Camila seguía con su mirada fija sobre la castaña junto a mí quien hablaba animadamente con Ally de algo que no pude oír por estar muy concentrada descifrando las actitudes de la morena. En cuanto nuestras miradas conectaron Rose le pareció aburrida pero nuestro contacto no duró más que unos segundos ya que ella decidió desviar la mirada hacia otro punto del bar.
-Tal vez deberías darle unas cuantas sesiones a Lauren para ver a qué se debe su egocentrismo.- Escuche como Ally bromeaba y rodé los ojos.
-Sólo tienes que admitirlo Brooke, soy irresistible e increíblemente talentosa. Ya quisieras dejar a Joshua por este bombón.- Me señale guiñándole un ojo y las dos chicas rieron.
-Aunque te quiero demasiado. No estoy interesada.- Llevé una mano a mi pecho dramáticamente luciendo herida.
-Nunca nadie lo esta.
-Tal vez yo sí.- Murmuró la ojiazul encogiéndose de hombros y dejándome boquiabierta. Bueno, a mí y a Camila.
-Sí me disculpan, necesito usar el baño.- Murmuró la morena antes de levantarse y alejarse con cara de pocos amigos en la dirección opuesta.
-¿Hay algo mal con ella?.- Susurró Rose aún viendo en la dirección en la que Camila había desaparecido.
Sí, pues nos hemos acostado y ahora todo parece ser demasiado incómodo sin olvidar que mi mejor amiga y novia de mi mejor amigo, pero fuera de eso todo está bien, pensé.
-No lo sé.- Me limite a encogerme de hombros.
-Deberías ir con ella Laur. Algo anda mal y no ha querido decírmelo.- Créeme Ally, no quieres saberlo.
-Esta bien, sólo.....No te muevas de aquí.- Señale a Rose con un dedo acusador antes de ponerme en pie.
-¡No lo haré!.- Exclamó a mis espaldas cuñado ya me alejaba.
Caminé entre las mesas saludando a cada uno de los chicos y chicas presentes aquella noche en el bar quienes no dejaban de felicitarme por mi gran actuación de hace un rato atrás. Michael estaba muy concentrado creando un ambiente cálido y digno de aquel lugar a través de sus mejores canciones. En cuanto empuje la puerta del baño noté a Camila recargada contra lo lavabos mientras soltaba profundas respiraciones murmurando alguna que otra palabra.
-Vamos Camila tú puedes. No pienses en arrancarle su Perfecto cabello castaño.- Sonreí al oír aquello y darme cuenta de que los celos estaban a flor de piel.
-¿Estás bien?.- Di unos rápidos golpes en la puerta y ella se sobresaltó soltando un grito ahogado.
-¡Dios, Lauren! ¡Odio que hagas eso!.- Exclamó llevando una mano a su pecho mientras yo reía ligeramente- Sólo necesitaba refrescarme un poco eso es todo.
-¿Estás segura?.- Pregunté viendo su rostro a través de espejo.
-Muy segura. Puedes volver con tu cita.- Soltó con algo de desdén regalándome la sonrisa más falsa que he visto en mi vida.
-No es mi cita. A sido una mera casualidad, Camz.- Explique intentando contener mi risa ante su actitud.
-Esta bien. Como tú digas.- Respondió encogiéndose de hombros y pasando de mí dispuesta a salir- Justin esta por llegar aquí.
Y luego de ese anuncio dejó el lugar desapareciendo tras aquella puerta azul brillante. Sus palabras fueron como un golpe en el estómago y solté un gruñido de frustración sin poder evitar la molestia. Ella estaba enfadada y por eso estaba actuando así, si tiene celos ¿Entonces por qué no admite lo que siente por mí? Es complicada y no puedo entenderla. Es Camila nunca la has entendido sino más bien sólo te as dedicado a quererla y hacerla reír toda tu vida.