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El celular de Taehyung sonó por octava vez desde que había vuelto a reunirse con Yoongi en el parque. Más que irritado, el muchacho gruñó, pues quería disfrutar de su pequeño pícnic junto a su mejor amigo. Estuvo a punto de colgar de nuevo, pero notó que el mayor lo miró sin comprender por qué no respondía sus llamadas.


—¿Quién es?

—¡El idiota de Jungkook!

—¿Por qué te llama?

—No lo sé, pero no quiero hablarle.

—Tal vez tiene algo importante que decirte sobre el trabajo.

—¿Realmente lo crees?

—Uno nunca sabe...

—Lo dices porque, en mi lugar, atenderías hasta la llamada de un asesino, solo porque no quieres ignorar a nadie.

—Puede ser, pero, Tae--

—Bien, lo haré.


Rendido ante las sugerencias de su amigo de responder las llamadas, Taehyung presionó el ícono verde en su pantalla.


—¿Qué? —espetó.

¿Esa es la forma correcta de hablarle a tu jefecito?

—Eres mi "jefecito" cuando estoy en el trabajo. Ahora mismo, no eres nada.

Auch... ¿Por qué dices eso? Siempre me tratas igual.

Es porque eres un muchachito irritante.

De nuevo, auch.

¿Qué quieres, Jeon? Estoy en medio de algo importante.

No estás en una junta, ni cenando con el presidente. Seguramente estás con Yoongi.

—¿Y qué si lo estoy? ¿Vas a decirme qué quieres? Si no lo haces, cortaré la llamada y apagaré el teléfono.

—Entonces, llamaré al de tu amigo. Sé que atenderá en menos de lo que canta un gallo, y que me pasará contigo, si se lo pido.

Dilo ya.

Ven a cenar conmigo esta noche.

¿Por qué lo haría?

Porque nadie se resiste a mis encantos.


Taehyung lo imaginó alzando sus cejas. Arrugó su nariz y colgó.


—Se va a molestar.

—No importa. Estoy harto de que trate de coquetear conmigo de esa forma, sabe que me molesta. Lo hace porque adora hacer hasta lo imposible para irritar a la gente —suspiró—. Ya me hizo alterar... En fin, ¿quieres que regresemos a casa? Ya falta poco para que anochezca.


Yoongi asintió con la cabeza, y dejó el parque junto al menor. Ambos caminaron juntos por las calles de la ciudad, hasta que llegaron a estar frente a la casa de Taehyung, donde se despidieron. Una vez que el menor entró, Yoongi tuvo que caminar dos calles más para llegar a su hogar. Ni bien entró a su edificio, subió por el ascensor al tercer piso, se paró frente a su puerta y frunció sus cejas. Giró su cabeza hacia el apartamento de al lado. Se escuchaba música a un volumen bastante alto de allí. Estuvo a punto de entrar a su casa, pero su vecino salió al pasillo y, al verlo, se le acercó.

At the Top of my Lists [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora