33.- Reflejo

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Me senté en el suelo tratando de relajarme para sentirme mejor, pero no resultaba.

Cerré mis ojos un momento y oí la risa de una niña, abrí los ojos mirando hacia los lados esperando que no fuese mi imaginación.

Me puse de pie y traté de observar hacia un largo y no muy iluminado pasillo, di un paso con cautela y me asuste cuando vi a una niña con vestido correr, era la misma que había visto en el festival. Corrí tras ella sin dudarlo, quizás ella es una clave de algo importante para mi. Cruce salones, habitaciones y más pasillos hasta que la vi entrar a un cuarto que se me hizo muy familiar. Este lugar era el único de la casa que parecía intacto a pesar de todo el polvo y tierra que lo cubría.

La cama que había no era muy pequeña y estaba llena de muñecos, era la habitación de una niña. Quizás la niña que seguí dormía aquí... y hablando de ella ¿dónde se metió?
Revise debajo de la cama y no había nada, oí un ruido dentro del armario, parecía que se escondía alguien dentro. Me acerqué con cuidado porque debía admitir que estar aquí era algo escalofriante. Abrí lentamente las puertas y salte del susto cuando vi caer sobre mi una pelota. Recogí la pelota y la deje sobre la cama para luego oír la misma risa adorable provenir del baño de la habitación.

- Esto parece una película de terror.- susurré para mi misma cuando caminaba hacia allí

Al abrir la puerta rechinó hasta abrirse por completo y, al igual que en el  armario, no había nadie. Me apoye de espalda sobre la pared mientras cerraba los ojos.

- Quizás estas son las consecuencias de no dormir.- dije- no logró recordar nada... será mejor que regrese a donde están los demás.

Antes de irme no pude evitar mirarme en el espejo.

Me quedé hipnotizada viendo mi reflejo un buen rato y lo hice bastante, tanto que ya mi cara parecía extraña y de la nada mi imagen comenzó a distorsionarse apareciendo fugaz y repetidas veces el reflejo de otra chica

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Me quedé hipnotizada viendo mi reflejo un buen rato y lo hice bastante, tanto que ya mi cara parecía extraña y de la nada mi imagen comenzó a distorsionarse apareciendo fugaz y repetidas veces el reflejo de otra chica. Su cabello dorado y corto, sus ojos azules y brillantes me miraban con ternura.

Retrocedí asustada al no comprender que sucedía.

***

Leorio reprodujo el primer video, en el aparecía otra vez el mismo sujeto con lentes y una bata blanca.

- Puedes entrar, pequeña.

La cámara estaba muy alta para la altura de la supuesta niña que ya se había sentado en la silla de enfrente.

- Ajustaré la cámara... ¿Puedes presentarte mientras la arreglo?
- Claro... emmm ¿qué debería decir? - la voz dulce de la chica parecía tímida.
- Di tu nombre y el número que esta tatuado en tu brazo.- dijo tranquilo
- Ok.

La cámara bajo lentamente mientras la chica se presentaba.

- Am, Mi nombre es Yuiko Tatsumi y tengo el número 1001 en mi brazo.

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