Sweet Creature (Camren G!P) [EDITANDO]

Capítulo 27

-¿Estás lista mamá?.- Preguntó la enfermera mientras entrábamos en la sala de partos cruzando dos grandes puertas que se abrieron a causa de un fuerte empujón que ella les dio.

-Eso creo.- Susurré atónita.

Entonces ahí estaba Camila otra vez, tendida en una camilla quirúrgica con el rostro empapado en sudor, las piernas alzadas y cubiertas sobre un cabestrillo con el doctor observando constantemente entre sus piernas. La doctora Flynn no estaba en la ciudad aquella noche así que otro doctor tomaría su lugar para llevar a cabo el parto. La misma mujer me guió hasta que estuve junto a Camila sosteniendo su mano entre las mías algo temblorosas.

-Todo va a estar bien, ¿No es así?.- Susurró apenas mirándome con ojos exhaustos.

-Lo estará. Ustedes van a estar bien porque no dejare que nada les pase ¿Sí?.- Ella asintió débilmente.

-Bien Camila. A la cuenta de tres darás un empuje lo más fuerte que tú puedas ¿Está claro?.- El doctor espero la señal por parte de la castaña- Aquí vamos. Uno, dos, tres ¡Puja Camila!

El mentón de la castaña se enterró contra su pecho mientras ella se incorporaba por inercia encorvándose ligeramente hacia adelante. Su mano se cerró fuertemente alrededor de la mía y yo me sorprendí dándole apoyo contra en oído para que me escuchase por sobre sus gritos.

-Eso es, puedes descansar.- Su espalda cayó contra la camilla mientras permanecía agitada- Otra vez Camila, uno, dos, ¡Tres!.- La misma acción se repitió pero esta vez algo no andaba bien- ¡Aguarda!.- La voz de Tucker se escuchó y lo mire alarmada- Relájate Camila, debes dejar de pujar ahora.

-¿Qué ocurre? ¡¿Qué está mal?!.- Preguntó Camila en medio de la desesperación pero yo no podía encontrar respuestas en la mirada concentrada de Tucker.

-¿Qué pasa?.- Exigí saber en cuanto él solicitó apoyo de un par de enfermeras.

-Escuchen. El cordón umbilical está alrededor del cuello de la bebé, intentaré sacar su cabeza lo más rápido posible. Es probable que ella se esté asfixiando.- Dijo sin pelos en la lengua provocando que mi corazón se acelerara a mil.

-No.- Sollozó la castaña y mi atención volvió hasta ella.

-Shh. Todo va a estar bien preciosa.- Besé su frente repetidas veces- Lo prometo.

Y la verdad espero no estar mintiendo. De lo contrario todo sería un caos.

-Camila, necesito que pujes despacio sin precipitarte ¿De acuerdo?.- Preguntó Tucker a lo que ella asintió- Bien, ahora. Despacio.

La morena repitió la acción una vez y su rostro se tornó de un color rojizo a causa del esfuerzo inhumano que ella estaba haciendo en aquel momento. Su cuerpo se derrumbó hacia atrás sobre la camilla bañado en sudor y con evidente cansancio, pero eso no impidió que ella se preocupara tanto como yo.

-¿Por qué no está llorando?.- Preguntó alarmada y yo observé al doctor quien había envuelto el cuerpo de la bebé en una manta.

-Tucker, ¿Por qué mi hija no está llorando?.- Mis nervios estaban a flor de piel siendo fomentados por el incesante y atormentado llanto de mi novia- ¡¿Qué mierda pasa?!

-¡Encárguense de ella, y saquen a la chica de aquí, ahora!.- Exclamó el hombre antes de alejarse con la bebé entre sus brazos.