en una sociedad donde el hombre que disfruta del sexo es 'campeón' y si una mujer hace lo mismo es 'puta'. 

Vivimos en una sociedad tan machista que en vez de enseñar a los hombres a que no violen, no acosen, les enseñan a las mujeres a vivir con miedo, a culparlas, a definirlas por el largo de pollera que usan. 

 Millones de mujeres mueren, se callan, soportan por día un abuso incontrolable. Y eso quiero hacer, terminar y ayudar con el miedo. Porque yo también quiero salir sin miedo a la calle y porque quiero que mi hija camine tranquila con seguridad que nadie está por atacarla por la espalda.

Porque las que vivas estamos, hoy vivas nos queremos. Paremos con el ni una menos, paremos el miedo y no nos callemos".


"SILENCIO".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora