–Buenos días, Irene.
Allí estaba, en el despacho del director de la editorial para la que trabajaba, delante de Enrique, observándolo con una mezcla de miedo y curiosidad. Me frotaba las manos sin cesar y mi cabeza no podía dejar de darle vueltas al por qué de mi presencia allí. ¿Había hecho algo malo? ¿Se me había olvidado corregir algún manuscrito? Solo podía esperar a que me explicara qué estaba haciendo allí días antes de que terminaran mis vacaciones.
–Siéntate –dijo con voz seria, señalando el sillón de cuero negro que había frente a su mesa.
Con paso decidido me dirigí hasta allí y me coloqué frente a él con la espalda erguida y la mirada fija en sus pequeños ojos azules.
–A ti te gustaba CNCO, ¿verdad? –Lo miré con los ojos abiertos como platos sin creer que me hubiera hecho aquella pregunta.
Fruncí el ceño y una leve sonrisa escapó de entre mis labios; pero al ver que Enrique seguía mirándome fijamente sin mover ni un solo músculo de la cara, entendí que aquello iba completamente en serio.
–Así es –asentí con cautela.
–Nos ha llegado nueva información sobre los próximos proyectos que quieren realizar aquí, en Latinoamérica –continuó diciendo sin despegar la mirada de mí–. Hace cuatro días, nos llamaron para ofrecernos un trabajo relacionado con esos chicos y, viendo el éxito que tienen, no nos vendría mal su publicidad.
Fruncí más el ceño y me mordí la punta de la lengua. Me molestaba que viera a los chicos como una fuente de explotación cuando habían luchado tantísimo por estar donde estaban; pero antes de decir nada, preferí seguir escuchando, la curiosidad me iba a matar.
–Voy a ir al grano. Han decidido hacer un libro hablando de sus vidas –el corazón empezó a bombearme con fuerza y por un momento dejé de escuchar lo que estaba diciendo.
¿Querían hacer un libro de los chicos? ¿Y el director quería pedírmelo a mí? Deseché aquella idea, llevaba tan solo un par de años en la editorial. Había escrito artículos y algún que otro relato, pero nunca antes me había imaginado escribir la biografía de alguien y menos de ellos.
–¿Me estás escuchando? –La voz del director me sacó bruscamente de mis pensamientos.
–Sí, lo siento, me ha pillado un poco por sorpresa –confesé mientras movía la cabeza de un lado a otro.
–Como iba diciendo, he pensado que tú serías una buena candidata para presentarte a ese puesto –abrí los ojos de par en par y, sin darme cuenta, me aferré a las orejeras del sillón, clavando las uñas en el cuero negro–. Eres joven, siempre tienes buenas ideas para los proyectos que te propongo y, sobre todo, eres fan de ellos. Seguro que tienes muchas preguntas y muchas cosas que quieras preguntarles o saber de ellos. Eso puede ser muy interesante para un libro. Tener el punto de vista de una fan –parpadeé varias veces sin creerme aún lo que estaba escuchando.
¿Quería que escribiera un libro sobre CNCO? ¿Yo? ¿Cómo iba a hacer eso? ¿Por dónde empezaría? ¿Qué preguntas les haría? ¿Estaría a la altura? ¿Valdría la pena?
-Irene, tranquilízate –enfoqué a Enrique al acordarme que estaba allí.
Me miraba con los ojos abiertos y un gesto de preocupación en el rostro.
–Respira –me dijo con voz pausada–. Si te lo pido a ti es porque estoy seguro de que puedes; pero antes tendrás que pasar una especie de prueba.
–¿Qué clase de prueba? –Las manos comenzaron a temblarme.
-Todas las editoriales que estén interesadas en el proyecto deberán enviar a sus elegidos, por así decirlo, a una reunión con el manager de los chicos y sus representantes. Después de esa prueba decidirán quién será el escritor o escritora de ese libro.
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CNCO - Más que un sueño [COMPLETA]
FanfictionCuando Irene es elegida por su jefe para escribir la historia sobre unos chicos jóvenes y talentosos, no puede creerlo. Pero su sueño se hará realidad cuando se entera de que esos chicos son los integrantes de la banda del momento: CNCO. En el insta...