11.- Niña perdida

122 17 1
                                    

Al día siguiente Leorio estuvo ocupado esperando los resultados del examen y por mi parte quise salir a hacer otra cosa ya que estar encerrado en el hotel me era aburrido.

- ¿A dónde vamos?- preguntó mientras caminábamos
- Siento que te tengo como prisionera todo el día en el hotel... mientras Leorio ve los resultados es mejor salir a pasear ¿no?

Alzo sus hombros indiferente y debía admitir que me fastidiaba, se que ella no es así porque quiera pero es bastante molesto ver a alguien a quien no le importa nada.

- ¿No hay algo en particular que quieras hacer?- pregunté
- Me da igual.

Resople sintiendo que saldría humo de mi cabeza por lo molesto que me hacía sentir.

Compré unos helados y nos sentamos en la banca de un parque.

- ¿De verdad no puedes sentir el sabor?
- No siento nada, ni siquiera noto que esta helado.

La verdad me era imposible imaginar la sensación de no sentir nada.

- ¿Tienes alguna idea de cómo pudiste llegar a ese estado? Digo... al no sentir nada.

Negó con la cabeza mientras comía su helado.

- Quizás nací así.- soltó
- Puede ser... aunque es muy extraño. ¿Ni siquiera puedes imaginar lo que son las emociones?
- Puedo reconocerlas en las personas, cuando están felices, tristes, asustados, nerviosos... pero creo que si lo sintiera no tendría no idea de cuál es.
- Ya veo. Vamos a caminar otro poco.
- Ok.

Las calles de esta ciudad se estaban llenando de colores ya que al parecer en la noche habría un festival, cada vez se llenaban las calles con personas con sus familias y esto nos llevo a una masa de gente que a penas nos dejaba avanzar, al parecer más adelante había un desfile y nos dificultaría seguir caminando, pero regresar ya era complicado, estábamos estancados. Miré a mis lados y con dificultad hacia atrás y no podía encontrarla por ningún lado.

- Mierda... - dije mientras trataba de encontrarla entre la multitud

¿Dónde se había metido? ¿Y si una de las bandas que la buscaba la encontró?

Intenté mantener la cabeza fría pero no podía, sentía que estaba en la peor situación posible.

¡Rayos!

Miraba de un lugar a otro y solo habían personas que no conocía.

¿Qué debería hacer?

Un momento ¿y si aprovecho el momento para escapar? Podría ser otra posibilidad.

Continúe atravesando el gentío sin saber por dónde buscarla.

Saqué con cierta angustia el celular y le marque a Leorio y mientras la llamada sonaba...

- Killua...

Me volteé y se encontraba ahí con una niña sobre sus hombros. Corté la llamada sin comprender qué sucedía.

- ¿Dónde estabas? - pregunté preocupado
- Te perdí de vista en un momento... fue ahí cuando vi a esta niña llorando, estaba pérdida y ahora la estoy ayudando a buscar a sus padres ¿me ayudas?

Al fin sentí que mi respiración se calmaba. Fui un idiota pensando lo peor de ella.

- ¡Allá! - gritó la pequeña señalando hacia enfrente - allá están mis padres.

Dejamos a la niña con sus padres que estaban angustiados sin ella y nos fuimos por el camino más largo al hotel ya que habrían menos personas.

- ¿Por qué ayudaste a esa niña?
- Al parecer tienes la peor imagen de mi... al ver a la niña creo que fue ver la representación de como me debería sentir yo, perdida y sola.
- Entiendo.
- Tenías una cara horrible cuando te encontré.- comentó
- ¡Pues claro que si! Estaba preocupado. No sabía dónde estabas ¿qué tal si lo tipos del tren te encontraban otra vez?
- ¿Solo eso? ¿No creíste que me había escapado?
- La verdad, si.
- Es normal pero ya te dije que no me escaparé.
- ¿Cómo confiar en ti?
- No sé qué hacer para ganarme tu confianza.
- Ya pensaré en algo. - dije mientras fijaba mi vista en una tienda de electrónica- Ven, deberíamos pasar allí.
- ¿Por qué?

No le respondí hasta que entramos, revisé varios aparatos hasta que decidí comprarle un celular.

- ¿Por qué?- preguntó
- Te servirá en caso de emergencia. Si quieres que confíe en ti deberás tenerlo contigo.- anoté mi numero y me llame para registrar el de ella en el mío- Listo, ahora si podremos estar más seguros por si te pierdes otra vez.

Acepto sin decir nada y lo guardo en su bolsillo.

Comimos algunas cosas en el camino y al llegar al hotel note que Leorio no estaba en la habitación.
Ella fue a recostarse para al final estar completamente dormida.
Cada vez que la veía dormir me recordaba a un gato, muy tranquilo  y dormilón.

¿De verdad será la asesina que buscan?

Mi celular comenzó a vibrar y en la pantalla aparecía el nombre de Leorio.

- ¿Aló?
- ¡Killua!- casi gritó mi nombre- ¿Dónde estas?
- En el hotel ¿por?
- ¿La chica esta contigo? - hablaba como si estuviera corriendo
- Si, está durmiendo.
- Killua, tengo los resultados de su radiografías... esa chica... ella...- jadeaba mientras hablaba cansado- ten cuidado.
- ¿De qué hablas?
- Ya estoy por llegar al hotel, cuando suba te contaré los detalles.

Fue lo último que dijo antes de cortar la llamada.

Touch me Donde viven las historias. Descúbrelo ahora