Jimin se congeló durante varios segundos, con su vista clavada en las hojas del cuaderno de Yoongi. No podía creer lo que había leído. Si él realmente escribía canciones, entonces sería una preciosa coincidencia. Emocionado, lo miró a los ojos.
—¿Es esto verdad?
—Todo lo que está escrito ahí es verdad.
—Entonces, me odiabas.
—Deja eso atrás de una vez, por favor.
—Está bien. Y... ¿has escrito canciones?
—Tengo cientos en casa
—¿Por qué nunca me lo dijiste?
Yoongi se encogió de hombros.
—Nunca creí que fueran a servir para algo.
—¿Por qué no?
—Simplemente no lo creo. Si te lo mostré es porque, a pesar de que no tenga confianza para ello, siempre se puede mejorar. Estoy seguro de que podré hacer un buen trabajo si me dices exactamente qué es lo que buscas. Podría no resultar para nada, de hecho, pero--
—¿Por qué dices eso?
Jimin, un poco afligido por el tono de voz de Yoongi y su repentina falta de confianza, besó su mejilla con cariño.
—Escucha, hay muchos artistas en el mundo con buenas voces y poca capacidad para escribir una canción. Yo soy uno de ellos, y es en ese momento que la gente como tú tiene que aparecer para salvar el día. Podrías salvar el mío. Eso sí: necesitaría ver primero tus letras.
—¿Dudas que sean buenas? —Alzó una ceja.
—No, simplemente decía.
—Pues... a mí me pareció que tal vez no las aceptarías.
—Nunca dije eso.
—Seguro lo pensaste... —dijo por lo bajo.
—No lo hice.
—Bien, vamos. —Se apartó del menor y se puso de pie.
—¿A dónde?
—A mi casa. Te mostraré mis trabajos.
Jimin lo miró durante un par de segundos. Nunca lo había visto de esa forma. Había algo en él, se notaba que solo tenía emociones negativas en su ser, pero no tenía idea de cuál era su origen.
—Tranquilo, no te enojes.
—No estoy enojado, solo... —suspiró— todo esto me recordó a un momento del pasado.
—¿Quieres hablar sobre eso?
—No sé si quiera.
—Está bien. Solo quiero que sepas que, así como tú me escuchaste varias veces, también puedo escucharte a ti.
Yoongi suspiró, cabizbajo. Creyó que, tal vez, no era tan mala idea hablar sobre ello.
—Hace ya unos cuantos años, decidí empezar a dedicarme a escribir canciones, y Taehyung me había alentado a venderlas. Cuando decidí que lo haría, me sentí más y más cerca de mi sueño, y pude dar con una empresa que me contrató para que escribiera canciones para un cantante. Estuve días trabajando en una de ellas, le dediqué todo el tiempo que tenía para que fuera perfecta, tal y como él lo pedía. Luego de haberla enviado, me enteré de que, cuando llegó a sus manos, arrugó el papel, lo arrojó a la basura y dijo que era terrible. Lo intenté varias veces más, pero eso siguió sucediendo. Finalmente, me di por vencido.
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At the Top of my Lists [Yoonmin] ©
FanficPark Jimin es todo lo que Yoongi detesta. Yoongi es todo lo que Jimin cree que jamás buscaría en una persona. El día que llegaran a juntarse sería el fin del mundo... o el de sus propios mundos.