26.- Ex

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El lugar estaba lleno de humo y de piezas del vagón. Nos sentamos cansados tratando de recuperar el aire.

- ¿Te dolió la caída?- le pregunté
- Ah, no... otra vez perdí la sensibilidad en mi piel.- dijo mientras se frotaba los brazos- pero aun tengo mis emociones.

Cuando vio la herida de mi hombro no pudo evitar que sus ojos se tornaran llorosos.

- ¡Oh, no! ¿Yo te hice eso? Lo siento. - decía asustada
- Tranquila, no moriré por esto.
- Debemos ir a un hospital... ¡Hospital! ¡Los demás!- exclamó al recordarlos- aun iban en el tren... ¿qué debemos hacer?

Suspiré cansado mientras me ponía de pie y sacudía la tierra de mi ropa.

- Quédate tranquila, se que estarán bien... estoy seguro que piensan lo mismo de nosotros. Lo más seguro es que nos encontremos en Bankuk para luego ir a tu casa.
- ¿De verdad?
- Si, no te preocupes. - dije mientras le extendía la mano para que se pusiera de pie- Es gracioso que esta sea la segunda vez que tenga que saltar de un tren contigo.
- Ah, si.- dijo mientras se secaba las lágrimas
- Tendremos que seguir las vías para llegar a la ciudad, de seguro no esta tan lejos.

***

Caminamos una hora siguiendo las vías desde lejos por si nos encontrábamos con las personas que pusieron las bombas en el tren. Al llegar a la ciudad, Killua solo paso a una tienda a comprar lo necesario para su herida, por más que le insistía, dijo que su herida no era tan grave y no quería ir a un hospital.

Cada vez que veía a Killua sacar su billetera, notaba que cada vez tenía menos dinero. Creo que desde que me conoció ha gastado bastante y yo ni siquiera tengo como pagárselo.

Fuimos hasta el bosque que esta en la periferia de la ciudad para que Killua estuviera más tranquilo viendo sus heridas.

Se quitó la camiseta y lavo su herida, fue ahí cuando note lo mal que estaba.

- Al ver que no estas alterada por ver la herida, asumo que ya se apagaron tus emociones.- me dijo mientras me veía de reojo cuando sacaba las vendas
- Eso creo.

Intentó inútilmente ponerse él mismo la vendas hasta que comencé a ayudarlo.

- Parece que habías hecho esto antes.- comentó mientras disimulaba el dolor
- Quizás lo hice antes o me enseñaron... ya casi esta.

Deje la venda lo mejor que pude.

- Tendré que cambiarla más tarde.
- Ok, muchas gracias.
- ¿Qué haremos ahora?
- Pues... - pensó un momento mientras miraba el cielo- no quiero pasar mucho tiempo en esta ciudad... hay que ir lo antes posible a Bankuk y encontrarnos con los chicos.
- Ok.
- Pero primero debo comprarme otra camiseta, esta está cubierta de sangre, tú también deberías cambiarte. Perdimos prácticamente toda la ropa en el tren.
- Esta bien.
- También deberíamos comer algo.
- ¿No crees que estás gastando mucho dinero?
- Quizás...- suspiro- pero bueno, vamos.

Después de comprar ropa, caminamos por el centro de la ciudad buscando un lugar para comer.

- Mmm...- Killua miraba por todos lados buscando algo que le apeteciera

Se detuvo en seco cuando vio lo que servían en cierto restaurante.

- ¿Quieres comer aquí?- pregunté
- Se ve bueno.
- Pero... no creo que los precios sean buenos, quizás deberíamos comer en un lugar más económico, recuerda que aun debemos comprar los pasajes para Bankuk.

Su rostro se lleno de decepción mientras su estómago sonaba.

- Creo que tienes razón.
- ¿Killua?

***

Justo antes de movernos oí una voz conocida, pero no me provocaba ningún buen recuerdo y lo que menos quería era toparme con ella ahora.

- ¿Killua, eres tú?

Al voltearme confirme mi peor presentimiento.

Se veía exactamente igual que la ultima vez que la vi, su cabello dorado ondeaba mientras brillaba, esa piel clara y suave, sus ojos azules dentro de una mirada decidida y penetrante.

- A-Ah... Hola, Charlotte.

Se encontraba sola, peor para mí, pero luego recordé que estaba con 1001, así que quizás Charlotte no se ponga tan odiosa.

- ¡Vaya, ha pasado mucho desde la última vez que nos vimos!- dijo mientras acomodaba su cabello detrás de su oreja
- E-Eh... si.
- ¿Qué es lo que haces en esta ciudad?
- Pues, solo estoy de paso... quería comer algo pero...
- No tiene dinero.- comentó 1001

Momento equivocado para comentar eso y humillarme. Se que no lo hizo con mala intención, después de todo no tiene emociones, quizás no notó que eso me haría quedar mal.

Los ojos de Charlotte al fin bajaron hasta la pequeña, la analizó de arriba a abajo inspeccionando cada detalle de ella.

- Killua ¿No vas a presentarnos?
- Ah, pues...

¡Rayos! No sabía que nombre decir ni cómo explicar quien era, por lo que me quedé en blanco.

- Soy Kuro Zoldyck, hermana de Killua.

¡Utilizó el nombre que le dio Gon! Y como aun tiene la peluca y los lentes de contacto aun parece mi hermana, vaya que es inteligente.

El rostro de Charlotte cambió de uno apático a uno agradable y amoroso.

- ¡Oh, vaya! No sabía que Killua tenía una hermana. Pues es un placer conocerte. Soy Charlotte Phix, famosa y brillante estudiante de la mejor universidad del país, además soy modelo.

Era lo que detestaba de Charlotte, siempre parloteando sobre lo grande que es.

- Un placer conocerte.- dijo Kuro

Creo que la tendré que llamar Kuro por ahora.

- Entonces no tienen dinero ¿eh? Iba a entrar justamente a este restaurante, no me molesta invitarlos.
- A-Ah...- no estaba seguro de aceptar
- ¡Vamos, Killua! Es solo como viejos amigos.- me guiña el ojo

Mi estómago volvió a sonar.

- Ok.- suspiré resignado

Nos sentamos en la mejor mesa ya que Charlotte era conocida allí

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Nos sentamos en la mejor mesa ya que Charlotte era conocida allí. Ordenamos los mejores platos y aproveche de comer todo lo que podía, sentía que no comía bien desde hace mucho.

- ¿Y bien, Killua? ¿Qué ha sido de ti durante todo este tiempo?
- Pues... solo he estado viajando y trabajando como cazador.
- Ya veo.
- ¿De dónde se conocen?- preguntó Kuro

Odié que hiciera esa pregunta pero no puedo criticarla.

A Charlotte le emocionó esa pregunta ya que le hizo recordar el momento donde nos conocimos.

- Killua trabajo para mi, fue mi guardaespaldas.
- Ya veo.
- Pero...

Este era el momento que no quería que se hablara.

- Pero también fuimos novios. -agregó

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