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Todos quedaron estupefactos ante las palabras de Jungkook. Sobre todo, Yoongi, quien, en su imaginación, se encontraba ahorcándolo con el cable de la lámpara que estaba al lado del sillón. Habría sonreído ante aquella imagen mental, si no fuera porque no era el momento adecuado para mostrar sonrisas. Jimin también se sorprendió. A decir verdad, no le agradaba mucho la idea. Sí, Yoongi le había causado cierto impacto en el momento en que lo había visto en el parque, pero no iba más allá de eso. Además, lo que había propuesto Jungkook le pareció loco, torpe y sin sentido. Sin embargo, se mostró interesado y rascó su barbilla, pensativo.


—¿Fingir que somos pareja? ¿Cómo me beneficiaría eso?


Jungkook mordió su labio inferior. Al principio, le había parecido una buena idea, pero no había ideado un plan. Solo había soltado lo primero que se le había venido a la mente. Porque sí, era todo improvisado. No había pensado en que aquella idea tenía que venir con otra detrás para poder llevarla a cabo. Lo bueno de todo eso era que Jungkook era muy bueno para improvisar.


—Estoy segurísimo, querido Jimin, de que estás rodeado de fans a donde quiera que vayas. Mueren de amor por ti, y hasta deben pensar que tienen alguna oportunidad de tener algo contigo. Ahora, piénsalo: ¿no sería genial que dejaran de acosarte de esa forma?


Jimin lo miró a los ojos y alzó una ceja. Jungkook había logrado captar su atención.


—Sigue hablando.

—Si dices que tienes una relación con un chico, todas esas chicas se darán cuenta de que no te fijarás en ellas porque te gustan los hombres.

—Pero no me gustan.

—Es solo por fuera, no tienen que gustarte de verdad. Lo que hagas puertas hacia adentro es otra cosa. Solo deberías pasar tiempo con él. Ya que ellos se encargaron de armar una historia en la que ustedes son novios, ¿por qué no usarla?

—Bueno, he salido con mujeres antes... y con "antes", me refiero a antes de ayer, ¿no sería muy contradictorio?

—Di que estabas confundido, que intentabas convencerte de otra cosa, pero que, en realidad, te gustaba este conejito blanco —señaló a Yoongi—. Si no, tendrás que explicar tu verdad, pero te indicaron que no deberías hacerlo.

—Quedaría como un tonto o como un acosador de gente, sin mencionar que, tal vez, más fans podrían seguirme... Al menos, eso dijo mi mánager.

—¡Por eso! ¿No es el plan perfecto?


Jimin lo meditó por unos segundos. De pronto, vino un recuerdo a su mente de una fanática que le había hecho firmar un autógrafo en un acta de matrimonio. Un truco viejo y estúpido, pero bastante bueno para usar con alguien despistado como él. Recordó que había tenido un enorme lío en aquella ocasión. Un escalofrío recorrió su espalda.

Por un momento, Jimin imaginó lo que pasaría si dijera la verdad, con las consecuencias que el señor Do le había advertido. Imaginó a cientos de chicas como esa esperándolo a las afueras de cualquier lugar al que él vaya, para que él les sacara alguna foto. Sabía que muchas de ellas se sentirían tentadas de vivir una historia similar a la de Yoongi: salir en un posteo de su más grande ídolo, porque él creía que se veían bonitas.

Jimin debía actuar rápido, y se encontraba desesperado por eso. Y es de público conocimiento lo que se dice de las personas que se encuentran desesperadas: para ellas, cualquier posible solución, a pesar de ser descabellada, parece ser la correcta.

At the Top of my Lists [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora