-Tu padre ha venido para visitarlas.- Comentó mi madre con la voz serena tratando de aligerar el ambiente.
-Pues ya está aquí y se dio cuenta de que no es bienvenido.- Gruñí desviando mi vista hasta la nerviosa mujer.
-Sólo quiero saber cómo están tú y London, hace mucho no las veo.
-Sí. Desde que tenía siete años.- Mi voz fue dura y lo hice sentir tremendamente incómodo con mis acusaciones.
-Por favor, ¿Podemos hablar como personas civilizadas y sin insultos?
-Lo siento mamá. Pero no perderé mi tiempo de esta manera.- Hice una mueca encogiéndome de hombros- Ahora si me disculpan, prefiero salir y tomar un poco de aire. Con su permiso señor senador.
Y haciendo una reverencia en forma de burla, me retiré de la sala para subir velozmente las escaleras hasta mi habitación y coger el estuche negro con mi guitarra en su interior. Tocar un poco me relajaría para poder terminar de sobrellevar el día abrumador que estaba teniendo. Ignoré una vez más las voces susurrantes y preocupadas de la sala para salir dando un portazo tras de mí. Caminé sin rumbo por las calles centrales de la ciudad y me adentré en el subterráneo de una estación de metro esquivando a los demás peatones quienes avanzaban apresurados mientras hablaban por teléfono sin percatarse de que había más personas a su alrededor. Deteniéndome en un costado de las grandes escaleras, miré en todas las direcciones asegurándome de que ningún molestoso guardia de seguridad estuviese al asecho. Y entonces cogí mi guitarra abriendo ambos broches del estuche negro y dejándolo en el suelo de la estación junto a mí, acomodé la guitarra entre mis manos y me dispuse a tocar.
-Waking up to kiss you and nobody's there. The smell of your perfume still stuck in the air. It's hard.- Canté tocando los acordes de la canción-Yesterday I thought I saw your shadow running round. It's funny how things never change in this old town. So far from the stars. And I want to tell you everything. The words I never got to say the first time around. And I remember everything. From when we were the children playing in this fairground. Wish I was there with you now. Cause If the whole world was watching. I'd still dance with you. Drive highways and byways to be there with you. Over and over the only truth. Everything comes back to you.
-Es una canción hermosa.- Habló una voz por sobre las últimas notas de la guitarra y elevé un poco la mirada.
-Gracias.- Dije sonriéndole a la ojiazul- ¿Qué haces aquí?
-¿Transportarme?.- Preguntó alzando ambas cejas con una expresión divertida y reí junto a ella por mi estúpida pregunta-¿Y tú?
-Sólo quería salir de casa y decidí que esto era lo mejor. Suelo venir seguido.- Me encogí de hombros.
-¿Te molesta si interrumpo tu pasatiempo para....tomar un café o algo?.- Mordió su labio inferior a la espera de una respuesta por mi parte.
-No. Me gustaría tomar algo contigo, yo invito.
-Está bien.- Asintió estando de acuerdo y aguardando a que yo metiese el instrumento de regreso al estuche.
Caminamos por las calles de la ciudad mientras charlábamos animadamente de lo mucho que ambas odiábamos las estaciones de metro repletas de gente. Algo contradictorio considerando que mi pasatiempo favorito era sentarme en una de las estaciones para tocar mi guitarra y cantar. Su risa era demasiado contagiosa y me gustaba aquel hoyuelo que se formaba en su mejilla cada vez que sonreía. Rose era una chica realmente agradable.