¡PREPARAD VUESTROS MÓVILES!
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Antes de que pudiera introducir la tarjeta en la cerradura, el pomo de la puerta bajó de golpe y se abrió un resquicio. La intensa luz del interior iluminó brevemente el pasillo, cegándome un instante. Entorné los ojos para intentar identificar quién había al otro lado. Cuando la puerta se abrió por completo, me quedé sin respiración.
-Te estaba esperando -su voz dulce se deslizó por mi piel hasta llegar a mis tímpanos, haciendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo.
Estaba paralizada. No esperaba que estuviera allí. Me observaba a través de los cristales de sus gafas, en silencio, con la mandíbula apretada, haciendo que los tendones de su rostro se tensionaran bajo la piel. Los músculos de su brazo estaban contraídos, su torso desnudo estaba cubierto por sombras que seguían cada contorno de su piel. Lo miraba con los ojos abiertos como si ante mí tuviera a un fantasma. No lo esperaba allí. Me había hecho a la idea de que estaba de camino. ¿Cuándo había llegado? Su media sonrisa me derritió. Me acerqué hasta él con paso lento, intentando asimilar la visión que tenía ante mí. Pero mi cuerpo iba por separado de mi mente. En cuanto estuve a pocos metros de él, me abalancé sobre sus labios, apresándolos con los míos, rodeé su cuello, pegándolo todo lo que podía a mí y cerré los ojos. Me sujetó con una mano la cintura mientras que con la otra cerraba la puerta. Giramos juntos; quedé de espaldas a la habitación. Me ardían los labios con cada beso. Podía notar el calor que desprendían nuestros cuerpos. Su lengua entró en mi boca, primero con timidez, tanteando el terreno. Cuando comprobó que mi lengua correspondía a su juego, empezó a pelear con ella. A veces la suya estaba encima; otras era la mía la que ganaba; a veces se entrelazaban. Abrí los ojos y me separé un poco de él para observar su rostro detenidamente. Me mordí el labio inferior en un intento de contener las ganas que tenía de arrancarle los pantalones y tumbarlo en la cama. Quería ir despacio, disfrutar cada instante, embriagarme con su olor. Que durara toda una eternidad. Sus ojos pardos brillaban con intensidad, clavados en mi rostro. Alcé una mano y seguí la línea de su mandíbula con el dedo gordo, bajé por su cuello con lentitud, deslicé el índice por su clavícula derecha hasta llegar al hombro. Una sonrisa triunfal se extendió por mi rostro al ver cómo su vello se erizaba. Extendí mi mano y pasé por su costado, sintiendo en mis yemas el tacto suave de su piel blanca. Alcé mi otra mano y la coloqué en su cadera, introduciendo mi pulgar entre la gomilla del pantalón gris que llevaba y su cuerpo. Su mano se posó en mi muñeca, recorrió mi brazo hasta mi cuello, rodeándolo con sus dedos. Puso el pulgar en la comisura de mis labios y se acercó hasta mí para besarme lentamente, encajando su labio superior entre los míos, succionando levemente mi labio inferior. Cada beso era como una descarga eléctrica, habían pasado de ser apremiantes, a tiernos y seductores. Cuanto más lento me besaba, más ascendía mi calor corporal, mis deseos de que me quitara la ropa. Como si hubiera leído mis pensamientos, deslizó sus manos por mis hombros y me quitó el chaquetón. Bajó sus manos hasta mi cintura y, al ritmo lento de sus besos, me fue quitando la camiseta. Sus manos frías hicieron que un escalofrío recorriera mi cuerpo cuando entraron en contacto con mi ardiente abdomen. Dejó de besarme, muy a mi pesar, para recorrer mi mandíbula con sus labios hasta llegar a mi cuello. Empezó a darme leves besos desde el cuello hasta mi hombro. Eché la cabeza hacia atrás, dejándole espacio para que siguiera. Sus manos pasaron de mis caderas a mi espalda, recorriendo mi columna vertebral hasta que sus dedos chocaron con el broche de mi sujetador. Noté cómo se dibuja una sonrisa en sus labios sobre mi piel. Entre abrió la boca y sus dientes se cerraron sobre el tendón de mi trapecio, apretando suavemente, haciendo que mi cuerpo se tensionara. Aprovechando que todos mis sentidos estaban centrados en esa zona de mi cuerpo, sus dedos se movieron ágiles para desabrochar el sujetador y deslizarlo por mis brazos hasta caer al suelo. Deshizo la presa que había hecho con sus dientes sobre mi trapecio y sacó la punta de su lengua para recorrer el trozo de piel que separaba mi hombro de mi pecho. Una vez allí, su atención se centró en mi pezón. Pasó la lengua con lentitud para después succionar con suavidad. Como acto reflejo, llevada por el placer, alcé mis manos, aferrándome a sus bíceps, hincándole las uñas. Cada fibra de mi ser tembló al ritmo de su risa. Se irguió y clavó sus ojos en los míos, mordiéndose el labio inferior. Ya no podía aguantar más. Agarré la cintura de su pantalón y tiré con fuerza de él, pegándolo a mí. Sonreí, complacida, al ver su cara de sorpresa por aquel arrebato. Lo besé con frenesí, como si quisiera devorarle los labios. Antes de que pudiera rodearme con sus brazos, le hice girar sobre sus talones, quedando de espaldas a la cama; coloqué la palma de mi mano sobre su pecho y lo empujé con suavidad, haciendo que cayera sobre el colchón. Con parsimonia, me subí en la cama y me arrastré hacia él, pasando por encima de su cuerpo. Nuestros labios se volvieron a encontrar, esta vez con más calma. Con cuidado y una media sonrisa en el rostro, cogí sus gafas por las patillas y las dejé sobre la mesita de noche. Le mordí la barbilla con suavidad. Dejé un rastro de besos desde la hendidura que se formaba entre las dos clavículas hasta la cintura del pantalón. Me mordí el labio inferior cuando escuché a Christopher soltar un leve gemido. Alcé la cabeza un instante para ver que tenía los ojos cerrados, disfrutando del momento. Metí las manos en el interior del pantalón y tiré de ellos. Me puse en pie para terminar de quitárselos y empecé a desabrocharme los míos bajo su penetrante mirada desde la cabecera de la cama.
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CNCO - Más que un sueño [COMPLETA]
FanficCuando Irene es elegida por su jefe para escribir la historia sobre unos chicos jóvenes y talentosos, no puede creerlo. Pero su sueño se hará realidad cuando se entera de que esos chicos son los integrantes de la banda del momento: CNCO. En el insta...